“El FA recupera la esperanza”

Susana Muñiz, presidenta del FA de Canelones: “Es un desafío importante, que implica ahora poner a la fuerza política en su conjunto a trabajar hacia el 27 de marzo”.

En diálogo con EL POPULAR, Susana Muñiz, destacó la importancia de un nuevo aniversario del FA y dijo que “tiene una historia que merece ser rescatada”. Destacó como central el esfuerzo hacia el 27 de marzo y dijo: “La LUC, lo que hace, es generar un Uruguay más desigual, protege a los muy ricos y desprotege a las grandes mayorías. Ese no es el Uruguay que queremos. Por eso tenemos que construir el triunfo del SI”.

Muñiz, resultó electa presidenta de la Departamental frenteamplista de Canelones, en las elecciones internas. Es una de las mujeres que presidirán 13 de las 19 departamentales del FA, un hecho histórico de las pasadas elecciones internas.

Muñiz, ex ministra de Salud Pública, ex presidenta de ASSE, es, además, edila departamental. Este es un resumen de su diálogo con EL POPULAR.

-¿Qué significa el 51 aniversario y cómo encuentra al FA?

El FA siempre celebra sus aniversarios y está muy bien hacerlo, implica un motivo de alegría frenteamplista, de reencontrarnos y de recoger una riquísima historia que tiene el FA en 51 años, donde le tocó resistir una dictadura, después resistir gobiernos neoliberales. En realidad, le tocó enfrentar la dictadura dos años después de haber nacido, tiene grandes héroes y heroínas de esa resistencia a la dictadura. Luego tuvo que resistir gobiernos neoliberales, apoyando al pueblo, aprendiendo a hacer esto que volvimos, lamentablemente, a hacer ahora, sosteniendo las ollas populares, organizando redes para sostener a la población. Luego le tocó ser gobierno, primero a nivel departamental y después nacional. Los gobiernos nacionales del FA, sin lugar a duda, marcaron un antes y un después en la historia del Uruguay. Los gobiernos del FA bajaron la pobreza, hicieron desaparecer la indigencia, lograron cosas como el Plan Ceibal, el Sistema Nacional Integrado de Salud, el aumento sostenido de los salarios y de las jubilaciones y pensiones, fortalecieron las empresas públicas, lograron el cambio en la matriz energética, una ANTEL para todas y todos con una tecnología de primera, lograron insertar al Uruguay en el concierto mundial de una forma que nunca antes se había dado. Sin dudas que se cometieron errores, pero también es claro que hubo un antes y después. Luego nos tocó perder, de ese perder salió una autocrítica, que fue dura y en medio de una pandemia. En ese contexto tan adverso, donde, además, se pretendió ningunear al FA. Recuerdo que cuando le preguntaron al presidente de la República qué era el FA dijo: Yo no se lo que es el FA, ni ellos saben. En el medio de la pandemia, el FA le acercó al presidente de la República una serie de propuestas, para mejorar la calidad de vida de la población y no tomó ninguna en cuenta.

Frente a eso el pueblo uruguayo construyó una hazaña democrática, no solamente los frenteamplistas, claro está, pero las y los frenteamplistas también fueron decisivos, en lo que fue juntar 800 mil firmas. Ese esfuerzo democrático generó un nuevo escenario y hemos puesto a toda la ciudadanía a discutir.

En estos 51 años tenemos que recordar nuestra historia, porque es una historia que merece ser recordada, que nos unifica y creo que encuentra al FA en una condición mucho mejor que en el 50 aniversario. Justamente porque estamos celebrando haber juntado 800 mil firmas con el resto del pueblo uruguayo, porque estamos restableciendo los vínculos con las fuerzas sociales, y, además, con un crecimiento de la fuerza política en las elecciones internas.

Este 51 aniversario lo marca la alegría, a pesar de que estamos en una situación dura, el contexto de la pandemia otra vez está siendo duro, con un número muy elevado de contagios y de muertes, más de 200 en enero, bajaron los salarios, bajaron las jubilaciones, aumenta el precio de los combustibles, aumentan todos los insumos básicos para las familias, este mes, por primera vez en seis años, los maestros comunitarios no cobran en febrero. En esa situación tan difícil, el FA recupera la esperanza y la alegría y lo celebramos juntos, con una nueva dirección, con un nuevo presidente, con nuevas y nuevos integrantes en cada uno de sus Plenarios, pero, sobre todo, con mucho compromiso.

-En las elecciones del 5 de diciembre has resultado electa presidenta de la Departamental de Canelones del FA, fuiste parte de un hecho histórico para el FA y para la política uruguaya, 13 mujeres fueron elegidas para presidir departamentales frenteamplistas, esto supera largamente lo establecido en cualquier forma de cuota política: ¿Qué implican esas dos cosas?

Primero voy a contestar en lo que es el aspecto personal, no me gusta poner lo personal primero, pero tengo que decir que para mí es un gran honor presidir el FA de Canelones. Es una fuerza política con la que estoy comprometida desde siempre. Lo que hacen las y los frenteamplistas al otorgarme esta posibilidad de ser la presidenta significa para mí un gran honor. Así lo tengo que decir. Obviamente es un desafío importante, que implica ahora poner a la fuerza política en su conjunto a trabajar hacia el 27 de marzo, pero después también, a trabajar en el crecimiento del FA.

Por otro lado, que haya 13 mujeres presidiendo departamentales no es un dato menor, ni es casual. Hay un reclamo muy importante de las mujeres, en todo el territorio nacional, en cuanto a nuestra presencia en los lugares que implican la toma de decisiones políticas. Primero, porque las mujeres siempre hemos estado y formado parte de la militancia, siempre están las compañeras para salir a conversar con los vecinos, para hacer barriadas, para poner las mesitas, para salir de pintada, pero en la toma de decisiones políticas no estábamos tan presentes. De alguna forma hemos encontrado que también es una cuestión de estar en esos lugares de toma de decisiones. Que se tomen decisiones que tengan que ver con nuestra vida cotidiana, con la vida de las mujeres, pero también con la de niñas y niños y adolescentes, tiene que ver con que haya mujeres en esos lugares donde se toman esas decisiones. Ese reclamo se hizo sentir muy fuerte en todo el país. Esto implica hacer política hacia las mujeres, pero también romper con una hegemonía y, de alguna manera, señalar que la violencia política, como una de las formas de la violencia de género, no es admisible dentro de la izquierda.

Así que las compañeras estamos muy contentas, y más en este contexto en donde nos estamos jugando este referéndum contra los 135 artículos de la LUC, que, entre otras cosas, tienen una visión de género que criminalizan a las mujeres, a las y los jóvenes, y, en particular, obviamente a mujeres y jóvenes pobres.

-Todas las resoluciones del FA definen como el eje central de la acción política el trabajo hacia el referéndum del 27 de marzo, como el año pasado lo fueron las firmas: ¿Qué implica esto en los menos de 60 días que faltan?

Tenemos que dar la discusión muy cara a cara, de vecina a vecino. Otra vez volvemos al tema del voto a voto. Se trata de conversar con cada vecina y vecino de este país qué es lo que se juega, y son muchos aspectos, que para muchas personas pueden ser muy áridos, con términos jurídicos, metidos en una ley que es enorme, pero sin embargo son, realidad, un montón de artículos que afectan la vida cotidiana de las personas.

Afectan cosas como, por ejemplo, que la Educación Pública siga siendo un orgullo de las y los uruguayos, que tenga esa concepción vareliana, o, que, en realidad, haya una educación para los ricos y otra para los más pobres.

Que los trabajadores tengan garantías a la hora de cobrar su salario o defender sus condiciones laborales o que se les pague en negro y se precarice el trabajo.

Con que cuando una alquila una vivienda tenga determinadas garantías y no sea cosa de que, mujeres solas con hijos a cargo, que toda la vida fueron buenas pagadoras, resulta que, de un día para el otro te dejan afuera.

Tiene que ver con las empresas públicas, en un momento en el que, además, este gobierno está, prácticamente, tratando de liquidar el país. Así como de alguna forma regala el puerto, también hay una embestida contra ANTEL.

Tiene que ver con los temas de seguridad. Ya vimos que hay una seguridad para las mujeres y para la gente pobre y otra seguridad para los ricos. Por ejemplo, cuando hablamos de los sistemas represivos, a mujeres que en realidad son obligadas por algunos varones, en algunas circunstancias, y que llevan unos gramos de marihuana, les terminan dando cuatro años de cárcel, alejándolas de sus hijos o metiendo a los hijos también a la cárcel. Pero los narcos grandes no tienen ningún problema. En realidad, la LUC también favorece el lavado de dinero al flexibilizar la posibilidad de realizar pagos en efectivo por grandes cantidades de dinero.

Estamos ante una ley que es muy larga, que es muy tediosa, con un lenguaje que no es muy accesible para todo el mundo, el trabajo de las y los militantes, es, de alguna forma, desplegar esa pedagogía militante de hacerle sentir a la vecina y al vecino, explicarle, que es lo que va a pasar si se mantienen los 135 artículos de la LUC. Desde que te van a seguir aumentando el combustible todos los meses, que se acaban los subsidios al boleto y al Supergas. Hasta, incluso, llegar a discutir lo que es la Secretaria de Inteligencia Estratégica del Estado, un tema político mayor, y con la LUC, y lo que se está habilitando, se puede llegar hasta el riesgo del espionaje en democracia, como ya hubo.

El trabajo de los militantes siempre es pedagógico, pero ahora más todavía, en esta LUC, mucho más. Y justamente en lo que estuvimos hablando recién, de las visiones de género, las mujeres tenemos muchas cosas para decir. A mí me pasó juntando firmas, me presento a una vecina, le explico que venía de la Comisión Pro Referéndum, que veníamos a ver si quería firmar y ella enseguida me empezó a contar la situación por la que había pasado. Su hijo, en la tarde anterior, había salido de trabajar de una obra, que estaba de overol, que estaba sucio, que se veía de donde venía, pero lo paró la Policía y lo tuvo cuatro horas detenido. Ella estuvo enloquecida buscando a su hijo.

Otra vecina, en un barrio de Pando, me contó que su hijo de 14 años salió del liceo y la Policía lo detuvo y lo golpearon contra uno de los patrulleros. Cuando el chiquilín pregunta: ¿Por qué me hacen esto? ¿Por qué me detuvieron? Le dijeron: Y bueno, ¿no ves que tenés apariencia delictiva? Porque tenía los jeans rajados, como usan los chiquilines y gorrito de visera.

Entonces, creo que hay muchos riesgos, y que las mujeres, que justamente somos protectoras de los niños, las niñas y los jóvenes, esto lo vemos como una gran amenaza. Ni que hablar de quienes son madres solas, con hijos a cargo, que tengan que afrontar alquileres. O el trabajo de las domésticas, por ejemplo, que siempre es el trabajo más fácil de precarizar y en estas condiciones, donde se admite en la LUC que el pago sea en efectivo, justamente, favoreciendo el pago en negro y el recorte de derechos.

Y todas las trabajadoras y trabajadores, los riesgos que afrontan, cuando la LUC es una ley que limita el derecho de huelga.

La LUC, lo que hace, es generar un Uruguay más desigual, protege a los muy ricos y desprotege a las grandes mayorías. Ese no es el Uruguay que queremos. Por eso tenemos que construir el triunfo del SI.

Gabriel Mazzarovich

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