Por Gabriel Mazzarovich
Desde el jueves de la semana pasada miles de obreras y obreros de la construcción están en conflicto en la planta de UPM 2 en Durazno. El motivo es el rechazo a acciones represivas y acoso laboral de mandos medios de las empresas contra trabajadores, en especial una mujer.
Las medidas han sido resueltas en multitudinarias asambleas y cuentan con un respaldo completamente mayoritario en la obra. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que no ha hecho nada por evitar estas prácticas persecutorias, que incluyen la prohibición de tomar agua a no ser en el horario de descanso y planteos machistas de sobre exigencia a las mujeres trabajadoras, decidió intimar al SUNCA a respetar “la libertad del trabajo”.
La intimación, fechada el 29 de junio, fue presentada el 30, firmada por un abogado del MTSS y se refiere explícitamente al artículo 392 de la Ley 19.889, la de Urgente Consideración. Este artículo se refiere a “Libertad de trabajo y derecho de la dirección de la empresa” y dice textualmente: “El Estado garantiza el ejercicio pacífico del derecho de huelga, el derecho de los no huelguistas a acceder y trabajar en los respectivos establecimientos y el derecho de la dirección de las empresas a ingresar a las instalaciones libremente”.
En la discusión, escaza, por cierto, de este punto en el Parlamento, la oposición y el movimiento sindical denunciaron que este y otros artículos de la LUC buscaban recortar el derecho de huelga, reconocido constitucionalmente. Desde el oficialismo se respondió que solo era por los piquetes y por las ocupaciones. La práctica demuestra que en realidad es contra todas las medidas sindicales, aún las resueltas en asamblea y que no implican ocupación. Es contra la organización y la movilización sindical.
El gobierno justifica su intimación en la supuesta violación del derecho de trabajadores extranjeros a trabajar. El SUNCA en un comunicado rechazó las acusaciones, indicó que en las asambleas también participan los trabajadores extranjeros y recordó la práctica histórica del SUNCA en defensa de los trabajadores extranjeros y sus derechos.
El SUNCA recordó su solidaridad “con nuestros hermanos de clase, provenientes de otros países, prueba de ello sido las denuncias en ámbitos tripartitos, declaraciones de conflictos, movilizaciones, que ha hecho el movimiento sindical y en particular el SUNCA, cuando empresas traen trabajadores a nuestro país de forma ilegal, violando condiciones laborales, laudos salariales, derechos humanos, retención de documentación, etc.”.
Como parte de la campaña sobre las supuestas “presiones y amenazas” a los trabajadores extranjeros, muy similar por cierto a la montada cuando el conflicto en la planta de Montes del Plata, en Conchillas, se llegó a hacer circular un video que mostraba una pelea en un comedor de una obra. Se sostuvo en redes sociales y en algunos medios que ese video era del comedor de UPM2. En realidad el video no es ni siquiera del Uruguay, parece ser de Perú, pero se ignora de que parte del mundo es y en que año.
EL POPULAR dialogó con Pablo Argenzio, del Ejecutivo y la Dirección Nacional del SUNCA que participa directamente de las negociaciones en UPM2 para conocer más a fondo la situación.
¿En qué situación está el conflicto en UPM2?
Tenemos instalado un conflicto en la planta de UPM2 desde el jueves de la semana pasada, básicamente motivado en razones de acoso laboral y arbitrariedades. En algunos casos se produjeron despidos arbitrarios de trabajadores. Otros están referidos a denuncias de actitudes y acciones de un mando medio, un capataz, de una empresa directamente contrada por el principal inversionista de este proyecto, UPM. Hay denuncias, desde hace bastante tiempo, que van desde presiones, amenazas de despidos, incluso prohibición de tomar agua durante la jornada laboral porque sostiene que “para eso está el horario de descanso”. Esto se agrava con la denuncia realizada por una compañera, ante el Ministerio de Trabajo, en la que afirma que este capataz le señaló que “por ser mujer” debía “demostrar el doble” que “cualquier otro trabajador” en el desempeño de sus tareas.
El SUNCA y todo el movimiento sindical vienen peleando desde hace muchos años en contra del acoso laboral y mucho más en el caso de las compañeras. El SUNCA ha peleado por la inclusión de las compañeras en las obras. Esto está recogido, por ejemplo, tanto el Convenio Colectivo general, de todo el gremio en los Consejos de Salario, como el convenio interno de la obra, donde a partir del impulso de los compañeros, las empresas están obligadas a tomar un porcentaje de compañeras mujeres. Esto es muy importante para nosotros, como SUNCA, porque además en la crisis que vivimos el desempleo y el aumento de la pobreza ha golpeado, como todo el mundo sabe, muy especialmente a las mujeres y, en particular, a las jefas de familia.
Esta lucha por la igualdad, real y efectiva, es muy importante y el SUNCA no está dispuesto a permitir, ni en esta obra, ni en ninguna otra obra del país, estos pensamientos y estas prácticas, de algunos mandos medios, capataces, que buscan hacer retroceder la rueda de la historia. Es un tema principal para nuestro sindicato.
Nos preocupa la actitud de la empresa UPM que no ha tomado cartas en el asunto. La empresa si se arroga el derecho, como dueña del proyecto, a posibilitar o no el ingreso al trabajo de una obrera o un obrero, pero no emite opinión, ni siquiera ha participado hasta el momento en ninguna instancia de negociación, sobre el acoso laboral en su centro de trabajo. Se ve que no tiene muchos problemas con las actitudes de los mandos medios de las empresas que contrata.
En cada ámbito de negociación que se ha pedido su participación o su opinión, me refiero a UPM, el resultado es que dice que ellos no tienen nada que ver, que tenemos que resolver con las empresas.
El SUNCA lo que reclama es que se cumpla con lo que marca la normativa en materia de acoso laboral. Esto es, ante una denuncia de acoso laboral lo que se debe hacer, en forma preventiva mientras se realiza la investigación, es separar, para que no tengan contacto y no se siga produciendo el acoso durante el proceso de investigación, al denunciante y al denunciado. Quien debe ser protegido y no ser perjudicado en su trabajo, en sus horarios, es el denunciante y no el denunciado. Sin embargo, hasta ahora, el planteo por parte de la empresa es renunciar a la compañera denunciante del centro de trabajo y mantener al capataz denunciado como acosador.
Entonces nuestro planteo es que se respete lo que marca la normativa vigente. Ni el Ministerio de Trabajo, ni UPM, ni la empresa que contrató y mantiene a este capataz, han dado, hasta el momento señales de que van a cumplir, o en el caso del Ministerio hacer cumplir, con la legislación vigente.
Son muy puntillosos y vigilantes para hacer cumplir lo que ellos entienden cuando se trata de reclamos de los trabajadores, pero cuando se trata de violaciones de las empresas o de sus mandos medios parece que no les importa tanto.
A raíz de la movilización y del reclamo del SUNCA de que se abrieran escenarios de negociación, se ha convocado para hoy (jueves), una reunión tripartita, con el Ministerio de Trabajo, UPM y la empresa involucrada y el SUNCA, con el Comité de obra.
Allí intentaremos encontrar una solución para este conflicto. Para el SUNCA la solución pasa por terminar con este tipo de conductas por parte de los mandos medios en esta obra.
¿Qué valoración hace el SUNCA de la intimación del MTSS y a que la atribuye?
Nosotros como SUNCA valoramos que con esta intimación que presenta el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se busca generar un retroceso en las relaciones laborales.
El Ministerio de Trabajo ha mantenido un discurso, histórico, pasando por diferentes gobiernos y administraciones, en el que se pone como ejemplo la negociación colectiva que existe en la construcción. Esto se destaca en el acuerdo o el desacuerdo, con mayor o menor nivel de conflictos, lo que se valora es la madurez de la relación y la negociación colectiva que se mantiene en este sector de actividad.
Sin embargo, a partir de esta intimación, se busca retroceder en esa práctica.
Esta intimación tiene un problema de fondo y es el cuestionamiento al derecho de huelga y su espíritu represivo. Pero también tiene problemas de forma, legales, porque es una intimación que se presenta con la firma de un abogado, representante del MTSS, que participa como invitado en la Comisión Operativa que tiene UPM. Este abogado, entendemos nosotros, no tiene potestades para realizar la intimación, cosa que si tienen los inspectores del MTSS.
Este abogado, firmante de la intimación, ya no está participando de la negociación porque tomó algunas decisiones y juicios que no le correspondía tomar. Incluso llegó a plantear que en el conflicto que tuvimos en el mes de abril se habían realizado piquetes en la obra que impedían el ingreso de camiones, cuando el Ministerio del Interior, que estuvo durante todo el tiempo que se llevo adelante esa medida de lucha en el mes de abril, no intervino porque precisamente no constató ningún piquete. Lo mismo sucedió con los inspectores del MTSS, que reiteramos si tienen potestades para hacer intimaciones, que tampoco constataron ningún piquete en la obra.
Esta intimación se da en medio de una campaña para demonizar al sindicato y a la lucha de los trabajadores. Se ha señalado que a los trabajadores extranjeros se los obligaba a parar, que querían trabajar y nos los dejábamos.
La realidad es que se han realizado asambleas con los trabajadores uruguayos y extranjeros, algunas fueron observadas en su desarrollo por gente de MTSS, y no hubo ningún tipo de agresión ni de presión.
Llegaron a hacer circular un video, no se de que parte del mundo, mostrando una agresión en un comedor. Dijeron que era de UPM2 y que eran militantes del sindicato agrediendo a trabajadores extranjeros. Eso nunca pasó, ni siquiera sabemos en que país del mundo pasó eso que muestra el video.
Es claro que hay una campaña contra el SUNCA, algunos medios han jugado su papel.
La tranquilidad que nosotros tenemos es que las denuncias que si ha habido del personal extranjero es que han sido presionados por las empresas para que no paren. Nosotros hemos hablado con los compañeros, nos han escuchado y los hemos escuchado, nos han dicho que son trabajadores y que quieren acompañar nuestra lucha.
Ellos nos denuncian que están siendo presionados por las empresas que los contratan y por UPM para que no se sumen a la lucha. Este miércoles presenciamos la discusión que se dio entre un grupo de compañeros extranjeros a los que las empresas querían obligar a firmar que querían trabajar. La respuesta de los compañeros fue que ellos querían acompañar la medida.
La realidad es que la medida está siendo apoyada por el 100 % de los trabajadores en forma voluntaria.
Lo que se intenta es generar es presión y miedo para que la gente no se organice y no luche. Para eso se basan en disposiciones que están en la Ley de Urgente Consideración, esa ley a la que el movimiento popular y sindical y en particular este sindicato, el SUNCA, está intentando oponer un recurso de referéndum contra 135 de sus artículos, juntando firmas y convencidos de que vamos a llegar.
Eso es lo que está pasando.
Hay una campaña desde el gobierno y los empresarios intentando mostrar una radicalización de las organizaciones sindicales y diciendo que impedimos el trabajo de los trabajadores extranjeros.
Eso no ha pasado.
Aquí lo que se intenta, por parte de las patronales, es hacernos retroceder en varias conquistas y avances muy importantes, que hemos conquistado con luchas.
Hay una actitud regresiva que también se muestra cuando el Banco de Previsión Social reduce a la mitad las multas a las empresas que incumplen y que no aportan; o cuando resolvió no controlar más los laudos y sus cumplimientos; cuando se votó en el Parlamento trasladar para el otro año el pago de aguinaldo o salario vacacional; es casi promover el trabajo informal, la informalidad en el trabajo.
Es claro que hay una intención política de que los avances que los trabajadores conquistamos en los últimos años den marcha atrás y volver a poner el field de la balanza a favor del sector empresarial.
Esta campaña contra el SUNCA, contra la organización y la movilización de los trabajadores, y dentro de ella esta intimación, son unas perlas más dentro del collar de una visión regresiva que apuesta a apoyar a los “malla oro”, para que puedan actuar con total impunidad.
El SUNCA va a seguir levantando la negociación colectiva. Creemos que hay una legislación vigente y hay una práctica histórica en el país y particularmente en nuestra industria, que no pasa por los juzgados, pasa por los ámbitos naturales de negociación, con el gobierno, con las empresas y con los trabajadores.
Estamos convencidos de que hay una intención de ir hacia la judicialización de los conflictos laborales, pero vamos a seguir dando pelea, y el SUNCA tiene el respaldo del conjunto de los trabajadores para seguir con el camino de la negociación.