Las protestas en Irán luego de la muerte de una mujer de 22 años se han expandido a numerosas ciudades del país.
Detenida por la llamada “policía de la moral” por violar el estricto código de vestimenta islámico del país, la joven de 22 años se produjo, según la versión oficial luego de “haber sido detenida por llevar su hijad suelto en la cabeza”.
Para el aparato policial iraní, la forma en que la joven llevaba el hijad era “inapropiada”.
Su muerte desencadenó lo que el portal de noticias KaosenlaRed califica como “una oleada de muestras de descontento”, que llevaron a protestas que ya llevan cinco días y que lejos de aminorarse “se han extendido a 15 ciudades de todo Irán”.
Las protestas cuentan con una mayoritaria presencia de mujeres quienes se han enfrentado “a palizas y posibles detenciones por parte de la policía”, que ha usado gas lacrimógeno y realizado arrestos con el objetivo de dispersar a los manifestantes.
La muerte de la joven iraní es considerada por “muchos iraníes, especialmente entre los jóvenes”, como un claro ejemplo de “la estricta vigilancia de la disidencia por parte de la República Islámica”, así como del “trato cada vez más violento de la policía de la moral contra las mujeres jóvenes”.
Como parte de las protestas, muchas mujeres “se quitaron los velos obligatorios y los hicieron girar en el aire, otras arrojaron sus hijabs a la hoguera, les prendieron fuego o se cortaron el pelo en señal de protesta”.
La detención de Amini por parte de la policía de la moral iraní se produjo el pasado 13 de setiembre en Teherán, mientras visitaba la ciudad, falleciendo luego de pasados los tres días de su aprehensión.
Según la versión policial la joven no fue maltratada y en cambo “afirma que murió de un ataque al corazón”.
La repercusión de este hecho llevó a que el presidente iraní Ebrahim Raisi se comunicara con la familia y prometiera una investigación sobre lo sucedido.
La versión de las autoridades iraníes ha sido rechazada por los familiares de la joven quienes afirman que la misma no padecía de ninguna problemática cardíaca, agregando que se les impidió ver el cuerpo antes de que se produjera su entierro.