José R. Oro (*)
Termina octubre de 2024, y continúan sin piedad ni esperanza alguna, las terribles crisis en la Franja de Gaza y Ucrania se están produciendo agresiones sionistas contra Irán que amenazan con irse fuera de control y la telenovela de las elecciones generales (principalmente la atención se centra en las elecciones presidenciales) de Estados Unidos ocupan una parte de la atención local y mundial. Nuestra patria, Cuba, con la frente en alto está de nuevo en la Asamblea General de la ONU para denunciar ante el mundo la brutal guerra económica que le impone la nación más poderosa de la Tierra por más de 6 décadas. Cuba da una nueva batalla para aprobar la Resolución de condena al Bloqueo contra nuestro país titulada, “Necesidad de poner fin al Bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
El 29 y el 30 de octubre son días otoñales nublados, con una temperatura agradable –entre 14⁰ y 22⁰ C– en el impresionante Manhattan, New York, donde la vida no cesa, el tráfico no se detiene, tal y como fuera hace mucho tiempo cuando José Martí viviera en la urbe y advirtiera el peligro de representaba EE.UU. para la libertad de Nuestra América.
En la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tampoco se interrumpe el movimiento ni por un instante, muchas personas entran y salen constantemente del impresionante complejo de edificios a la orilla del East River.
Este ha sido un año singular donde Cuba ha sido escogida como país socio durante la Cumbre de los BRICS y ha participado en muchas otras actividades de relevancia mundial donde nuestro país incrementó su prestigio internacional, en medio de considerables dificultades de todo tipo que afectan dolorosamente a nuestro pueblo. Esta será la trigésimo segunda ocasión en que la Asamblea General vote el proyecto elaborado por Cuba contra ese conjunto de medidas, calificado en estos espacios como sinsentido y obsoleto.
Se percibía por todo el enorme complejo de la ONU una tensión mucho mayor que hace un año atrás (que no era poca en aquel momento), incrementadas medidas de seguridad y la actitud general de los presentes, lo más difícil encontrar era a alguien sonriente. La delegación cubana, sin estar desplegando alegría, si mostraba su característica serenidad y la expresión de seguridad en el triunfo de su causa que es típica de quienes tienen la razón de su parte.
Poco después de las 10:00 am se dio por iniciada la sesión de la Asamblea General en su primer día para tratar el tema del Bloqueo anticubano. Los dos documentos de mayor importancia fueron el Reporte a la Asamblea General de la ONU por parte del secretario general de esa organización A. Guterrez, nombrado documento 38 (A/79/80) y el manuscrito de la Resolución contra el Bloqueo documento (A/79/16), basado en el documento denuncia de Cuba. El borrador de la Resolución “Necesidad de poner fin al Bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba” será discutido, y se producirán decenas de intervenciones antes de su votación al final del segundo día de sesiones.
Inauguró la sesión el presidente de la Asamblea General de la ONU, después de lo cual se produjeron Intervenciones del Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil Mauro Luiz Iecker Vieira, que fue seguido por el embajador de Singapur en representación de los Países de la ASEAN, del embajador de Camerún representando a la Organización de Cooperación Islámica, el representante de Honduras expreso la opinión de la CELAC, la embajadora de Eritrea, seguida por el embajador de Uganda representando a los Países No Alineados, el representante permanente de Irak trajo las consideraciones del Grupo de los 77 + China, mientras Chad representó a la Organización de Unidad Africana, le siguió el representante de Granada por la comunidad del CARICOM, el representante de Dominica y los diplomáticos de la Federación Rusa, México, Filipinas, Venezuela, San Vicente y las Granadinas, Namibia, Panamá, Guinea Ecuatorial, Argelia, Belarus, Trinidad-Tobago, Santa Lucia, Malasia, África del Sur, República Popular China, Guyana. Una impresionante intervención fue la del representante de Siria, a quien siguió la representante de Zimbabue, con lo que el presidente de la Asamblea dio por concluida la sesión y llamó a su continuación el siguiente día.
Todos los diplomáticos dijeron que era necesario terminar con el Bloqueo contra Cuba y como este afecta al pueblo cubano causando descomunales perjuicios a la economía nacional, de cómo se lamentaban que los Estados Unidos persistiera en algo que había sido denunciado y rechazado por más de 30 votaciones casi unánimes de la Asamblea General y otros punto semejantes, Varias delegaciones (entre ellas Brasil, Venezuela Argelia y Siria) incluyeron la demanda de sacar a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo, del que en realidad es víctima.
Concluyó la primera jornada y ya estaba claro que se produciría otra decisiva victoria de nuestro país en la votación que tendría lugar el siguiente día. También en numerosas intervenciones se exigió que Cuba saliera de la Lista unilateral de países que patrocinan al terrorismo, algo tan absurdo que realmente da vergüenza imaginar que Cuba haya sido incluida en ella.
La segunda jornada, miércoles 30 de octubre
La jornada final de estas sesiones fue mucho más emocionante que la primera, decenas de intervenciones de los diplomáticos acreditados ante la ONU, para mi fueron muy impresionantes las de Jamaica, Belice, Perú, Chile, Colombia –donde se refutó por completo la imaginaria justificación usada para incluir a Cuba en la infame lista de Países que Patrocinan el Terrorismo, conocida por sus iniciales en inglés SSOT– de varios estados africanos y varias otras que escaparon del formalismo y denunciaron con dureza desconocida en el pasado al bloqueo y exigieron ponerle fin de inmediato.
La intervención más importante de la segunda jornada fue la del canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla:
“Durante 5 días, del viernes 18 al miércoles 23 de octubre, las familias cubanas estuvieron privadas, salvo pocas horas, de electricidad, con la ansiedad de que los alimentos se echarían a perder y no sería posible o muy costoso reponerlos, y muchas de ellas carecieron de agua corriente. Los hospitales funcionaron en condiciones de emergencia y las escuelas y universidades suspendieron sus clases. Las entidades interrumpieron sus actividades y las esenciales mantuvieron sólo las vitales. La economía se detuvo”
“Los hospitales funcionaron en condiciones de emergencia y las escuelas y universidades suspendieron sus clases. Las entidades interrumpieron sus actividades y las esenciales mantuvieron sólo las vitales. La economía se detuvo”
“La causa primaria del fallo del Sistema Eléctrico Nacional fue la carencia de combustible que afectó la generación y provocó inestabilidad asociada al estado precario de nuestras plantas, ambas consecuencias directas de las medidas extremas de guerra económica aplicadas por el gobierno estadounidense desde 2019, específicamente diseñadas para impedir los suministros de combustible, y de partes y piezas para el mantenimiento técnico a nuestras plantas e instalaciones eléctricas, así como para obstaculizar la inversión y el acceso a financiamiento”
“El daño a la economía cubana de 18 días de bloqueo asciende a 252 millones de dólares. Ese dinero que nuestro país pierde o deja de recibir, bastaría para asegurar el mantenimiento a nuestras termoeléctricas, adquirir las piezas de repuesto que permitirían asegurar el normal funcionamiento de esas plantas, y evitar los cortes de energía. Los daños por 5 meses de bloqueo equivalen al total de las importaciones cubanas anuales de combustible que promedian unos 2 mil millones de dólares”
“Las causas de esta situación son diversas, como lo pueden ser para cualquier país. Son tanto de carácter interno, como también derivadas de acontecimientos internacionales, que escapan a nuestra capacidad de acción”
“Lo que es singular, lo que es extraordinario respecto a Cuba, es el empeño deliberado de los Estados Unidos en asfixiar la economía nacional, sabotear y poner obstáculos significativos para impedir nuestro crecimiento y desarrollo. Ningún país, incluso aquellos con economías mucho más robustas que la cubana, podría encarar una agresión tan brutal, asimétrica y extendida en el tiempo, sin un costo considerable para el nivel de vida de su población”
“Estados Unidos busca enviar un mensaje de escarmiento. Con el bloqueo económico contra Cuba, el imperialismo advierte al mundo entero que toda nación que se atreva a defender con firmeza su soberanía y construir su propio futuro, pagará un precio por su rebeldía. Nadie puede dudar de la capacidad que tiene hoy los Estados Unidos para golpear con fuerza demoledora la economía de cualquier nación. En el caso de Cuba, lleva 64 años haciéndolo”
“El bloqueo contra Cuba es una guerra económica, financiera y comercial y califica como un crimen de genocidio. Es una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos de nuestro pueblo. Es el sistema de medidas coercitivas unilaterales más abarcador, integral y prolongado que se ha aplicado a lo largo de la historia contra país alguno”
“¿Cómo sería Cuba hoy de haber contado con los 164 mil millones de dólares de los que nos ha privado el bloqueo desde su imposición? Esos daños ascienden a 1 billón 499 mil 710 millones de dólares, si se toma en cuenta el comportamiento del dólar frente al valor del oro”.
“El respaldo a la resolución será también un justo reconocimiento a la heroica resistencia del noble, digno y solidario pueblo cubano. En su nombre, les solicito respetuosamente que voten a favor del proyecto L.6, titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. Muchas gracias”
Se produjo la votación que, aunque esperada (aunque no de forma tan aplastante), nos llenó de emoción, 187 países votaron a favor de Cuba, solo dos (ya sabemos cuáles) y una abstención (de Moldavia, republica exsoviética). El representante estadounidense ante el máximo organismo mundial trato de ignorar la contundente votación de 187 países a favor de la Resolución, repitió el gastado hablando machaconamente sobre las imaginarias violaciones de los DD.HH., en Cuba, donde las únicas violaciones de este tipo tienen que ver con el super inhumano y super prolongado bloqueo, con la brutal guerra económica que ejecuta Washington contra nuestro país. La mejor demostración del pobre resultado de esta infame intervención del representante estadounidense era como ante nuestros ojos diplomáticos de decenas de países, se levantaron y se marcharon sin prestarle atención.
Cuando el canciller cubano concluyó su discurso se produjo un fuerte aplauso, así como cuando se mostró el resultado de la votación.
(*) Ingeniero cubano residente en EE.UU, extracto del artículo publicado en Cubadebate.