20211201/ Javier Calvelo - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ Entrevista a Marcelo Abdala, nuevo presidente de la central de trabajadores PIT CNT. En la foto: Marcelo Abdala en la sede del PIT CNT en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

550.000 personas tienen salarios de hambre en Uruguay

El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, dijo en un conversatorio organizado por la ONU que en Uruguay, alrededor de 550.000 personas tienen empleos en los que ganan 25.000 pesos, es decir “salarios sumergidos, salarios de hambre”, siendo el tercio de la población económicamente activa.

El presidente del movimiento sindical tituló su ponencia como: “La estrategia de desarrollo del movimiento obrero”.

Abdala expresó que los problemas a resolver en América Latina y Uruguay son heredados del siglo XX y se entrelazan con desafíos del siglo XXI. Afirmó que, a menos que Uruguay se enfoque deliberadamente en diversificar su base productiva, no habrá manera de mejorar las condiciones laborales en el país.

Joven y mujer

En cuanto a las formas de manifestación de una crisis de base productiva e inserción internacional dijo que en el segundo trimestre del año la tasa de actividad se situó en 63,2%, la tasa de empleo en 58,7% y la tasa de desempleo en 8,57% (casi 160.000 personas); y la informalidad ronda un 20%. Abdala detalló que en casi 1.7 millones de la población económicamente activa, la desocupación en los hombres es del 7,5% y en las mujeres trepa al 9,8%. La desocupación para los menores de 25 años es de 26,2%; y 549 mil personas ganan menos de 25.000 pesos, lo que representa un 33% de la población económicamente activa; es decir, se trata de “salarios de hambre, salarios sumergidos”.

El dirigente de la central única de trabajadores también dijo que existió un “estancamiento del crecimiento del PBI per cápita”. El crecimiento promedio anual de 2005 a 2009 fue de 5,7%, el crecimiento promedio anual entre los años 2010 y 2014 se ubicó en 4,4%; y el crecimiento promedio anual entre 2015 y 2019 en 0,5%. Además, aseguró que “entre los años 2015 y 2019 se destruyeron alrededor de 50.000 empleos”.

Asimismo, se refirió a la participación del empleo, según sector de actividad en los primeros semestres de los años 2019, 2022 y 2023. En tal sentido, afirmó que la mayoría de los sectores sufrieron una disminución pronunciada en 2020 con respecto a 2019, recuperándose paulatinamente en 2023. Aunque los más afectados fueron los sectores: “Alojamiento y restoranes” (que pasó del 4% en 2019 a 3,5% en 2022 y a 3,3 en 2023; y el “Doméstico” (que pasó de 7% en 2019, a 5,6% en 2022 y 5,5% en 2023).

Abdala señaló que la industria manufacturera pasó de ser el 17% en el 2005 al 13% en la actualidad.

Una economía dependiente

Por otro lado, se refirió a aspectos teóricos, como el fenómeno de la dependencia en el siglo XXI, las cadenas de valor transnacionales, el cambio en la composición orgánica del capital como fuente de productividad y desarrollo desigual. Abdala hizo referencia a la Ley de Anthony P. Thirlwall, especialmente en lo que concierne a que “el crecimiento del PIB a largo plazo depende de la elasticidad del ingreso de la demanda de exportaciones en comparación con la elasticidad del ingreso de la demanda de importaciones”.

Hizo referencia a la canasta exportadora del año 2022, señalando que el 81% correspondió a Productos Intensivos en Recursos Naturales (PIRN). “Para nosotros, este es el punto que hay que resolver, porque, si no, siempre vamos a tener pobreza, asentamientos, déficit fiscal y problemas de generación del ingreso para sostener una sociedad”, aseguró Abdala.

Dijo que el total de las exportaciones de bienes fue de 13.3 mil millones de dólares y el total de las exportaciones de servicios se ubicó en 5.4 mil millones de dólares.

Entre las conclusiones, Abdala mencionó la importancia de la política de industria ya que el mercado solo no resuelve, destacó la necesidad de crear Comités Productivos Sectoriales y apuntar hacia un nuevo modelo de acumulación.

El dirigente sindical mencionó la necesidad de realizar compras públicas «con responsabilidad». También destacó la importancia de la que inserción regional pro América Latina – MERCOSUR como complementación productiva intra-industrial

Veinticincomilpesistas

Por otro lado, en un informe del Instituto Cuesta Duarte, publicado el 14 de junio de 2023, se afirma que en 2022 se registraron 100.000 personas más con “salarios sumergidos” que en 2019.

También se señala que los más afectados han sido: las mujeres, los jóvenes y los trabajadores privados.

Para la realización del informe se consideró el ingreso laboral o salario sumergido como aquel inferior a 25.000 pesos líquidos al mes por una semana laboral de 40 horas de trabajo.

De acuerdo al estudio, unos 549.000 ocupados percibieron ingresos por su trabajo por debajo de los 25.000 pesos líquidos al mes por 40 horas de trabajo semanal, representando un 33% del total de ocupados. En 2019, la cantidad de personas que ganaban menos de ese monto era de 452.000 personas. Por su parte, el incremento en la cantidad de asalariados con salarios sumergidos fue de 55.000, pasando de 267.000 en 2019 a 322.000 en 2022, detalló el Instituto Cuesta Duarte.

En el informe se expresa que los salarios sumergidos afectan en mayor medida a los jóvenes, a los residentes en el interior del país y a las mujeres. Esto se explica porque, en el caso de las mujeres, entre las ocupadas, un 35% no alcanzan los 25.000 pesos líquidos al mes, un guarismo mayor al 32% correspondiente a los hombres.

Entre los menores de 25 años, la proporción de trabajadores que perciben remuneraciones inferiores a 25.000 pesos líquidos al mes es de 56% y, entre ellos 12% del total no llega a los 15.000 pesos.

Mientras que 212.000 asalariados del interior del país ganan por debajo de 25.000 pesos líquidos al mes y 47.000 de ellos ni siquiera llegan a 15.000 pesos. En el caso de Montevideo, las personas por debajo de los 25.000 pesos son 109.000.

Los salarios sumergidos también se presentan con mayor intensidad entre los trabajadores privados, que concentran una proporción significativamente más alta de salarios sumergidos en relación a los del sector público. Los privados tienen 34% de veinticincomilpesistas, mientras que en los públicos el porcentaje es de 6%.

Por otro lado el ICD señaló que 72.000 asalariados informales en 2022, de un total de 110.000, perciben remuneraciones líquidas inferiores a 25.000 pesos al mes, mientras que entre los asalariados con registro en la seguridad social la proporción con salarios sumergidos es de 24%.

188 millones de desempleados en el mundo

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha mencionado en su informe “Perspectivas del Trabajo Mundial”, que “casi 500 millones de personas trabajan menos horas remuneradas de las que quisieran o no tienen suficiente acceso a un trabajo asalariado”.

De acuerdo al informe de la OIT “el número de desempleados aumentará 2.5 millones a pesar de haberse mantenido relativamente estable durante los últimos nueve años”. La principal causa es la “desaceleración del crecimiento económico: mientras la fuerza de trabajo mundial aumenta, no se están creando suficientes empleos nuevos para aquellos que ahora están en edad de trabajar”.

Asimismo, el organismo internacional manifiesta que “existen unos 188 millones de desempleados en el mundo, y unos 165 millones de personas que tienen empleo desean trabajar más horas pagadas”.

Además, “alrededor de 120 millones de personas no están clasificadas como desempleadas, pero han abandonado la búsqueda activa de trabajo o no tienen acceso al mercado laboral”.

De acuerdo a la OIT, “más 470 millones de personas en todo el mundo carecen de un acceso adecuado al trabajo remunerado como tal o se les niega la oportunidad de trabajar el número de horas deseado”.

La OIT indica que “la persistencia y la amplitud de la exclusión y de las desigualdades relacionadas con el empleo les impiden encontrar un trabajo decente y forjarse un futuro mejor”.  

Otras desigualdades significativas, definidas por sexo, edad y ubicación geográfica, en los mercados laborales actuales, siguen limitando las oportunidades profesionales de muchas personas, así como su crecimiento económico.

Se advierte que 267 millones de jóvenes (entre 15 y 24 años) no trabajan ni estudian o reciben formación, y muchos más tienen que soportar malas condiciones de trabajo.

Las disparidades geográficas dentro de los países también son relevantes. A la vez, se expresa que los mercados laborales contemporáneos también siguen caracterizándose por la desigualdad de género. “En 2019, la tasa de participación de la mujer en la fuerza de trabajo era solo del 47%, 27 puntos porcentuales por debajo de la tasa del hombre (74%)”.

En América Latina y el Caribe, el nivel medio de estudios de las mujeres supera actualmente al de los hombres, pero las mujeres de la subregión siguen ganando un 17% menos por hora trabajada que los hombres.

En el informe se indica que el fortalecimiento de las restricciones comerciales puede tener “graves repercusiones, directas o indirectas, sobre el empleo”.

Por tal motivo, la OIT indica que es necesario cambiar el tipo de crecimiento para estimular las actividades de mayor valor añadido a través de la transformación estructural, la modernización tecnológica y la diversificación de la producción.

El organismo considera que tener un trabajo remunerado no supone una garantía de condiciones de vida decentes o de un ingreso adecuado para muchos de los 3.300 millones de personas desocupadas en todo el mundo en 2019.

La disertación de Abdala se realizó en un conversatorio organizado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), titulado “Diálogos para el futuro de Uruguay: El futuro de la producción y el trabajo en Uruguay: condiciones actuales, desafíos presentes y perspectivas”. El evento se llevó a cabo en el edificio del MERCOSUR en Montevideo y contó además con la participación del ministro de Trabajo, Pablo Mieres, así como Verónica Amarante, economista de la Universidad de la República; Sebastián Pérez, representante de la Cámara de Industrias de Uruguay; y José Manuel Salazar, secretario ejecutivo de la CEPAL en Santiago de Chile. También estuvieron presentes Pablo Ruiz Hiebra, coordinador residente de las Naciones Unidas en Uruguay y Rodrigo Goñi, diputado por el Partido Nacional.
Con información de: www.pitcnt.uy

Marcelo Abdala en la sede del PIT-CNT. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.

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