Este domingo el diario The New York Times reveló que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio el visto bueno para que Ucrania utilice misiles de largo alcance, para atacar el territorio ruso.
Las fuentes confirmaron al medio de prensa que era probable que el primer ataque ucraniano se dirija contra «las tropas rusas y norcoreanas” como forma de defender a “las fuerzas ucranianas en la provincia de Kursk, en el oeste de Rusia».
Tras el anuncio del Times, su par francés Le Figaro, informó que tanto desde París como Londres, también se había autorizado al uso por parte de Kiev de los misiles de largo alcance Storm Shadow/SCALP con el objetivo de atacar “las profundidades del territorio de Rusia”.
A pesar de lo afirmado por el medio francés, este lunes el ministerio de Relaciones Exteriores de Francia negó que el gobierno haya dicha decisión.
«Dijimos abiertamente que es una opción que examinaríamos (…) No hay ninguna novedad en este asunto», afirmó, según la agencia de noticias Sputnik, el titular de cartera, Jean-Noël Barrot, al margen del Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE).
La afirmación del diario francés fue eliminada de su página web.
Ante la situación, informó la agencia Sputnik, “el líder del partido opositor francés Los Patriotas, Florian Philippot, instó al presidente, Emmanuel Macron, a poner fin a la locura” que significaba autorizar a Ucrania de ser autorizada “para atacar a Rusia con misiles franceses de largo alcance”.
En sus declaraciones Philippot recordó que la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, había alertado “que si a Ucrania le permiten atacar a Rusia con misiles de largo alcance, eso se interpretará como la entrada de los países de la OTAN en el conflicto armado con Moscú”, por lo que “la respuesta de Rusia sería inevitablemente demoledora”.
El visto bueno a Ucrania por parte de Biden, se produce luego del triunfo electoral de Donald Trump, quien ha reiterado que durante su gobierno se pondría “fin rápidamente a la guerra”, valorándose además, si se mantendría el actual apoyo militar estadounidense a Ucrania.
Tras el anuncio, la Cancillería rusa recordó que el presidente, Vladímir Putin, ya advirtió en setiembre las consecuencias que tendría dar a Ucrania el permiso para el uso de armas de largo alcance.
“Si Occidente accede a autorizar ataques dentro de Rusia con sus misiles de largo alcance”, dijo anteriormente Putin, “eso cambiaría la esencia y la naturaleza del conflicto en Ucrania”.
“Esto significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los Estados europeos, están combatiendo con Rusia”, dijo Putin el pasado 13 de setiembre.
Para el Kremlin la información sobre la autorización dada a Kiev por el presidente, Joe Biden, implica “una nueva escalada de tensión” y compromiso de Washington en el conflicto, consideró el portavoz presidencial Dmitri Peskov.
«Si tal decisión ha sido efectivamente formulada y puesta en conocimiento del régimen de Kiev, entonces, por supuesto, se trata de una escalada de tensión cualitativamente nueva y de una situación cualitativamente nueva en términos de implicación de Estados Unidos en este conflicto. Y, quizá, ante todo, tomaremos esto como punto de partida», afirmó Peskov.
La supuesta autorización por parte del mandatario estadounidense ha sido fuertemente criticada por el círculo de Donald Trump, quienes han señalado que la misma conduce hacia la Tercera Guerra Mundial.
«El complejo militar industrial parece querer asegurarse de que ponen en marcha la Tercera Guerra Mundial antes de que mi padre tenga la oportunidad de crear la paz y salvar vidas», posteó el hijo del mandatario electo, Donald Trump Jr., en X, en tanto el excandidato presidencial y nominado para secretario de Salud del futuro gobierno, Robert F. Kennedy Jr., consideró que «los hombres anónimos con corbata que actualmente dirigen la política exterior de Estados Unidos parecen querer iniciar la III Guerra Mundial antes de abandonar la Casa Blanca».