La pasada jornada y tras más de 20 días sin aparecer en público Jair Bolsonaro, pidió la anulación parcial de las elecciones en las que resultó electo Luiz Inácio Lula da Silva.
La sido solicitud del mandatario, ha sido calificada como una acción “más o menos esperable”, ya que, según informa Rusia Today (RT) “el exmilitar ultraderechista, de 67 años, pasó más de un año sembrando insistentemente dudas, sin aportar pruebas, sobre la fiabilidad de las urnas electrónicas que Brasil usa desde hace casi tres décadas y con las que él mismo fue electo presidente de la República y varias veces diputado”.
Este martes el partido al cual pertenece Bolsonaro presentó un recurso para que el Tribunal Superior Electoral (TSE) “invalide parte de los votos (…) por considerar que las urnas electrónicas más antiguas no pueden ser auditadas”.
Como reacción a este accionar de los bolsonaristas, los partidarios de Lula, a través de la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, calificó la maniobra como una «artimaña que tiene que ser sancionada como litigio de mala fe».
En sus declaraciones, Hoffmann hizo un llamado para que cesara la malicia, la irresponsabilidad y los insultos a las instituciones y a la democracia.
Como “argumentación” a su pedido de declaración de nulidad parcial, el partido Liberal dijo que existen un poco más de 279.300 máquinas de votación electrónicas que son anteriores a 2020, por lo que, al utilizarse en el balotaje presentaban «problemas crónicos de incumplimiento irreparable».
El partido señala que, si los equipos estuvieran bien, el actual presidente “habría ganado los comicios con un 51,05 % de los votos, frente al 48,95 % de Lula”.
La acción del PL fue entusiastamente respaldada por Bolsonaro, que no solo firmó el recurso, sino que, participó, además, consignó RT, “en una reunión en su residencia, en el Palacio de la Alvorada, para debatir la estrategia a seguir”.
Aunque estas mismas urnas electrónicas fueron usadas en la primera vuelta electoral, sin que despertara suspicacia alguna por parte de Bolsonaro y sus seguidores políticos, el recurso y el apoyo dado a este por Bolsonaro, han sido interpretados como acciones que pretenden “caldear” los ánimos y avivar las manifestaciones que se sucedieron luego del balotaje.
En esa primera vuelta, recuerda la agencia de noticias, “el PL consiguió el mayor número de diputados y senadores en el Congreso”.
Para finiquitar la discusión, el presidente del Tribunal Supremo Electoral de Brasil, Alexandre de Moraes, decidió que la organización política presente los informes de las auditorías que contrató, tanto para la primera, como para la segunda vuelta electoral en un plazo de 24 horas.
En caso que ello no se cumpla, el recurso será archivado.
La decisión del TSE es coherente con el posicionamiento que manifestó anteriormente el Ministerio de Defensa brasileño, quien mediante un informe afirmó “que no hubo fraude en los comicios”.