Desde la pasada jornada se han producido nuevas movilizaciones palestinas en Cisjordania, como consecuencia de ello numerosos comercios cerraron sus puertas en respuesta a “la intensificación del asedio de las fuerzas israelíes”.
Según consignó el portal de noticias KaosenlaRed, las protestas se produjeron “en las inmediaciones de los puestos de control de un campo de refugiados en Jerusalén donde se han registrado enfrentamientos entre civiles y las fuerzas sionistas”.
El cierre de los comercios en las ciudades de Ramala, Hebrón y Tulkarem tuvieron como objetivo “denunciar el bloqueo en los campamentos de refugiados de Shuafa” y en el poblado de Anata y Nablus.
La intensificación del asedio de las fuerzas de ocupación sionista comenzó el pasado sábado luego de “la muerte a un militar israelí durante una incursión en el campo de refugiados de Shuafat, al norte de Jerusalén”.
Al denunciar el asedio, el alcalde de la localidad cisjordana de Anata, Taha Rifai, declaró que “el ejército sionista irrumpe en viviendas aterrorizando a las familias, deteniendo a la gente en las calles y revisando sus documentos, mientras obligaban a las tiendas a cerrar”.
La nueva escalada de violencia contra la población palestina ha sido denunciada por varias organizaciones de derechos humanos, quienes señalan que ha habido un incremento de las “agresiones y arrestos arbitrarios”.
Hasta la fecha, más de 44 niños y menores palestinos, han sido asesinados por las fuerzas de ocupación israelí.
