Mike Pompeo, exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y exsecretario de Estado durante el gobierno de Donald Trump confirmó en el transcurso de una entrevista de prensa que, en los tiempos que dirigió la Agencia se prepararon acciones encubiertas para secuestrar y matar al fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange.
En sus declaraciones al podcast The Megyn Kelly Show, el exfuncionario estadounidense afirmó que consideraba que “las fuentes que revelaron la información fueran enjuiciadas”.
“Las 30 personas que supuestamente hablaron con uno de estos periodistas deberían ser procesados por hablar sobre actividad clasificada dentro de la Agencia Central de Inteligencia”, afirmó Pompeo.
El ex director de la CIA reconoció que “algunas partes” de la información sobre los planes de la Agencia, que fueran publicados hace pocos días en un informe periodístico, eran ciertos.
Pompeo reconoció, además la veracidad de la agresiva campaña que la CIA organizó contra Wikileaks, a raíz de la publicación de los documentos de la “Bóveda 7”.
Según consigna Kaosenlared, la publicación de estos documentos fue fruto de una filtración de datos de la CIA durante su gestión al frente de la Agencia de Inteligencia estadounidense.
Los datos filtrados a la prensa incluyeron la descripción de “algunas de las herramientas y métodos de piratería que utilizaba la agencia”.
“Cuando los malos roban estos secretos, tenemos la responsabilidad de ir tras ellos”, enfatizó Pompeo.
Una investigación de Yahoo! News, entrevistó a 30 exfuncionarios de la CIA, y a partir de la misma se conoció que en 2017, “al enterarse de la posibilidad de que el servicio secreto ruso intentara trasladar a Assange a Moscú para darle asilo, se comenzaron a bosquejar distintos planes para secuestrar e incluso matar al australiano, que en ese momento estaba refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres”.
De acuerdo a los informantes, el plan diseñado por la CIA “incluía un enfrentamiento a tiros con los funcionarios del Kremlin por las calles británicas, estrellar un auto contra el vehículo que trasladara a Assange y disparar al avión que lo llevaría a Rusia antes de que pudiera despegar”.
El informe de Yahoo! News, agregaba que “Mike Pompeo estaba motivado para vengarse de WikiLeaks, después de que el sitio web publicara herramientas confidenciales de ‘hackeo’ utilizadas por el organismo”.
De acuerdo a la agencia de noticias, “los proyectos multifacéticos de la CIA habrían incluido un amplio espionaje a los asociados de WikiLeaks” con el objetivo de sembrar “la discordia entre los miembros del grupo”, así como el robo de sus dispositivos electrónicos.
Consultado por Yahoo! News, Ben Wizner, director de la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU) afirmó que los dichos de Pompeo “verificaron la veracidad de la investigación periodística, porque la única razón para procesar a alguien es que reveló información clasificada legítima”.
Al conocerse las declaraciones de Pompeo, el relator especial de las Naciones Unidas sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Nils Melzer, afirmó en su centa en Twitter “que el caso no se trata de la ley. Se trata de intimidar al periodismo, de suprimir la libertad de prensa, de proteger la inmunidad de los funcionarios estatales”.
Conocidas las declaraciones del ex secretario de Estado norteamericano, Barry Pollack, abogado de Assange en Estados Unidos afirmó que “como ciudadano estadounidense, me parece absolutamente indignante que nuestro Gobierno contemple secuestrar o asesinar a alguien sin ningún proceso judicial simplemente porque ha publicado información veraz”.
El estudio realizado por Yahoo! News, reveló que los planes contra Assange y WikiLeaks, comenzaron “durante el mandato de Barack Obama con la definición de algunos periodistas del sitio web, entre ellos Glenn Greenwald y Laura Poitras, como agentes de información”, lo que produjo importantes debates sobre la legalidad de lo resuelto, por lo que algunos “funcionarios estaban tan preocupados que sintieron la necesidad de informar a los miembros del Congreso sobre las sugerencias del exdirector del servicio”.
De acuerdo a Pollack, la información sobre los planes de la CIA contra Assange, marcan una esperanza en la resolución del caso del activista australiano, “mi esperanza y expectativa es que los tribunales del Reino Unido consideren esta información y esto refuerce aún más su decisión de no extraditarlo a Estados Unidos” afirmó el abogado.
Rolando Arbesún