Visita ocular al inmueble de la calle Bacacay, identificado como ex centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983).

El pasado martes 14 de diciembre se realizó una visita ocular al inmueble de la calle Bacacay, identificado como ex centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983).

La visita contó con la presencia de la Directora Nacional de Sitios y Espacios de Memoria, Lorena Battistiol, el juez federal, Daniel Rafecas; así como, Paula Álvarez Carreras y a Claudia Lencina, integrantes de la Dirección de Asuntos Jurídicos Nacionales.

Dentro de los visitantes se contó con la presencia de sobrevivientes, quienes en la última dictadura cívico- militar (1976-1983) se encontraron detenidos allí.

La visita sirvió para que las sobrevivientes identificaran algunos sectores de la vivienda en donde estuvieron secuestradas.

El inmueble, se explica en la página web del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina, “comparte manzana con el ex centro clandestino de detención “Automotores Orletti”, estando a cargo, ambos, de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y habría funcionado durante el año 1976.

En el año 2020, “el Juzgado Federal 3 confirmó que, en esta actual casa de familia, funcionó un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar, en el cual fueron mantenidas en cautiverio víctimas del Plan Cóndor”.

La confirmación de la información surge a partir del momento en que Estados Unidos publica una serie de documentos desclasificados, “en uno de los cuales se registra que este inmueble fue alquilado para operaciones oficiales de la SIDE y que desde allí operó una de las patotas lideradas por Aníbal Gordon”.

Otro de los elementos probatorios para arribar a esta conclusión, fue “la coincidencia de croquis presentados ante la justicia, uno realizado por quienes compraron el inmueble en el año 1977 y el otro por una de las sobrevivientes”, todo lo que, sumado a los testimonios de otras sobrevivientes ratificaron la certeza de su uso como centro de detención clandestino.

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