En una imagen que parecía un dejá vu, Estados Unidos procedió a efectuar la evacuación de su personal diplomático en Kabul.
La pasada jornada, helicópteros de las Fuerzas Armadas estadounidense reeditaron, con la evacuación del personal norteamericano, lo sucedido un 29 de abril de 1975, en Saigón.
A 20 años de la invasión del territorio afgano y luego del enorme despliegue militar y tecnológico para la “lucha” contra el terrorismo y los talibanes, Estados Unidos, a diferencia de lo que había afirmado Biden, que nunca sucedería, retira todo su personal y una vez más, marcha derrotado a casa.
Las imágenes y noticias de diversos medios de prensa, muestran la dimensión de la derrota militar y moral de un ejército que, en acuerdo tácito con la OTAN, hace 20 años impulsara la intervención militar a la ya entonces, empobrecida nación afgana.
Mientras se hacía efectivo el retiro de los diplomáticos norteamericanos los grupos de rebeldes talibanes arribaban a Kabul y tomaban el control de todo Afganistán.
En este sentido, la agencia de prensa Sputnik consignaba que “los talibanes llegaron al Palacio Presidencial en la capital afgana para las negociaciones con las autoridades”, intentando con ello un traspaso de poder que no tuviera como centro el despliegue de la fuerza.
Según Rusia Today (RT), los talibanes han “ordenado a sus miembros que se abstengan de la violencia”, y advirtieron que no querían “que ni un civil inocente resulte herido o asesinado”.
A la par de los estadounidenses, el presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonó el país en compañía de otros funcionarios gubernamentales, con rumbo a Uzbekistán, y luego a un tercer país.
Según consignó el canal de noticias 1tv, “el Ministro del Interior afgano, en funciones, declaró que el poder será transferido a un gobierno de transición”.
A la par que los helicópteros y aviones norteamericanos se alejaban, las palabras del mandatario estadounidense la pasada semana, “advirtiendo” a los talibanes que “recibirían una respuesta militar rápida y fuerte si los intereses estadounidenses son atacados durante la retirada de sus tropas”, suenan hoy en Kabul, como una lápida que cae, una vez más, para sellar la derrota del imperio en la nación afgana.