Informe en minoría del Frente Amplio sobre la Rendición de Cuentas en el Senado, desnuda carencias importantes que golpean con fuerza a la mayoría del pueblo uruguayo, dejando en evidencia a quién favorece la política económica del gobierno: a los malla oro.
Perdedores y ganadores
El senador Oscar Andrade afirmó en su intervención que «hay una política que elige ganadores y perdedores, y entre los perdedores hay un sector importantísimo de la población. Le preguntamos al ministro de Trabajo cuando vino, ¿por qué la política salarial no tiene para estos sectores económicos la posibilidad de recomponer la base salarial? la del 2019 que fue criticada pero en los 15 años del gobierno del FA el salario real creció mas de un 50%. Parte de la campaña electoral fue vamos a bajar impuestos y algunos se bajaron, a los propietarios de mas de 2000 hectáreas, nacionales o extranjeros, les bajaron los impuestos. Ahora se toma como una medida marginal el incremento del IVA a las compras de las tarjetas, de marginal no tiene nada, fue una decisión política que se tomo antes de la pandemia. También con la modificación de la franja del IRPF que no fue neutra, les permitió recaudar más. Que tengamos un 43% de los muchachos en los liceos públicos con inseguridad alimentaria, que tengamos esa misma relación en los CAIF o en las escuelas públicas, son datos de resultados de la condición económica, cuya respuesta debería ser de una magnitud distinta, sobre todo en un contexto de crecimiento económico. Ahora no estamos en el 2002, los números van bien pero cierran con la mayoría de la gente afuera», afirmó.
Barranca abajo
La senadora de Unidad para los Cambios, 1001, Frente Amplio, Silvia Nane, realizó el informe en minoría afirmando que estamos muy lejos de la pública felicidad. «Para intentar situarnos en el día de hoy, voy a hacer un brevísimo resumen desde que iniciamos este periodo de gobierno. Hubo unos días de aquel marzo del 2020 que pasaron entre que algunos no habían terminado los festejos, y otros no habíamos terminado de entender que habíamos perdido, cuando se anunció que había llegado la pandemia a nuestro país», recordó.
«Arrancaron las clases en forma remota. Se fue complicando el trabajo y arrancaron las ollas populares. Empezamos el periodo legislativo con la Ley de Urgente Consideración que cambió aspectos importantes para el país todo. Discutimos esa ley enorme en un tiempo muy acotado, y en una soledad total de debate acá adentro, porque afuera, el miedo andaba en el aire, y juntarse era un riesgo. Se aprobó la ley, y empezamos a discutir el Presupuesto Nacional que profundizó cambios que habían sido iniciados en la Ley de Urgente Consideración. Y el miedo seguía campeando las calles y los hogares. Se aprobó el Presupuesto Nacional hasta 2025. Votamos los Gobiernos Departamentales con 4 meses de atraso. Iniciamos la recolección de firmas. Y el miedo campeaba… y se terminó el 2020. Brindamos por zoom, respetamos esa distancia social que tanto dolía. Cerramos ese año con 100.000 personas bajo la línea de pobreza, no sabemos cuántas ollas populares porque no hay datos; y 2.979 millones de dólares más en los depósitos bancarios», añadió la senadora.
«Y empezó el 2021, vino el verano. Juntamos firmas. En marzo las ollas y merenderos se servían 1.300.000 porciones mensuales. No se blindó abril. Mayo nos pasó por encima. Nos vacunamos. Llegamos a las firmas. Las ollas y merenderos servían en ese invierno, 50.000 porciones más que en marzo. Discutimos en esta casa la Rendición de Cuentas en la que el gobierno ahorró 140 millones de dólares, y en la que no se votaron los 12 millones del Poder Judicial para los Juzgados multimateria, ni 4,5 millones de dólares para atender las situaciones de violencia de niñas, niños y adolescentes, ni 16 millones de dólares para una Universidad de la República que tenía más de 3 mil matrículas nuevas en ciencias. El gobierno entregó el Puerto de Montevideo por 70 años. Nos vacunamos de nuevo. Terminaron las clases. Se terminó el 2021, y brindamos con muchas ausencias», agregó.
Y las ollas continúan…
Es así que el 2021 «cerró con la misma cantidad de porciones en las ollas que en marzo, lo que indica que para muchos nada había cambiado para mejor, pero para otros, si con 3.358 millones de dólares más que el año anterior en los depósitos bancarios. Un dato no menor a tener en cuenta es que al cierre de julio del 2021, estos depósitos ya llegaban casi al total del 2020, o sea la plata se acumulaba más rápido», explicó.
«Vino el verano (este verano). Empiezan las clases. Las ollas, después de dos años promedian las 720.000 porciones mensuales. Votamos en referéndum, la LUC quedó firme. Se festejaba el récord de exportaciones y lamentábamos el récord de violencia que se apoderó de los barrios, y ahora las balaceras te agarran en la escuela, en el liceo, o en la parada mientras esperás el ómnibus. Se abrió la puerta a la fibra de Antel a los que reclamaban entrar en el negocio. Se aceleró el proyecto Neptuno. Se generó la marca «transformación educativa» y a marcha camión salen documentos en versión final para que los docentes den su opinión (?) Se aprieta el acelerador del gobierno. Se complicó la injerencia del narcotráfico, y aún no sabemos dónde. Se justificó un retroceso en las políticas anti-tabaco en beneficio de aquellos a los que un día les habíamos dejado claro que en este país lo primero es la salud del pueblo», añadió la senadora en su informe.
«Y empezamos la Rendición de Cuentas del 2021. Se complicó más la seguridad y la imagen internacional del Estado uruguayo está en un lugar que no queremos. Y esta vez, el peligro está muy cerca del corazón del gobierno. Así estamos en el medio del periodo… en el vendabal de antecedentes sí, antecedentes no. Con más niñas y niños pobres, y claro, con ollas populares. No hemos cerrado el año pero ya sabemos que hay muchas y muchos que ya no buscan trabajo, las ollas siguen porque hay que seguir. Pero sabemos también que ahora será más difícil. No sólo porque hay más adultos que no buscan más trabajo, y porque hay más gurises pobres… se agrega a esto que ahora no son dignas de la credibilidad del gobierno. No bastaron dos años bancando el temporal del hambre en los barrios, para que los grupos de vecinas y vecinos voluntarios y solidarios sean merecedores de confianza. En fin», reflexionó Nane. Mientras «al primer semestre de este año, los depósitos bancarios han aumentado más que en el año entero anterior. El cierre a julio da unos 4.107 millones de dólares más, según las cifras del BCU».
¿Y dónde está el derrame?
«Venimos en la segunda Rendición de Cuentas producto de la aplicación de una política de fuerte raigambre ideológica, que sostiene que el «peso» regulador del Estado debe ser reducido para “liberar” a los «malla oro», para que puedan desplegar todas sus capacidades de generación de riqueza, que luego tras unos pases mágicos, será derramada a todos los integrantes de la sociedad. No compartimos esta idea, obviamente, y el gobierno tiene derecho a que no le importe lo que piensa el Frente Amplio. Pero por lo menos, podrían mirar si el derrame funciona en la realidad, y definir las políticas públicas en función de la evidencia. Pero tampoco», añadió.
«La política de ajuste que el gobierno decidió llevar adelante se basó en el recorte de salarios y pasividades, y en no aportar los recursos necesarios para evitar la caída de miles y miles de compatriotas en la pobreza durante la pandemia. Ya sabemos lo que pasó: 100.000 personas cayeron por debajo de la línea de pobreza en 2020. El responsable de diseñar las políticas públicas para distribuir los frutos del crecimiento entre todos los integrantes de la sociedad (todos y priorizando a los más débiles, por si hay que aclarar), es el gobierno, y no lo hizo. Por eso todavía 66.000 de los 100.000 permanecen en la pobreza mientras tenemos récord de exportaciones, y mientras los “malla oro” generan aumentos de los depósitos bancarios en Uruguay y en el exterior con niveles históricamente altos».
«En suma, en función de la evolución de los principales indicadores económicos, y de las propias proyecciones del gobierno, al final del período tendremos un Uruguay más desigual, más fragmentado, con servicios públicos de peor calidad y con un Estado en retirada», denunció la legisladora del FA.
«Tenemos un gobierno que carece de proyecto de largo plazo, y por lo tanto de rumbo estratégico. Las decisiones se dan en situaciones coyunturales que la mayoría de las veces, además tiene un beneficiario explícito que además se reconoce sin pudor. Somos hoy una sociedad más desigual y con la riqueza más concentrada, y no hay perspectivas reales de cambio en el horizonte. Según las proyecciones del gobierno, entre 2019 y 2024 el PIB crecerá un 9%, por lo cual Uruguay va a producir 5.400 millones de dólares más, pero el salario real, en el mejor de los casos va a ser equivalente al de inicio de este período, y las pasividades, al estar indexadas a la evolución de los salarios, seguirán el mismo camino», añadió.
En resumen «para quienes forman parte del mercado de trabajo, todo el poder de compra perdido a lo largo del período por trabajadores y pasivos, nadie se los devolverá. Para quienes forman parte de las élites económicas, que se queden tranquilos porque los depósitos en cuentas bancarias locales y en el exterior seguirán en alza», resumió la senadora al final de su exposición.
Video sobre la intervención de Andrade:
Foto de portada:
Silvia Nane durante el plenario en el Senado sobre el proyecto de Rendición de Cuentas y Balance de Ejecución Ejercicio 2021. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS