El pasado viernes se realizó en Coral Gables, Florida un seminario organizado por el Interamerican Institute for Democracy y la Fundación Internacional para la Libertad.
Durante el encuentro hicieron uso de la palabra los más connotados derechistas de la región, quienes, aupados por la derecha estadounidense, “evaluaron el estado de las democracias en la región” y “alertaron sobre los peligros que se ciernen sobre ellos”.
A la cabeza del grupo de “paladines de la libertad” estuvo Mario Vargas Llosa, quien además de prolífico escritor ha sido identificado como un agente de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA).
De acuerdo al portal de noticias Infobae, Vargas LLosa, advirtió “sobre los riesgos que padece el continente y la importancia de defender la democracia en toda la región”.
“Todo el continente está amenazado”, sentenció quien ha sido llamado “el gurú de la tribu”.
Junto a Vargas Llosa, asistieron otros políticos de la derecha en la región como la ex presidente de Costa Rica Laura Chinchilla, el ex mandatario ecuatoriano Lenín Moreno, el ex ministro de Justicia brasileño Sergio Moro.
Durante su “evaluación”, Vargas Llosa se dedicó a enumerar “esos peligros”, señalando a México como el país que ocupa el primer lugar en la lista de los “peligros”.
“Los mexicanos votaron mal, como ha ocurrido muchas veces en nuestros países. Y hoy en día, México vive un retroceso dramático, con un presidente populista y demagogo que va acabando con todas las libertades que gracias a (Saturnino) Cedillo vivió México. Y hoy, México es uno de los países que retrocede más América Latina”, sentenció el escritor devenido vocero y ventrílocuo del discurso derechista de la ultraderecha norteamericana.
En su intento de diseminar el miedo y “la alerta”, agregó, “México está resucitando Puebla. No nos olvidemos. Y Puebla era una conjura contra la democracia en América Latina”.
Al referirse durante su verborragia a Nicaragua dijo “en la historia del continente latinoamericano no se ha visto una cosa parecida. El comandante (Daniel) Ortega, para hacerse elegir, ha eliminado a todos sus rivales, y los ha mandado a la cárcel. Digamos que es absolutamente maravilloso, es la mejor manera de ganar una elección. Y ahí están, él y su esposa (…) es una de las cosas más escandalosas que pueden ocurrirle a un país”.
Imbuido de su ya conocido anticomunismo y odio hacia cualquier idea que se oponga a los designios del imperio del norte, el mandadero de la CIA añadió “el resto de Centro América no exhibe un panorama más exaltante. Y si vamos más abajo nos encontramos con Venezuela, con Cuba y con Colombia. ¿Qué va a pasar en Colombia? ¿Qué va a pasar si gana (Gustavo) Petro las elecciones en Colombia? Bueno, esa es la catástrofe de América Latina, sin ninguna duda. Las encuestas nos dicen que Petro va subiendo en la aceptación popular. ¿Qué va a ocurrir si gana? Que el mundo dictatorial latinoamericano va a crecer, va a seguir creciendo como ha estado creciendo todos estos años”, preguntó Vargas Llosa disfrazando con su elocuencia el veneno ideológico que siempre destila.
Al evaluar su propio país, el férreo defensor del fujimorismo dijo “la situación allí no puede ser más dramática” y para acentuar su desprecio nacido de su pose aristocrática agregó refiriéndose al presidente peruano, es “un personaje que no tiene las más mínimas condiciones para gobernar un país ha sido elegido por los peruanos (…) Perú ha cambiado profundamente de dirección, va en la dirección de Venezuela, Nicaragua, Cuba”.
Instalado en su pose de arrogancia, a pesar de todos los fracasos sobre sus “vaticinios”, Vargas Llosa avanzó hacía Chile diciendo que el país, ante la segunda vuelta “vive una situación incierta, lamentando que “creíamos que Chile estaba en la buena dirección. Pero algo falló cuando de pronto aparece en esa indecisión entre elegir una buena posición y una posición negada a la democracia y a la libertad que nosotros proponemos”.
Sobre Bolivia, fue mucho menos cuidadoso y poco creativo, se repitió a sí mismo, una vez más cuando dijo que allí se vivía “una dictadura” y añadió que se trata de “un país que está retrocediendo sistemáticamente”.
Lejos de lo que antes dijera sobre el actual mandatario brasileño, Vargas ensayó, en un claro gesto para congraciarse con Sergio Moro, presente en el encuentro, que Bolsonaro era un “payaso”.
“¿Qué pasa con Bolsonaro? Bolsonaro es un payaso. Bolsonaro ridiculiza las cosas que nosotros defendemos y debemos decirlo así, claramente, porque (…) basta de engañarnos. Tuvimos muchas esperanzas con Bolsonaro, pero nos ha defraudado profundamente. Y si no triunfa él en estas elecciones, ¿quién? ¿Lula (da Silva)? Lula es un ladrón, no nos olvidemos”, dijo.
La excepción al “sombrío panorama” de la Región según este calenturiento delirante de la derecha latinoamericana es, nada más y nada menos que Uruguay, porque en su intento de incluir a Ecuador su “apreciación” fue vacilante, quizás porque también allí se encontraba el mandatario ecuatoriano y amigo del “gurú” de todas las predicciones fracasadas.
“¿Qué es lo que queda en América Latina? Uruguay y Ecuador. Y Ecuador está muy amenazado. Entonces sólo queda Uruguay, que es lo que representa el verdadero progreso. Es decir: la situación en América Latina es verdaderamente dramática”, sentenció.
La conferencia fue organizada por el Interamerican Institute for Democracy, una organización que, aunque se presenta a sí misma como “sin fines de lucro”, es al igual que la Fundación Internacional para la Libertad, que preside el propio Vargas Llosa una de las clásicas “pantallas” que usa la Agencia Central de inteligencia (CIA) para desarrollar su trabajo de desestabilización en nuestros países.
Rolando Arbesún