Las declaraciones realizadas por el comandante del Comando Sur, Alvin Holsey, durante su presentación ante el Senado de Estados Unidos sobre Venezuela, fueron firmemente repudiadas por el gobierno Bolivariano.
Durante su intervención en el Congreso, el alto militar estadounidense acusó al gobierno venezolano de mantener presuntos vínculos con el narcotráfico, la corrupción y la desestabilización, en lo que ha sido denunciado por Caracas como una nueva campaña de fake news y de guerra sucia en su contra.
“Estas afirmaciones carecen de fundamento y repiten la misma narrativa engañosa, comprada por la administración Biden, con la que la ultraderecha venezolana los ha estafado, utilizando millones de dólares provenientes de las contribuciones de ciudadanos estadounidenses”, denuncia un comunicado de la Cancillería venezolana.
El documento subraya su rechazo a las “descalificaciones de organizaciones militares estadounidenses”, quienes como el Comando Sur, “tienen un historial de injerencismo y actitudes colonialistas”.
En el comunicado, la Cancillería afirma “que las imputaciones de “narcotráfico, corrupción y desestabilización no son más que fake news y campañas de guerras sucias del pasado, que ya han demostrado su fracaso”, agregando que, con dichas afirmaciones, lo único que pretende Estados Unidos es “encubrir sus errores entre ellos la complicidad y corrupción que ha conducido al contexto que muestran los extremistas en Venezuela”.
Con dicha narrativa, se añade, se proponen “encubrir las verdaderas redes de tráfico ilícito en la región, cuyas rutas son ampliamente conocidas por el Comando Sur”.
Venezuela, señala el documento, “enfrenta al narcotráfico con un modelo de país construido sobre la base la soberanía y la responsabilidad”.

