El presidente del PIT-CNT analizó el escenario nacional y la coyuntura actual de cara al referéndum, dijo que los ataques a los sindicatos están alimentados por algunos sectores –no todos- del oficialismo, sostuvo que una sociedad sin sindicatos es “la utopía reaccionaria” y se preguntó qué libertad responsable pueden tener “un gurí descalzo en un asentamiento” o un adulto que no sabe cómo hará para llevar un plato de comida a su familia. También se refirió a los lazos del movimiento sindical con las colectivas feministas y marcó su postura sobre el paro del 8M.
¿Cómo han sido estos primeros meses en la presidencia del PIT-CNT y particularmente en la construcción de espacios y ámbitos de diálogo cotidiano con el vicepresidente y la secretaria general?
El estilo de la clase obrera es de dirección colectiva y responsabilidad individual. Por tanto, me siento cómodo con ese método. Quienes ocupamos esos espacios de responsabilidad que mencionás tenemos un rol especial en el cuidado y fortalecimiento de la unidad. Personalmente trato de mantener los mismos bríos de la militancia –algo que es un compromiso de mi vida desde los 16 años- y con mucho espíritu de trabajo colectivo y equilibrio dentro del PIT-CNT.
¿Cómo se explica que un 23 de diciembre, en pandemia, se haya anunciado el cierre de una mutualista?
Para mí es inexplicable. Siempre es muy doloroso el cierre de una unidad productiva y obviamente que nosotros defendemos la fuente de trabajo. Quienes actuamos en la actividad privada lamentablemente estamos acostumbrados a enfrentar múltiples situaciones de quiebras o concursos. Y la defensa del trabajo en esas condiciones es algo muy complejo. Siempre tratamos que –con independencia del resultado de una liquidación- se mantenga la unidad productiva y se pueda lograr mantener las fuentes de trabajo. Pero en este caso particular de Casa de Galicia, lo que es inexplicable es que estamos hablando del cierre de un componente del Sistema Nacional Integrado de Salud. Aquí un juez resolvió el cierre como si se tratara de una empresa de un rubro común y no parece haber tenido en cuenta la particularidad de la atención de la salud.
El gobierno dice que los sindicatos “trancan” el país y que no permiten que el Uruguay “avance”. Incluso hasta se ha dicho que pretenden “desestabilizar” al gobierno. ¿Qué lectura hacés de ello?
El problema que tenemos es que a ellos los mueve el paradigma neoclásico en economía. Por aquello que creen que la sociedad es la suma de individuos egoístas que buscan maximizar su utilidad. Y punto final. Esa es su mirada. Ese es el Ethos que identifica la ideología del equipo de gobierno. Cuando el gobierno habla de libertad responsable nos está diciendo lo que piensan en ese sentido, pero me pregunto ¿qué libertad responsable puede tener un gurí de un asentamiento que camina muerto de frío descalzo en el agua acumulada ahí en el barro? ¿Qué libertad responsable puede tener un adulto que tiene que resolver en un minuto cómo comer algo en el día? Son visiones que representan sociedades distintas. Nosotros estamos educados en un compromiso democrático de acero que es de construcción y profundización de la democracia. Muchos sectores sociales pueden hablar de democracia, pero al margen del campo popular y especialmente de la clase obrera, ninguno puede exhibir con tanto orgullo que realizó una huelga general por tiempo indeterminado para enfrentar el golpe de Estado, en tiempos donde había que jugarse la vida. Por tanto, una cosa es que el movimiento sindical se movilice en un tiempo como el actual, de ajuste del capital contra el trabajo. Y otra muy distinta y completamente falsa es decir que el movimiento sindical pretende desestabilizar al gobierno y a la democracia.
Cuando en el Parlamento se impulsó el debate sobre la personería jurídica de las entidades gremiales, a nivel público emergió con mayor virulencia aún el discurso de odio contra los sindicatos. Por estas horas, se los trata de “lacras”, “manga de sinvergüenzas” y “mafiosos”, entre otros tantos epítetos. ¿Por qué tanto odio hacia los sindicatos?
En el fondo es un problema de clase y de ignorancia, a veces alimentada por una prédica oficial. En este punto, siempre separo al ministro de Trabajo (Pablo Mieres), porque es un hombre que por su investidura y por convicción personal, siempre dialoga mucho. Pero habría que hacer el ejercicio de tratar de imaginar una sociedad sin sindicatos. Una sociedad sin jornadas de trabajo acotadas a 8 horas y que ahora precisamente se está abriendo todo un campo de conversaciones sobre la reducción de la jornada de trabajo, y es algo que se nos viene. Deberíamos imaginar cómo sería una sociedad sin seguridad social, sin seguro de paro, sin protección contra los accidentes laborales, un mundo sin aumentos salariales, sin aguinaldo, licencia y sin salario vacacional. Sería el mundo ideal para quienes defienden la utopía reaccionaria, así sería el mundo sin sindicatos. Otra cosa distinta es el debate sobre la táctica donde lógicamente puede haber distintas posiciones sobre las medidas a seguir. Pero la lucha colectiva de las y los trabajadores es garante de mejor calidad de vida.
¿Qué rol tiene el presidente del PIT-CNT, el Secretariado y particularmente el SIFPOM, en este escenario de tensiones para evitar que se llegue a males mayores? ¿Es importante ser buenos mediadores?
En realidad no fuimos a mediar, fuimos a evitar una represión. Esa fue nuestra función, nos avisaron los compañeros del SUTCRA lo que se estaba viviendo allí y actuamos. Hablamos con el ministro del Interior y le planteamos que detuviera el operativo -que ya estaba en marcha- y cuando nos movimos tratamos de resolver que no hubiera represión. Y lo logramos. En eso debo reconocer que el responsable del operativo se manejó muy correctamente.
El gobierno dice que bajó la pobreza. ¿Al movimiento sindical le consta eso? ¿Hay datos y evidencia suficiente?
El problema es que la pobreza no es una cuestión estadística. Tú la mides por la línea de pobreza y si ganás tres pesos más para determinadas estadísticas ya no sos pobre. Si en cambio, la medimos por las necesidades básicas insatisfechas eso cambia. Las necesidades están definidas en un indicador que es una fotografía, pero las necesidades básicas van cambiando con la civilización. Yo creo que hasta tanto no se promueva masivamente el trabajo de calidad y educación, vamos a tener problemas de pobreza que surgen de nuestra situación de dependencia. Y este será uno de los ejes centrales del programa de trabajo del PIT-CNT en el año 2022.
Si hay algo que ha denunciado tanto el movimiento sindical como distintos actores del escenario nacional, es el ensañamiento contra los sindicatos de la educación. Además, se cuestiona el debilitamiento de la educación pública en la LUC. ¿Es un tema particularmente sensible?
Yo creo que el poder necesita un chivo expiatorio y son los sindicatos de la educación. Y creo que hay un problema estructural en la educación que es que mientras no se defina un programa de desarrollo productivo, social y democrático, que brinde un marco para la definición para la estrategia educativa, vamos a ir directo al fracaso. Creo que ese es el problema que tiene el país. En este punto inclusive tengo una visión muy crítica de la política gubernamental actual, en el sentido de su intento por debilitar los consejos desconcentrados, de recortar la participación de los docentes, con esa campaña antisindical, pero también te podría decir que es un problema que surca varios gobiernos y no solo el actual. He hablado de la necesidad de “desproscribir” a Figari y eso es parte de una mirada humanista y universalista de la educación, que combine el arte y el oficio y que no prepare trabajadores para el mercado de trabajo sino para un programa de transformaciones a favor de las grandes mayorías. Y que tiene que ver con desafíos que todavía las fuerzas del cambio tenemos pendientes entre manos. Yo aspiro a que la iniciativa del PIT-CNT de realizar un Congreso del Pueblo pueda ayudar a afinar el programa en ésta y en todas las materias.
¿Ya hay fecha para ese Congreso del Pueblo?
No, pero en el documento político que encuadra el plan de acción del PIT-CNT se piensa para el 2023. Por tanto, habrá que comenzar a prepararlo el año que viene.
Desde las colectivas feministas se dice que el 8M no se toca y que se está intentando ningunear la fecha reivindicativa del 8M. ¿Eso es así?
Todo lo contrario. Me llama mucho la atención porque algunos planteos en ese sentido vienen de militantes de sindicatos que votaron firmemente el paro general de 24 horas. Me llama la atención, pero desde una perspectiva de clase, nosotros no podemos tener ni oposición, ni antagonismo a los movimientos feministas porque son parte de una corriente más general, de carácter emancipatorio que integramos como clase. En nuestra visión crítica de la sociedad del capital, siempre decimos que la base material del patriarcado es el tiempo de trabajo no remunerado, gratuito, que desarrolla la mujer establecido por patrones culturales dispuestos para reproducir la sociedad y entre otras cosas, la fuerza de trabajo que genera un fondo de acumulación gratuito para el capital de manera indirecta. Y por tanto, yo me muevo en la intersección entre la ideología de clase, con los objetivos de género que son parte de la lucha de clases. Pero nunca voy a polemizar públicamente porque creo que nos hace mucha falta un aprendizaje recíproco. Y además, en las cuestiones de la táctica, nosotros siempre estamos abiertos a considerar todas las posibilidades.
¿Está dañado el vínculo con la Intersocial Feminista? Y si así fuera, ¿cómo se reconstruye?
Prefiero decirte cómo se construye: planteando objetivos comunes, con mucha acción común y mucho diálogo, como siempre. Pero no sé si está dañado, no me consta.
¿El movimiento sindical tiene en su agenda el abordaje de las nuevas masculinidades?
Por lo menos algunos de nosotros sí lo hacemos y fundamentalmente en la práctica. No es que hablamos de eso sino que nos comprometemos en el trabajo conjunto de los cuidados.
¿Sos de compartir las tareas en tu casa?
No tanto como a mí me gustaría, pero sí en el cuidado particularmente de mi hija más chica. De verdad, me siento con la conciencia tranquila.
¿Cómo hará para ganar el Sí frente a una maquinaria de comunicación y publicidad tan potente y en cierta medida avasallante en los medios masivos de comunicación?
En primer lugar hay que desnudar las raíces, los impactos económicos y sociales de la LUC en contra de la gran mayoría de la población. Acá no está en juego solamente un problema jurídico porque las leyes tienen un impacto en la sociedad. Si en las relaciones laborales se flecha la cancha a favor del patrón, eso se traducirá en mayores dificultades para conquistar convenios colectivos y en mayor nivel de intransigencia. Todos elementos que han estado muy presente en algunos de los últimos conflictos que hemos afrontado. Y eso se repite en los temas de alquiler y desalojo exprés. Siempre el perjudicado es el más débil. Estos artículos que cuestionamos tienen un impacto general en la sociedad. Si un gobierno coloca una regla fiscal en pandemia, cuando más se necesitaría tener un Estado presente para darle una mano a los sectores más vulnerables, eso tiene un impacto real en la vida de las personas. Por tanto, para mí hay que traducir lo que dicen los artículos a la realidad cotidiana de la gente. Creo que esa es una tarea pendiente que tendremos que hacer. Además, creo que es bastante notorio que la LUC es una herramienta del gobierno para los malla oro y por tanto, las grandes mayorías quedan fuera. Y eso hay que explicarlo para que todos lo entiendan. Otro punto creo que pasa por razonar sobre los impactos positivos que tuvieron las 800 mil firmas precisamente en este escenario actual del país. Hoy está detenida la reforma de la seguridad social, que claramente es regresiva; no suben las tarifas de ANCAP tal como estaba previsto en la propia LUC; y así podríamos seguir enumerando acciones que el gobierno ha definido por el efecto de las firmas. Son consideraciones que hacen al referéndum y creo inciden en la discusión. Si serán complejas para el país las políticas que plantean que el gobierno las tiene que detener por una acción democrática conquistada por el propio pueblo. En síntesis, para que triunfe el Sí habrá que fundamentar y conversar, informar mucho y trillar todo el país.
A partir del video de la escuela, la noticia falsa que se repitió hasta el cansancio, pero también en base a determinados argumentos falaces del estilo que si triunfa el Sí se liberarán violadores o la mención a artículos que no están incluidos en los 135 del referéndum. ¿Por qué crees que algunos representantes del gobierno han apelado a la mentira para defender la LUC?
Las mentiras que han usado, las noticias falsas, son la peor cara de la política. Ahí no hay que entrar jamás. Criticar, denunciar y no entrar jamás ni en el insulto ni en la mentira. Nosotros vamos por otro camino porque no necesitamos mentir, necesitamos construir.
Te respaldás en un equipo joven que promedia los 28 años. ¿Por qué tomaste esa decisión?
Porque está bueno construir relevo. Porque más allá que soy un tipo con mucha energía, está muy bueno mezclar experiencia con juventud. Y la responsabilidad de todos los equipos de conducción es montar una dirección que nos supere, por eso me gusta mucho trabajar con el relevo de manera sistemática.
¿Qué le dirías a las y los trabajadores en general y en especial a quienes no tienen trabajo, a quienes van a tener cena de fin de año en una olla?
Para todas y todos los orientales, he dicho que el movimiento sindical es constructor de calidad de vida. Y más que eso, es constructor de democracia. Por eso aprovecho a desearle a toda la gente un muy feliz 2022 y saber que cuentan con un sujeto colectivo que es el movimiento obrero, que siempre estuvo, está y estará en lucha por mejorar la vida de todas y todos.