Por los derechos y contra los recortes

Este domingo, 28 de noviembre, se eligen, por votación obligatoria y secreta, los representantes sociales en el Directorio del Banco de Previsión Social (BPS). La elección también será una expresión de la opinión de 1.800.000 uruguayas y uruguayos sobre el ajuste implementado por el gobierno de derecha, con la Ley de Urgente Consideración (LUC) como instrumento central, en toda la sociedad y en la Seguridad Social en particular.

En nuestro anterior editorial planteábamos cuatro puntos que explican la importancia de estas elecciones. El primero, su dimensión, hay alrededor de 1.8000.000 personas habilitadas para votar: un poco más de 1.000.000 de trabajadoras y trabajadores; más de 570 mil jubilados y jubiladas y pensionistas y unas 200 mil empresarias y empresarios. El segundo, es que esta elección se suma a las realizadas en el Sindicato Médico del Uruguay, los órganos de Co Gobierno de la Universidad de la República y los espacios de participación en la Educación Pública que dejó la LUC, como un termómetro de la opinión pública. En todas las elecciones anteriores las listas que organizó, financió y apoyó el gobierno o sus partidos, perdieron. El tercero, tiene que ver con ratificar en las urnas, como ya se ha hecho en la calle y cotidianamente, la representatividad de las organizaciones populares, en particular de la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (ONAJPU) y el PIT-CNT, desafiadas por listas vinculadas a “Un solo Uruguay” y el gobierno, que, aprovechando resquicios abiertos por la LUC, intentan a punta de dinero bastardear la representación social en el Directorio del BPS. El cuarto, es por la trascendencia de la Seguridad Social, en cualquier circunstancia, pero más en esta, de crisis económica y social, agravada por la pandemia.

Hoy, a pocas horas de realizarse la elección, queremos concentrarnos en estos dos últimos puntos. Defender la representatividad de las organizaciones populares no es un tema menor. Es clave para enfrentar con éxito la restauración conservadora y el ajuste neoliberal, dese la materialidad y desde la subjetividad. Para el credo neoliberal la sociedad es un conjunto de individuos aislados y los únicos derechos que se les son reconocidos son los inherentes a su condición de consumidores. En esa concepción las organizaciones populares están de más, molestan. Para quienes creemos que la democracia es un proceso permanente de construcción de libertad e igualdad y un espacio de transformación social, el protagonismo popular organizado es imprescindible. Y para que este se realice se necesitan las organizaciones populares, los colectivos.

Nada más y nada menos que eso estará en juego este domingo. Nadie duda que el PIT-CNT es la principal organización y las más representativa entre las y los trabajadores: más de medio siglo de unidad, 60 filiales de todos los sectores de la ciudad y el campo, 400 mil afiliados, presencia organizada en los 19 departamentos y un nivel de convocatoria y propuesta que solo un miope o un necio pueden discutir, así lo demuestran. Lo propio ocurre con ONAJPU, más de 100 asociaciones de jubilados y pensionistas en todo el país, una lucha histórica, cuya unidad cuajó hace 30 años y una práctica social cotidiana, así lo avalan. La calle y la vida legitiman, en el pasado y en el presente, al PIT-CNT y la ONAJPU, pero hay que ratificarlo, una vez más, en las urnas. Las listas de la ONAJPU y el PIT-CNT son desafiadas por engendros creados a la carta, apoyados por “Un solo Uruguay” y por los partidos que integran la coalición de derecha en el gobierno. De hecho, las listas para la representación de trabajadores, empresarios y jubilados que impulsa “Un solo Uruguay”, se presentaron todas juntas, insólitamente, jubilados y trabajadores, en la misma mesa, levantando los mismos planteos que los empresarios; y en un hotel de lujo en Punta del Este, más insólitamente aún. Si no fuera tan grave desde el punto de vista democrático, sería hasta cómico.

Las únicas listas realmente gremiales y representativas de las y los trabajadores, jubilados y pensionistas, son la 1 y la 11, y entre los empresarios, la 22. Han sido conformadas democráticamente, no por el capricho de unos pocos y su dinero, y además tienen organizaciones atrás a las que los representantes electos rendirán cuentas.

En cuanto a la importancia de la Seguridad Social, y, como señalábamos, más aún en un contexto de crisis económica y social, está fundamentada de sobra, pero es necesario profundizar un aspecto concreto de este enfoque general.

A la trascendencia per se del tema de la Seguridad Social se agrega ahora que el gobierno de derecha está impulsando una reforma regresiva de la misma, amparándose en lo dispuesto por la LUC.

Se trata de una reforma exprés, discutida entre gallos y medias noches en una Comisión de Expertos, creada por la LUC, que evita, justamente, la participación social, que si tiene el Directorio del BPS.

La propuesta de reforma de la Seguridad Social, fue redactada solamente por los 9 integrantes de la Comisión de Expertos que responden al Poder Ejecutivo. Su impacto es de tal magnitud que el gobierno salió a decir que no era vinculante y está evitando explicarla antes de las elecciones del domingo y, sobre todo, antes del referéndum para anular 135 artículos de la LUC.

Esta propuesta de reforma de la Seguridad Social le aumenta la edad y los años de trabajo y aporte para jubilarse a más de 1 millón de uruguayas y uruguayos. Plantea más años, tanto de trabajo como de aportes, al barrer, en general, 5 años; pero también, si se implementa esta reforma hay mucha gente que va a tener que esperar hasta los 71 años para poder cobrar un ingreso mínimo. Además, se aumentan las edades para que las mujeres puedan acceder a una pensión por viudez, en este caso son 5 años que pueden llegar a ser 10.

Como si esto fuera poco, se aportará más años para cobrar menos al jubilarse. Comparando el régimen actual con el futuro, a un número importante de personas se les va a rebajar un 20 y hasta un 30% las jubilaciones. Esto va a golpear fuertemente en los sectores medios de nuestra población; quienes aportan IRPF van a ser sensiblemente perjudicados en caso de que estas recomendaciones se hagan ley.

Se pasa a un sistema mixto peor que el actual, hay más AFAP, para todas y todos los trabajadores de todas las cajas, y se pasa de aportar a dos fondos como es actualmente, a cuatro fondos, aumentando los costos y los riesgos. Las AFAP tienen más instrumentos para cobrar y para recibir sus comisiones, que ya son muy altas, ahora podrían cobrar a un trabajador la comisión, aunque esté sin trabajar, cobrando del monto acumulado en su cuenta individual.

Las únicas listas que representan legítimamente a las y los trabajadores y a las y los jubilados y pensionistas son la Lista 1 y la Lista 11. Las únicas listas que rechazan la reforma de la Seguridad Social que impulsa el gobierno y que implica más años de trabajo, más años de aportes, menos jubilaciones y pensiones, más AFAP, menos seguridad y más costos, son la Lista 1 y la Lista 11.

Por todo esto, este domingo 28 hay que votar la Lista 1, que apoya la ONAJPU, encabeza Sixto Amaro y tiene como lema: “Voz y voto para tus derechos, siempre”, para el representante de las y los jubilados y pensionistas. Y hay que votar al Lista 11, que apoya el PIT-CNT, lleva como primer candidato a Ramón Ruiz y tiene como consigna: “Con la gente que trabaja”, para representar a las y los trabajadores.

Para defender los derechos y contra la reforma y los recortes. Por el presente y por el futuro.

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