Una vacuna terapéutica cubana contra el cáncer de pulmón, conocida como Cimavax-EGF, está siendo introducida en el mercado y la comunidad científica estadounidense.
La vacuna, reseña el diario Granma, es el resultado “de más de dos décadas de investigaciones, con resultados satisfactorios en personas en estado avanzado de cáncer de pulmón” y su entrada a los Estados Unidos obedece a los logros alcanzados en los estudios realizados.
Para ello, describe el medio de prensa, el Centro de Inmunología Molecular cubano (CIM) y el Centro de Investigación del Cáncer Roswell Park, en Buffalo, Estados Unidos, establecieron una alianza con el objetivo de “facilitar el acceso a equipamiento y a los reactivos”, propiciando de esta forma el desarrollo del medicamento.
La colaboración conjunta entre ambas instituciones científicas, añade Granma “no ha estado exenta de dificultades, a causa de la política de bloqueo económico contra Cuba”.
La inserción del fármaco en Estados Unidos se desarrolló mediante la conformación de la única empresa mixta entre Cuba y EE. UU., la empresa biotecnológica Innovative Immunotherapy Alliance.
En declaraciones a Rusia Today (RT), la doctora Elia Neninger, participante pionera de los ensayos clínicos realizados, aseguró “que el medicamento tiene dos grandes ventajas: las pocas reacciones adversas y una solución a un grave problema de salud (…) como es el cáncer de pulmón”.
En ese mismo sentido, Kalet León Monzón, director adjunto del Centro de Inmunología Molecular, afirmó a RT, “que los pacientes beneficiados se recuperan de un cáncer de tumor avanzado y podrían tener una perspectiva de sobrevida en condiciones normales a muy corto plazo”.
Más allá de los obstáculos que produce el bloqueo económico estadounidense contra Cuba, la colaboración entre ambas instituciones no se ha detenido por lo que “Cimavax se sobrepone a los desafíos”.
Como parte de ese desarrollo conjunto, actualmente se llevan a cabo “ensayos clínicos que combinan esta vacuna cubana con otros tratamientos exitosos contra el cáncer”, al tiempo que “se estudian sus efectos en personas de alto riesgo o pacientes en estadio inicial de la enfermedad”.
Considerando la importante incidencia de dicha patología en los Estados Unidos, donde se presenta como el tercer tipo de cáncer más frecuente y mortal, la vacuna cubana se presenta como prometedor fármaco, así como en “un buen ejemplo de los beneficios que obtendrían ambas naciones si tuvieran una relación normal”, subraya el principal diario cubano.