El martes pasado se realizó un acto que desbordó la Sala Zitarrosa, en homenaje al pueblo cubano y contra el bloqueo imperialista.
En el acto estuvieron presentes, entre cientos de participantes que llenaron la sala, la embajadora de Cuba en Uruguay, Zulán Popa; el embajador de Venezuela en Uruguay, Julio Chirino; el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala; el secretario general del Partido Comunista de Uruguay (PCU), Juan Castillo; el senador del MPP, Daniel Caggiani; la senadora del MPP, Sandra Lazzo y los diputados de la 1001 y Unidad para los Cambios, Ana Olivera y Ubaldo Aíta. Así como la presidenta de la Junta Departamental de Montevideo, Sofía Espillar y los ediles departamentales Ricardo Moreira y Miguel Velázquez. También Juan Raúl Ferreira, varios integrantes del Secretariado Ejecutivo de la central obrera, el presidente de la Comisión Nacional de Organización del Frente Amplio (FA), Manuel Ferrer, el secretario político de la Presidencia del FA, Daniel Mariño, el presidente de la CARIFA (Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del FA), Ariel Bergamino, integrantes de la dirección del PCU y la UJC, así como varios representantes de la cultura, entre otros.
Durante el acto hubo un hermoso espectáculo artístico a cargo de Numa Moraes, Patricia Robaina, Matías Romero y la Escuela de Candombe Mundo Afro. La actividad tuvo un alto contenido emotivo conmemorando una gesta histórica del pueblo cubano que se convirtió en un faro de luz para toda América Latina.
Un momento de particular emoción fue cuando se repartieron a todas y todos los presentes pañuelos, que elaboró el PIT-CNT, con la consigna de la convocatoria: Con Cuba, no al bloqueo. La sala Zitarrosa entera se llenó de pañuelos desplegados.
A continuación, transcribimos los discursos completos de la embajadora cubana y del presidente del PIT-CNT, así como el saludo especial enviado por el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira quien no se encontraba en Montevideo.
Zulán Popa: “Defenderemos el legado de nuestros héroes”
“Profundamente emocionada por este calor en medio de las temperaturas bajas de la América del Sur y quiero decir que desde el 1° de enero de 1959 para Cuba y para todos los pueblos del mundo: Siempre es 26. Quiero en nombre del gobierno de la República de Cuba y de nuestro pueblo, pedir un fuerte abrazo para el Comité Uruguayo Antiimperialista. Compañeros Juan Castillo, secretario del PCU, Marcelo Abdala presidente del PIT-CNT, representantes diplomáticos en Uruguay, legisladores y legisladoras. Hermanas y hermanos uruguayos, esta es una jornada muy emotiva para nosotros, hoy mientras celebramos el Día de la Rebeldía Nacional, al cumplirse el 69 Aniversario de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, queremos expresar nuestra profunda gratitud a la solidaridad con Cuba en esta querida tierra rioplatense, que históricamente ha conmemorado esta fecha tan significativa para nuestro país. El 26 de julio de 1953, año del centenario de nuestro héroe nacional, José Martí, un grupo de jóvenes con la guía de Fidel Castro, del líder de nuestra revolución, se colocó a la vanguardia de la lucha por la verdadera independencia de Cuba. En esa oportunidad se destacó también el papel de la mujer cubana, encarnada en Haydée Santamaría y Melba Hernández, las únicas féminas que participaron en la heroica gesta, herederas del espíritu de Mariana Grajales, Ana Bentancourt y tantas otras que nos enorgullecen. El asalto al cuartel Moncada tenía como objetivo desencadenar la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista, iniciada en 1952, a pesar de su derroche de valentía y virilidad, los asaltantes, inferiores en número y armas, no pudieron tomar la fortaleza. La orden del dictador fue eliminar a diez revolucionarios por cada soldado del régimen muerto en combate. La masacre se generalizó y fueron asesinados la mayoría de los asaltantes, los sobrevivientes fueron detenidos tras feroz cacería, enjuiciados y condenados a prisión. Ese suceso que militarmente no alcanzó sus objetivos tiene una trascendencia en todo el devenir del proceso revolucionario cubano desde entonces hasta la actualidad y el futuro. No es posible hablar del Moncada sin hacer referencia a “La historia me absolverá”, brillante alegato de autodefensa que pronunciara Fidel Castro meses más tarde, en el cual plasmo el programa de la revolución. Cuando se piensa en los jóvenes de la generación del centenario y en la sangre derramada contra siglos de lucha por nuestra independencia, en nuestro pecho brotan los más puros sentimientos de patriotismo y la convicción de que tenemos que continuar luchando por ese mundo mejor que soñaron Martí y Fidel. En las actuales circunstancias, cuando el bloqueo de Estados Unidos hacia nuestra patria se recrudece hasta límites insospechados, cuando aplican contra Cuba formulas de la guerra no convencional, con agresiones, falacias y operaciones político-mediáticas, cuando los intentos por asfixiarnos se multiplican, decimos sin vacilar que defenderemos el legado de todos nuestros héroes. Inspirados en su ejemplo seguimos defendiendo nuestra revolución, que constituye un faro para los pueblos del mundo, con la incapacidad de Estados Unidos de derrotar nuestra resistencia. Releyendo a Fidel Castro encontré una frase que se atempera con nuestras circunstancias y cito: “No se dejen confundir por nada, no se dejen engañar jamás por nadie, esa es nuestra esperanza y que este país jamás retroceda y que esta revolución jamás retroceda y que toda la dignidad y la gloria que hemos adquirido no puedan destruirla nunca ese es nuestro compromiso y ese es nuestro juramento por nuestros mártires gloriosos, con nuestros muertos heroicos”.
Nuestro Moncada en los años 2020/2021, fue la lucha contra la pandemia y logramos contenerla con la creación de tres vacunas, hazaña de nuestra comunidad científica y de todo el personal de la salud. Hoy nuestro Moncada es trabajar por desarrollar económicamente a nuestro país, sabiendo que el bloqueo continuará y en medio de múltiples dificultades que nos impone este mundo globalizado, neoliberal y donde el ser humano ha quedado relegado a los planos inferiores. Un ejemplo palpable es la labor desarrollada durante 15 años por nuestra brigada médica cubana en Uruguay, que ya ha realizado más de 100 mil operaciones de la vista, en conjunto con especialistas uruguayos. Me permito concluir con una frase de Díaz Canel Bermúdez: “Nuestra alternativa está clara y nunca será la rendición, ni nos sentimos ni nos dejamos vencer”. A 69 años del Moncada esta sigue siendo la voz de toda la tierra cubana. ¡Viva la revolución cubana! ¡Viva la hermandad entre nuestros pueblos!”
Marcelo Abdala: “Como el agua y el aceite”
“Conmemoramos hoy el 69 aniversario de la toma del cuartel Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y no es en estos momentos una conmemoración más, porque desde nuestra perspectiva, en esta patria de Artigas, cada vez que nosotros conmemoramos el 26 de Julio como un acontecimiento hondo de la historia continental, estamos reafirmando una cuestión de principios que no habrá bloque de poder, campaña mediática, ni imperialismo, capaz de detener: que es la hermandad profunda entre el pueblo y la revolución cubana y nuestro pueblo oriental en lucha para mejorar la vida. ¡Viva la amistad del pueblo cubano con el pueblo uruguayo! ¡Viva la unidad antiimperialista de todos los pueblos de América Latina!
Ya se ha dicho, un grupo de 150 heroicos revolucionarios conducidos por Fidel, a la misma hora que contingentes obreros se van a sus trabajos, apenas pasaditas las cinco de la mañana de un 26 de julio, quisieron tomar el cielo por asalto, con la toma del cuartel Moncada. Y bien ya se dijo aquí, que este acto heroico no se pudo constituir en una victoria militar. ¿Pero qué es lo que conmemoramos? ¿Por qué hay que subrayar este acontecimiento heroico? Porque a pesar de no haberse constituido en una victoria militar, fue una rotunda victoria política y ética, no solamente de la heroica revolución cubana y su proceso, sino de la perspectiva que se abría en esa especie de grito de Ascencio en Cuba para el conjunto de la revolución continental. ¡Viva el 26 de Julio, aniversario de la toma del cuartel Moncada para que todos juntos en nuestro continente, y cada uno de nuestros pueblos tengamos, efectivamente, en nuestra singularidad y a nuestra manera, nuestro propio Moncada, para dar ese grito de alarma para cambiar las cosas!
Tan enorme fue esa victoria ética y política que nuestro continente tiene un faro desde el 1° de enero del año 1959. Y aquí nuestra gente criolla de la República Oriental del Uruguay, bien sabe la enorme importancia de la revolución cubana desde un punto de vista de la perspectiva estratégica, porque nuestras herramientas, las más importantes, construidas al calor de las luchas, en la paciente labor de la diversidad y la unidad, se han ido construyendo como fuerzas motrices de las transformaciones, exactamente al mismo tiempo que nuestro pueblo se educaba en la solidaridad con la revolución cubana y contra el abyecto bloqueo del imperialismo. Por eso, no es solamente un honor para mí y agradezco que me hayan designado como orador en este acto, sino que llamo la atención, porque ese método de dialogo de la lucha de los pueblos en la solidaridad con la revolución cubana, mientras se desarrollaba la unidad sin exclusiones, también es la forma de trabajo, la integración y el método de nuestro Comité Antiimperialista de solidaridad con Cuba y los pueblos del mundo, que hay que respaldar, elevar y ayudar, porque habrá de tener un enorme papel a lo largo y ancho de nuestro país.
No solamente por las jeringas entregadas el año pasado, sino por todo lo que habremos de hacer en solidaridad con la revolución cubana. Este pueblo heroico que enfrenta un bloqueo criminal, que en definitiva pone obstáculos a las posibilidades de construir una buena vida para su pueblo, a pesar de los esfuerzos ingentes de la revolución. Un bloqueo que se agudiza todos los días durante la pandemia y después para asfixiar a la revolución cubana. Qué situación bien distinta nos muestra el panorama global entre el imperialismo y la revolución cubana. En los Estados Unidos con la salud como mercancía, el hacé la tuya, el manejáte como puedas, en medio de la pandemia hizo que la gente empobrecida por el sistema muriera en la calle. Esos mercaderes de la muerte, que negocian con las armas, que permanentemente están apelando a la injerencia en los destinos de los pueblos del mundo. Esos mercaderes de la muerte que lucran con la guerra están por un lado y al frente, al otro lado, la revolución cubana diseñando vacunas, exportando no armas, sino médicos que dan vida, elevando la solidaridad con todos los pueblos del mundo, con las brigadas médicas, ejemplo de solidaridad.
Es como el agua y el aceite, sin duda. Denunciamos y rechazamos el injusto bloqueo que en definitiva es la forma en que el imperialismo norteamericano pretende ahogar a la heroica revolución cubana, del mismo modo que la utilización de campañas mediáticas, como forma de guerra no convencional, el desprestigio de las brigadas médicas en distintos países de América Latina.
En definitiva, son formas con las que el imperialismo norteamericano pretende ahogar al faro de América Latina. Y aquí nuestro país, desde esa perspectiva de solidaridad, organizó como respaldo a la revolución cubana aquella marcha a Punta del Este. Aquí celebramos los enormes lazos de solidaridad entre el pueblo cubano y el pueblo uruguayo, representado por José Martí. Pablo Neruda decía: “Mi pueblo vencerá, todos los pueblos vencerán, uno a uno”. Y en estos momentos en que actuamos en Uruguay enfrentando el ajuste radical de las clases dominantes contra los derechos y los ingresos de las grandes mayorías populares, se empieza a sentir en América Latina el viento tibio, nuevo, de las transformaciones en esta dialéctica de la historia, de un continente que se mueve de conjunto, porque derrotaremos la contraofensiva del imperialismo norteamericano en el continente y abriremos la grandes alamedas de la libertad, de la igualdad y la democracia. Es la manera más eficaz de ser solidarios con Cuba, transformando las cosas y luchar para transformar desde un punto de vista humano en cada país donde actuamos y luchamos. Decía José Martí: “Mi verso es de un verde claro y de un carmín encendido, mi verso es un ciervo herido que busca en el monte amparo. Mi verso, al valiente agrada, mi verso breve y sincero, es del vigor del acero con que se funde la espada”. ¡Viva la revolución cubana! ¡Viva el Moncada! ¡Viva la solidaridad entre los pueblos! ¡Venceremos!”.
Fernando Pereira: Cuba no está sola
“Por razones de agenda no podré acompañarlos presencialmente en el acto a realizarse hoy con motivo del día de la Rebeldía Nacional y 69° aniversario del asalto al Cuartel Moncada. Más allá de esta obligada inasistencia, quiero en nombre del Frente Amplio y el mío propio acompañarlos en este acto tan significativo para el pueblo cubano y los movimientos progresistas de la región. Cuba sigue injusta, ilegal y criminalmente bloqueada, pero no está sola. Junto a ella estamos millones de hombres y mujeres que en el mundo nos identificamos con los valores de independencia y soberanía como forma de convivencia entre los países. Aquella gesta emancipatoria fue un hito en un proceso que continúa y con el cual las y los frenteamplistas hemos sido solidarios y del cual el pueblo uruguayo ha recibido solidaridad, de la cual el Hospital de Ojos José Martí y el programa de la Escuela Latinoamericana de Medicina son apenas dos testimonios concretos. Por todo esto y muchas razones y sentimientos que me resulta difícil expresar en palabras, reciban un afectuoso abrazo”.
Leyenda de foto de la portada:
La embajadora de Cuba en Uruguay, Zulán Popa, junto a varios invitados e invitadas. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS