Saludamos al Gobierno, al Pueblo y al Partido Comunista de China
Señoras y señores invitados
El IV Foro entre el Partido Comunista de China y los partidos políticos de América latina y el Caribe se lleva adelante en momentos complejos para la humanidad. Los conflictos bélicos que se están desarrollando a miles de kilómetros de nuestro continente, no nos eximen de expresar nuestra gran preocupación por los acontecimientos, al tiempo que reafirmamos con firmeza que nuestra América Latina y el Caribe es y será una zona de PAZ.
Uruguay es un pequeño país de Sudamérica, pero no por ello está alejado de los problemas que existen en el resto del planeta. Uno de ellos y al que me referiré en mi intervención, es el impacto de la modernización.
La naturaleza y el mundo del trabajo están estrechamente vinculados. El 10 de abril de 2020 el presidente Xi Jinping recordando a Engels decía: “No nos halaguemos demasiado con nuestras victorias humanas sobre la naturaleza. Por cada victoria de este tipo, ella se venga de nosotros”.
Estas palabras nos interpelan sobre el proceso de aprovechamiento desmedido de los recursos naturales en nuestro planeta.
Ya no es posible seguir generando trabajo a costa de nuestra naturaleza, tenemos día a día señales elocuentes del descontento del ambiente con nuestro accionar depredador. Fenómenos climáticos nunca antes vistos y enfermedades epidemiológicas no conocidas, son solo una muestra de la reacción, de quien se defiende ante sus agresores.
Esta contradicción “naturaleza – sociedad”, se desarrolla ante nuestros ojos, en tanto y e n cuanto el sentido del trabajo en la formación económico social capitalista, está mucho más vinculada a la acumulación de capital que a la satisfacción de las necesidades humanas.
Por ello, es imperioso avanzar en un proceso de modernización en el trabajo y el cuidado del ambiente. Para los marxistas, modernización y aplicación de tecnología en el trabajo no deben ser sinónimos de desempleo y pauperización social.
En la actualidad América Latina sigue siendo el continente más desigual del planeta, a su vez, es donde existe una cantidad muy significativa de recursos naturales. Entonces, es válido preguntarnos: ¿Cómo solucionaremos la desigualdad sin atacar en forma descontrolada a la naturaleza? Esta contradicción que se nos presenta es un debate central que debe darse entre los partidos políticos y los actores sociales en nuestro continente.
Nosotros entendemos a la modernización como una herramienta de generación de mejor calidad de vida para nuestros pueblos, por ello, entendemos que los avances tecnológicos no deben ser considerados exclusivamente como instrumentos facilitadores de la reducción de costos. El capitalismo no tiene problemas en sustituir la mano de obra por tecnología pues su principal cometido es garantizar la acumulación.
Para los comunistas uruguayos, los grandes avances se deben dar para el pueblo y con el pueblo, para ello, el trabajo y la capacitación de los trabajadores no pueden quedar librados al mercado. Es el Estado y sus instituciones las que deben garantizar en forma permanente la formación de los trabajadores, no puede derivarse esta tarea a otros actores pues entrarían en una contradicción que no dudarían en resolver a favor del capital.
Para nosotros, el trabajo debe tener algunos parámetros que forman parte de nuestros principios. La dicotomía entre trabajo y salario no debe formar parte de nuestra agenda, esta falsa oposición no se condice con un planteo honesto. Cuando escuchamos que se crean miles de fuentes de trabajo tendemos a evitar preguntarnos ¿cuál es el salario de esos nuevos empleos?, ¿cuáles son las condiciones laborales?, ¿cómo resolverán las trabajadoras los cuidados de sus hijos?
Estas interrogantes parecen ser secundarias pero la realidad demuestra que son parte de un todo, no podemos priorizar el trabajo a cualquier costo, la defensa de los derechos de las y los trabajadores son responsabilidad de las organizaciones sindicales y de los estados. Por ejemplo, el derecho a la Seguridad Social, a la jubilación y pensión digna. Si se continúan destruyendo empleos, ¿cuánto deben tributar maquinas por ese trabajo?
Los estados deben asumir esa defensa compartida porque el mercado defiende otros intereses. El problema se da cuando el Estado se coloca del lado del mercado y del capital, es ahí en dónde las sociedades se deterioran.
Por ello, no debemos renunciar a las responsabilidades que tenemos los partidos políticos en este momento tan complejo.
Los partidos son herramientas de representación, de debate, pero también son administradores de conflictos, lo son porque continúan siendo la principal expresión colectiva de la política y eso les permite accionar con legitimidad en el concierto nacional e internacional.
Los partidos políticos tenemos responsabilidades enormes en esta etapa, las dificultades deben enfrentarse, no basta con la simple disputa retórica, necesitamos que nuestras acciones transformen la realidad de nuestros pueblos.
La eliminación de la pobreza y la profunda disminución de la desigualdad deben ser parte central de nuestros objetivos.
Para finalizar, tomo como propias las expresiones del presidente Xi Jinping del 6 de julio del año 2021, que culmina diciendo…. “la elección está en nuestra mano y la responsabilidad recae sobre nuestros hombros.”