Graciela Montes de Oca (*)
En el año 2020, a partir de la emergencia sanitaria a raíz del Covid-19, la Asociación Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos se vio impedida de convocar a una nueva Marcha del Silencio por la Avenida 18 de julio, tal como se venía realizando todos los años de forma ininterrumpida desde 1996.
La pandemia nos sorprendió: esperábamos día a día su evolución para decidir si el realizar la movilización era lo más adecuado dado el contexto, más aún considerando que poco se sabía y muchos miedos existían al respecto del avance exponencial del virus. Tomar la decisión no era sencillo: sobre la mesa se encontraba la difícil decisión de estar o no sosteniendo a nuestros familiares desaparecidos en una nueva marcha, algo que era inconcebible para todas nosotras.
Tampoco sabíamos cómo poder realizarla de manera diferente, por lo que invitamos a todo el pueblo a que nos ayude a construir esta movilización. Nunca imaginamos que la respuesta sería tan grande: de todas partes llegaban iniciativas, mensajes e imágenes de intervenciones nacidas de la creatividad de la gente; nuestras redes se inundaron de mensajes durante todo el mes, y siguieron llegando luego del 20 de mayo.
Entre todo el cúmulo de respuestas, surgió la marcha virtual, una forma innovadora de llevar la marcha a cada casa, a cada espacio de trabajo, barrio, cooperativa, sindicato; donde cada persona, desde su ingenio, se expresara en mayo, poniendo margaritas, colgando fotos de las personas desaparecidas, consignas. Invitamos también a que subieran los contenidos a las redes, dándole otra dimensión y generando así la marcha virtual: una construcción colectiva desde el 2 de mayo cuya máxima expresión fue el 20 a las 19 horas con la realización de una transmisión de un video con las fotos y nombres de las personas desaparecidas. Desde donde nos encontrábamos, gritamos muy fuerte presente luego de cada nombre, entonando al final las estrofas del himno nacional, para hermanarnos en la resistencia.
Fue tan amplia la respuesta que, entre conversaciones y mates, surgió la idea en el 2021 de continuar y profundizar lo que nació de forma espontánea, logrando así que mayo sea el mes de la memoria.
Al año siguiente, en el 2022, que desde el Ministerio de Defensa se anunció un proyecto para convertir mayo en el mes del soldado, generando una disputa entre una decisión nacida y sostenida por el pueblo, contra un sinsentido impuesto. A pesar del proyecto, la memoria estaba arraigada en la gente, que continuó sembrando margaritas por doquier.
Ya para entonces, la presencialidad había retornado y pudimos reencontrarnos nuevamente en las calles, en un mar de gente consagrando y reivindicando la eterna consigna de Memoria, Verdad y Justicia.
Porque el pueblo no olvida, es que continuamos defendiendo esta digna causa, a pesar de los embates revisionistas que intentan imponer una falsa teoría de los dos demonios y escribir la historia a su gusto; historia que se repite con una nueva provocación, al discutir un proyecto de ley que beneficia con prisión domiciliaria a quienes cometieron delitos de lesa humanidad, alegando falsas razones humanitarias para quienes conocen poco de humanidad.
Así, este mayo volvemos a encontrarnos nuevamente, ya no sólo en la marcha: en mayo, las margaritas empiezan a florecer, en balcones, muros, atadas como pañuelos en mochilas, en cada rincón del país y del mundo, en la presencialidad o en la virtualidad. Si algo ha logrado esta experiencia, es que esta causa se expanda y sea apropiada por todo aquel que quiera derrotar la impunidad, por todo el que busca verdad, esperando que se haga justicia y reivindicando que Nunca Más haya Terrorismo de Estado.
En un año especial, a 50 años de la heroica Huelga General que hizo que la dictadura nazca herida de muerte, la memoria sigue y seguirá viva, recordando y reivindicando a todos aquellos que dieron su vida enfrentando al fascismo, por una sociedad más justa e igualitaria.
Este 20 de mayo marcharemos bajo la consigna ¿Dónde están? Nunca más Terrorismo de Estado, en un silencio ensordecedor, codo a codo compartiendo espacios de resistencia y lucha en el campo de los Derechos Humanos.
(*) Secretaria de Derechos Humanos del PCU.
Foto de portada:
27° edición de la Marcha del Silencio por la Av. 18 de Julio en Montevideo en el año 2022. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS.