La pasada jornada un misil impactó en la localidad polaca de Przewodów, en la provincia de Lublin, territorio cercano a la frontera con Ucrania.
El impacto del misil afectó instalaciones para el secado de granos y según consignó Rusia Today (RT) produjo dos víctimas fatales.
De forma inmediata diferentes agencias adjudicaron a Rusia la responsabilidad del ataque especulándose que se trataba de un ataque directo a un país de la OTAN, por lo que la alianza debería responder al mismo.
A pesar de estas especulaciones, el mandatario estadounidense, Joe Biden, informó a sus pares de la alianza y del G7 que la información disponible indicaba que el ataque no había sido responsabilidad de Rusia.
De acuerdo al mandatario estadounidense el misil procedía de Ucrania y formaba parte del sistema de defensa antiaérea de dicho país.
Las versiones preliminares de un supuesto ataque ruso fueron desmentidas, de forma enérgica, por el Ministerio de Defensa de Rusia que señaló que las declaraciones de «varias fuentes ucranianas y de funcionarios extranjeros sobre la supuesta caída de ‘misiles rusos’ son una provocación deliberada con el fin de una escalada de la situación».
Rusia recalcó que no existían indicios de que la caída de un proyectil fuera un ataque intencionado contra el país, lo que fue reafirmado por el presidente polaco, Andrzej Duda.
De acuerdo a RT, el presidente polaco afirmó “que lo más probable es que fuera un misil del sistema de defensa aérea S-300 de fabricación soviética, producido en la década de 1970”, agregando que no se tenían “pruebas de que haya sido un misil disparado por la parte rusa».
Por su parte el primer ministro polaco, Mateusz Mroawiecki declaró que era altamente probable que el misil proviniera de la defensa antiaérea ucraniana”, razón por la cual el país no invocará “el artículo 4 del tratado de la OTAN, sobre consultas en caso de amenaza”.
A pesar de ello aclaró que dicho “instrumento todavía está en nuestras manos”, añadiendo que aún no se había tomado una resolución final.
Luego de estas declaraciones, María Zajarova, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia se preguntó si los que acusaron a Rusia de forma ligera se disculparían.
«El presidente de Polonia ha calificado la caída del misil de ‘accidente’. Ayer, escuchamos la histeria de los funcionarios y políticos polacos. ¿Las agencias polacas que se permitieron arrebatos antirrusos y convocaron al embajador [ruso en Polonia Serguéi] Andreev a medianoche no quieren disculparse?», comentó Zajárova.