De acuerdo a un informe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama) se han registrado en dicho país, cerca de 200 casos de violaciones de derechos humanos a periodistas en el pasado año.
Las violaciones denunciadas se producen luego del ascenso al poder del gobierno talibán y representan, junto a otras acciones un “récord de abusos a los profesionales de la prensa”.
De acuerdo a Prensa Latina (PL), entre las acciones represivas se incluyen “arrestos arbitrarios, malos tratos, amenazas e intimidación”, lo que lleva a que se denuncie que “los medios afganos están en peligro” y se demanda se ayude “a proteger a los periodistas”, para poder “poner fin a la impunidad” de esas acciones, señala el documento de la Unama.
En la misma línea, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) afirmó que el país está “entre los cinco países donde no se han tratado los casos de asesinato de reporteros en los últimos diez años”.
De acuerdo al Índice de Impunidad 2022 del CPJ, “las naciones donde los periodistas son asesinados en represalia por su trabajo y sus asesinos quedan en libertad”, son: Somalia, Siria, Sudán del Sur, Afganistán, Irak, México, Filipinas, Myanmar, Brasil, Pakistán e India.
La denuncia sobre estos abusos fue desmentida por el Ministerio de Cultura e Información de Afganistán, quienes expresaron que dichas “afirmaciones están lejos de la verdad”.
“El Emirato Islámico (gobierno Talibán), especialmente el Ministerio de Información y Cultura, está decidido a defender todos los derechos fundamentales de los periodistas”, declaró Hayat Mahajer Farahi, adjunto de publicaciones de la cartera.
A pesar de esta desmentida oficial, el Sindicato Nacional de Periodistas de Afganistán, informó que, “en los últimos 20 años, 120 periodistas nacionales y extranjeros fueron asesinados en el país” y que “tras el colapso del gobierno anterior y el regreso del Talibán al poder, 12 mil empleados del sector se han quedado sin trabajo”, al tiempo que se han cerrado 225 medios de prensa.