20220815/ Javier Calvelo - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ Sede de OSE en la calle Carlos Roxlo en Montevideo. OSE (obras sanitarias del Estado) en la empresa pública uruguaya encargada del abastecimiento de agua potable y saneamiento en todo el país. El servicio de agua potable en Uruguay se remonta a 1867, después de una gran sequía. Desde 1875 (cuando la ciudad de Montevideo ya contaba con un sistema cloacal) la empresa es propiedad del Estado. En la foto: Sede de OSE en Montevideo. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

Proyecto Neptuno entrega el agua a capitales privados

La iniciativa para potabilizar agua del Río de la Plata no garantiza el suministro, alertan.

Pablo Silva Galván

El proyecto Neptuno no garantiza el suministro de agua hasta 2045 y  “se resolvió a las apuradas, con falta de transparencia, sin sustento técnico, social y político, un tema que debe ser objeto de amplios acuerdos y políticas de Estado”, afirmó el director por el Frente Amplio (FA) en la Administración de las Obras Sanitarias del Estado (OSE), Edgardo Ortuño. “Se abre el tiempo de las acciones legales para intentar revertirlo”, precisó. Por esta razón la fuerza política recurrirá ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA). Procuran que este declare la anulación del proyecto de la planta potabilizadora Arazatí, en San José.

En esa línea es que los legisladores del FA anunciaron el miércoles que recurrirán ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) para frenar la licitación. Y no descartan ninguna medida.

Se trata de una iniciativa para tomar agua del Río de la Plata para su potabilización y bombeo a Montevideo. Si bien el Poder Ejecutivo y el directorio de OSE trabajan desde hace tiempo en este proyecto, que supone la entrega de la potabilización a una empresa privada, limitándose OSE a la distribución, fue aprobado a las apuradas en estos días y presentado el martes en conferencia de prensa por el presidente Luis Lacalle Pou. Sin embargo Ortuño precisó que su aprobación se hizo “con cambios sustanciales y llamado a licitación, con 24 horas para su estudio, sin informes de técnicos de OSE. La Planta de Arazatí será más chica de lo previsto y la tubería de menor calidad”.

Conocida la presentación del proyecto Ortuño fue categórico: “Neptuno no garantiza el abastecimiento de agua potable en veranos secos ni el déficit a 2045. Se deberá construir la Represa de Casupá en menos de 10 años”. Y agregó que, por ejemplo, no soluciona el problema de la salinidad del agua de la zona elegida, tema sobre el que han alertado informes de la Universidad. 

Destacó que “se harán menos obras con gestión privada U$U 300 Millones más cara que la gestión pública. OSE operará y pagará U$U 40 millones por año al consorcio propietario de la Planta por la disponibilidad de la infraestructura. Mal negocio contrario al Plebiscito del Agua de 2004”.

A su juicio “no se resuelve la salinidad que impediría funcionar en verano. Se reduce la reserva de agua dulce, Polder, de 42 a 25 días de respaldo cuando en 2022 se registraron 86 días con salinidad por lo que la planta hubiera estado parada sin producir una gota de agua potable”.

Además “no se atienden los aspectos ambientales alertados por la academia”. El estudio de Impacto Ambiental “lo estudiará el privado”.

Recordó que OSE “cumplirá el próximo mes 70 años de vida como empresa pública. Debido a lo resuelto por el gobierno, por primera vez, la OSE potabilizará el agua para todas y todos en una planta privada que no será de su propiedad, por la cual tendrá que pagar 40 millones de dólares al año durante 18 años a un privado para poder hacer su trabajo y potabilizar el agua, con un costo al final de los 20 años del proyecto, de más de 740 millones de dólares”.

Para el director frenteamplista el agua “debe ser objeto de grandes niveles de participación y acuerdos y tener un fuerte sustento técnico”. No obstante el gobierno prefirió seguir “un formato exprés”, donde “a las apuradas” y “a los empujones” aprobó el proyecto. Precisó que este carece de “informes técnicos de las gerencias especializadas de la OSE, que no conocían el estudio de factibilidad técnico aprobado y que no han sido consultados”.

“No es cierto que se dice que esto es una inversión privada y que no le costará nada al sector público. Porque con estos pagos de 40 millones de dólares, todas y todos pagarán ese sobrecosto”, afirmó.

“De forma apresurada, con marchas y contramarchas, [el Gobierno] termina aprobando, en menos de 24 horas, un proyecto por 18 años”, aseveró.

Para Ortuño sostuvo la iniciativa será un “proyecto recortado”, la planta será “más chica” que en el proyecto original, lo que “supone una menor capacidad de producción”.

Ffose rechaza

La oposición llegó, como era de esperar, del sindicato. La Federación de Funcionarios de OSE (Ffose) consideró que detrás del proyecto “hay un negocio financiero. El presidente de la República [Luis Lacalle Pou] dijo que la OSE no va a pagar nada, pero es una verdad a medias”, aseveró el presidente de de la federación, Federico Kreimerman. “No va a pagar nada mediante la construcción, pero una vez terminada la planta y se habilite para la operación se le va a pagar [al inversor] un canon de millones de dólares”, agregó.

Para el sindicato el inversor no solo va a recuperar su inversión, sino que también va a obtener una ganancia. “El dinero con el que OSE va a pagar esto sale de las tarifas”, sostuvo Kreimerman.

A juicio de Ffose es “raro” que se diga que el proyecto no vulnera el artículo 47 de la Constitución de la República porque la empresa pública lo opera y el privado lo mantiene. “Queremos alertar que cada vez que exista un problema de agua potable va a ser un problema de operación o de mantenimiento”, concluyó.

Durante la conferencia en la Torre Ejecutiva Lacalle dijo que se trata de la inversión “más grande en esta área de los últimos 150 años en el país. Es una inversión que va a superar los US$ 200 millones” (…) “Es una inversión que hace a la seguridad para poder tener agua potable sin perjuicio de sequías o de fallas técnicas”.

La iniciativa consiste en la construcción de una nueva planta potabilizadora para captar agua del Río de la Plata, con una estación de bombeo y una tubería aductora de 80 kilómetros de largo hasta Montevideo.

Foto de portada:

Fachada de la sede central de la OSE con reclamos del sindicato. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS.

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