Este domingo culminó el VIII Congreso del Frente Amplio, compañero Tabaré Vázquez. La explosión de alegría colectiva que se vivió en el Palacio Peñarol expresaba muchas cosas.
En primer lugar, la finalización de un largo proceso de elaboración colectivo. Hay que destacar y no permitir que se le reste importancia el proceso democrático y colectivo con el que el Frente Amplio elaboró y aprobó su Programa de Gobierno. Fue más de un año de trabajo de más de mil compañeras y compañeros en 32 Unidades Temáticas. Luego la discusión con más de 10 mil militantes en los Comité de Base. En esta etapa se realizaron más de 2.600 propuestas de modificaciones al documento original. Estas mociones fueron analizadas por varias mesas de trabajo para buscar síntesis y consensos, posteriormente discutidas todo un día en Comisiones centenares de delegados y delegadas y finalmente discutidas y aprobadas en un Plenario con alrededor de 2 mil delegadas y delegados.
No hay otra fuerza política en el Uruguay, y hay pocas en el mundo, que realicen la discusión del Programa de Gobierno con este nivel de participación. Es una reafirmación del carácter democrático y democratizador de la política nacional del Frente Amplio.
En segundo lugar, ese proceso de discusión colectiva terminó resolviendo un Programa que recoge el desafío que el Frente Amplio le propone a nuestro pueblo para transformar el Uruguay. Es un programa que se proyecta desde las raíces históricas del Frente Amplio, pero que apunta al futuro, a los cambios por construir, por los cuales luchar.
Es la materialización de la esperanza. No son promesas, son propuestas de transformación para luchar por ellas. Es el conjunto de ideas para militar y para construir, junto con nuestro pueblo, las mayorías sociales y políticas que hagan posible el cambio.
Es imposible reseñar mínimamente en un editorial los contenidos del Programa de Gobierno, como pequeña muestra solamente señalamos algunas de las propuestas principales en lo referente a la propuesta económica.
Entre otras cosas, de enorme relevancia, se aprobó “avanzar en la transformación del sistema tributario reduciendo impuestos al consumo y fortaleciendo la imposición de la renta, el gran capital y el patrimonio con el criterio de progresividad. Con el objetivo de avanzar en la reducción de la desigualdad, estudiar las formas para incrementar el aporte fiscal por concepto de dividendos y utilidades, así como los patrimonios y las transferencias patrimoniales de muy alto porte y los depósitos en el exterior. Las modificaciones en la política tributaria tendrán como concepto que paguen más los que tienen más riqueza y más ingresos, aliviando la carga tributaria sobre los que menos tienen. Se propone como objetivo la reducción del IVA a los bienes y servicios de primera necesidad, tendiendo a un IVA personalizado”.
Se estableció que “la política tributaria tendrá como objetivos contribuir a un cambio estructural de la economía acorde con los objetivos de desarrollo nacional y contribuir a una disminución sustancial de la desigualdad. Ajustar y perfeccionar los mecanismos de promoción y exoneración de inversiones los mecanismos de promoción y exoneración de inversiones, acordes con los objetivos de desarrollo productivo planteados. Fortalecer mecanismos de control ciudadano y parlamentario en el caso de los acuerdos que involucren aportes del Estado vinculados a inversiones de gran porte”.
Se acordó la necesidad de “una Estrategia Nacional de Desarrollo a largo plazo, lo que conlleva retomar la planificación estratégica por parte del Estado sobre la base de las actuales empresas públicas y otros instrumentos que puedan crearse, con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Deberá abarcar las dimensiones políticas, institucionales y sociales necesarias a fin de avanzar hacia una mayor transformación de las materias primas. Se establecerán los sectores económicos prioritarios y los instrumentos que los impulsarán”.
A lo que se agregó “la implementación de un sistema de compras públicas, orientado al desarrollo productivo y social, articulador de las distintas aéreas del Estado, como una herramienta fundamental en la planificación del gasto público”. Se incluyó “que se comience con la investigación de sustentabilidad de un complejo agroalimentario industrial nacional”.
Se podrían agregar, lo haremos en las siguientes ediciones, lo referido al combate a la pobreza, en particular la infantil, la integración regional, lo referido a la cultura, a los avances en igualdad en las políticas de género, en educación, en vivienda y en salud.
Lo importante es rescatar el clima de unidad, de madurez política y de profundidad de la discusión y la elaboración programática.
El Frente Amplio tiene Programa, ninguna otra fuerza política lo tiene aún. El Frente Amplio habilitó las cuatro precandidaturas hacia las internas y luego a la campaña electoral.
El Congreso de pie aplaudió a Carolina Cosse, Andrés Lima, Mario Bergara y Yamandú Orsi. En nuestro caso, con convicción, militaremos para que Carolina se la candidata presidencial porque entendemos que es lo mejor para el Frente Amplio y para nuestro país.
Se viene un año de enormes desafíos, donde toda nuestra sociedad expresará una síntesis política e ideológica. Debemos lograr que esa síntesis sea a favor de una perspectiva popular.
Nos proponemos recuperar el gobierno para el pueblo con el Frente Amplio, con un peso mayor del bloque histórico, político y social, democrático y radical de los cambios y con el pueblo organizado y movilizado como protagonista.
El Congreso del Frente Amplio fue un gran aporte hacia ese objetivo.