Un llamado para proteger y asegurar la libertad de expresión y el respeto al trabajo periodístico que se realiza en Afganistán, deben ser asegurados, exigió la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
“El acceso a una información fiable y a un debate público abierto mediante medios de comunicación libres e independientes es esencial para que los afganos vivan en la sociedad pacífica que merecen”, por lo que, “en este momento crítico, nadie debe tener miedo de decir lo que piensa y se debe garantizar la seguridad de todos los periodistas, en especial de las mujeres”, manifestó Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
Para la organización de Naciones Unidas resulta esencial que los avances que se observaron en los últimos años, en materia de libertad de expresión, no se reviertan a partir del cambio de gobierno en Afganistán.
Ello es especialmente relevante, agregó un comunicado de la Unesco, para el caso de las mujeres periodistas quienes deben poder “continuar con su crucial labor”.
Luego de las recientes declaraciones del movimiento talibán con relación a que no habrían amenazas ni represalias contra los periodistas, la directora de la organización internacional pidió que dicho compromiso “se respete y se cumpla rigurosamente en todo el país”.
Según consigna la agencia IPS, el pasado 18 de agosto, “la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y el estadounidense Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) dieron cuenta de que dos presentadoras de noticias de la Radio Televisión de Afganistán (RTA) fueron retiradas de sus puestos de trabajo”.
A ambas periodistas, identificadas como Shabnam Dawran y Khadija Amin, se les impidió el acceso a la RTA, indicándosele que debían regresar a sus casas hasta nuevo aviso, situación que es valorada con preocupación ya que se teme por la integridad y vidas de ambas.
“Todo lo que hemos logrado durante 20 años desaparecerá. Los talibanes son los talibanes. No han cambiado”, denunció Amin en comunicación mantenida con la FIP.
De acuerdo a la agencia de noticias, la FIP ha manifestado su preocupación “por la situación que enfrentan ahora las mujeres periodistas que trabajan en el país bajo el liderazgo de los talibanes y el impacto en la información de los medios”.
En los últimos días, varios corresponsales y enviados de la prensa internacional, vienen denunciando y registrando agresiones y limitaciones para el ejercicio de su trabajo en Kabul, y en ciudades del interior de Afganistán.
“Los peligros para el periodismo”, agrega IPS, “no se limitan a los episodios asociados a la captura del poder por el talibán”, ya que durante el presente año “al menos siete periodistas, entre ellos cuatro mujeres, han muerto en actos de servicio”.
En sus declaraciones la Unesco ratifica que mantiene su “compromiso de seguir apoyando la libertad de expresión y el acceso a la información de todos los afganos de todas las maneras posibles”.
En atención a la situación actual, diversas organizaciones profesionales han demandado “mantener la atención internacional sobre el trabajo de la prensa en Afganistán”, al tiempo que, el CPJ ya “solicitó al gobierno estadounidense que facilite el paso seguro fuera del país asiático y proporcione visas de emergencia a los comunicadores en peligro”.