Moneda dólares estadounidenses. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS.

El mundo capitalista y su burbuja de la IA

Eduardo Lorier

Tiene que haber algo muy podrido en el corazón de un sistema social que aumenta su riqueza sin disminuir su sufrimiento. Karl Marx. (1)

Los cambios globales  se suceden a gran velocidad, día a día. En medio de esa vorágine es fácil perder la brújula. Para nosotros es clave hallar el hilo rojo conductor que nos salve de la confusión y permita avizorar el futuro que sustituya lo históricamente caduco, aquello que es obstaculizador de las fuerzas vivas de la historia.

La punta de la madeja está en la economía, en la estructura económica capitalista. Esa base económica esta corroída desde hace mucho tiempo y, como sobre ella se levantan las superestructuras jurídico-políticas, también estas se agotan y corrompen.

Asistimos, entonces, al esfuerzo de las clases tradicionales para mantener su poder económico-corporativo, apelando a diversas formas que necesariamente le van sorbiendo el contenido democrático a la vida política en los distintos países, convirtiendo a la democracia en un cascarón vacío.

La economía capitalista dominada por el capital financiero está condenada a sobrevivir de crisis en crisis. El capital financiero internacional poseedor de inmensas masas de dólares impresos para la Reserva Federal  de Estados Unidos y de euros impresos para el Banco Central Europeo mediante los llamados estímulos cuantitativos (QE), penetra por todos los poros de la economía global  para apoderarse hasta la última gota de plusvalor creado por la fuerza de trabajo internacional, pero encuentra obstáculos para continuar la acumulación de plusvalor.

La manera de superar esos límites es “fabricar” burbujas especulativas. Desde la burbuja de la deuda latinoamericana, con epicentro en México, en la década de los ochenta, pasando por la burbuja de las acciones de las empresas tecnológicas estadounidenses basadas en internet o de las Puntocom, a fines de los años 90, hasta llegar a la gran burbuja inmobiliaria de 2007-2009, los estafadores seriales han robado dineros privados y públicos y hoy vuelven a hacerlo con total impunidad.

Ahora estamos en el momento en que se infla la burbuja de la inteligencia artificial (IA). Muchas empresas dedicadas a la inteligencia artificial han visto como el valor de sus acciones se disparaba espectacularmente en 2023-2024. Es una bomba de tiempo, sin duda. Nos hace acordar a cuando en 2005 anunciábamos en este mismo semanario la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos (2).

La gran bonanza bursátil tiene como epicentro a Estados Unidos, siendo la empresa de producción de software y fabless (diseño de chips, sin fabricarlos ella misma) para la IA Nvidia, la de más alta e irrazonable capitalización bursátil en la actualidad.

A raíz de este auge aparece operante una nueva “aristocracia” u oligarquía tecnológica con asiento en Silicon Valley, California que se vuelca decididamente a apoyar a Trump, dejando atrás anteriores y tradicionales apoyos al Partido Demócrata.

Claudio Katz caracteriza muy bien a estos tecnocapitalistas dueños de Microsoft, Meta, Open AI y Google: “No solo el derechista Musk enaltece a Trump, sino también Zuckerberg, que hace pocos años excluyó al millonario de Facebook e Instagram. Ahora acepta eliminar las normas de verificación de datos en la redes que instaló el dueño de X twittero para expandir las mentiras de las usinas reaccionarias. Bezos [dueño de Amazon y del Washington Times] exhibió la misma preferencia, vetando el apoyo electoral a los demócratas en los medios de comunicación que maneja. Incluso el ultraglobalista Gates [dueño de Microsoft] emitió guiños a la nueva Administración” (3).

Ese grupo de tecnocapitalistas “concentra -agrega Katz- el mismo poder que en otra época exhibían la industria pesada o los bancos como soporte central de los gobiernos estadounidenses”.

Buscan que la superestructura político-jurídica comandada por Trump les apoye con subsidios, desregulaciones medioambientales y financieras, aranceles y contratos estatales, de manera que su dominio oligárquico se vuelva irreversible. 

Esto, dicho al pasar, demuestra las estrechas relaciones entre la estructura y la superestructura, superando la concepción economicista y la visión de la estructura como “un dios oculto” en contraposición a las “apariencias” de las superestructuras (4).

Sin embargo, la endeblez de su dominio, basado en el poder cautivo que mantienen con sus usuarios, amarrados por “una madeja de algoritmos que asegura su intermediación en la publicidad y las ventas (5)”, quedó al descubierto cuando una modesta y desconocida empresa de IA china llamada DeepSek informó que lo que para Open AI, Oracle, MGX y el Soft Bank  costaba 500.000 millones de dólares, ella lo podía lograr con 5 a 6 mil millones de dólares (6).

El impactante logro de DeepSek fue el desarrollo de una aplicación de Inteligencia Artificial que ofrece innumerables ventajas sobre el modelo rival de ChatGPT de Open AI (7).

El llamado “mercado” (de vulgares especuladores) se pregunta ahora si la revolución de la inteligencia artificial resultará tan rentable como se esperaba. Después de DeepSeek el desplome bursátil fue tal que Nvidia vio borrarse 600.000 millones de dólares de su capitalización en S&P 500.

Es increíble que se estén invirtiendo enormes cantidades en empresas de IA sobrevaluadas y sin ingresos a un ritmo frenético. Enormes masas de capital de riesgo en poder de inversores estafadores que se siguen entre sí hacen nacer empresas de IA como hongos después de la lluvia. Y nadie regula absolutamente nada. 

Algo similar está ocurriendo con las criptomonedas (8), con un gran viento de cola por el apoyo explícito e interesado de las familias de Trump y Milei. Lo alucinante, sobre todo en el caso de la memecoin oficial $TRUMP (9), es que los estafados todavía no se han enterado de que lo fueron por su propio presidente.  Una corrupción sin límites. Un patio de recreo para especuladores, blanqueadores de dineros y otros tipos turbios. Las ganancias se estiman en 350 millones de dólares.

Pero a los problemas de sobreinversión que revela la burbuja de la IA, deben sumarse otros datos preocupantes de la economía de Estados Unidos, tales como los débiles datos de creación de empleos en febrero, sumados al impacto de los recortes en curso en el sector público sobre el empleo y los ingresos (DOGE mediante, el extraño organismo semiestatal comandado por Elon Musk), caída de los pedidos en febrero o las posibilidades de incremento de la inflación por la aplicación de aranceles recíprocos a todos los países, medida a efectivizarse desde el  mes de abril.

Las continuas idas y vueltas de Trump y su equipo, tal cual si fuera un juego de ping pong o una montaña rusa, sus mensajes políticos erráticos, más las  riesgosas maniobras geopolíticas en curso (en Ucrania y Gaza), generan incertidumbres que socaban el consumo y traban los planes de inversión, cualquiera sea su naturaleza. 

A ello debemos agregar las vicisitudes del dólar, que por el hecho de ser la moneda de reserva global conduce automáticamente a un dólar fuerte y, en consecuencia, a déficits comerciales y desindustrialización, la misma que liquido el cinturón del óxido (Rust Belt) (10) yanqui y generó la base social electoral de Trump.

La solución propuesta por Trump y su equipo económico no es reducir el exceso de endeudamiento de Estados Unidos (11) y aumentar el ahorro, sino exigir que el resto del mundo contribuya al costo de mantener la Pax Americana mediante intervenciones cambiarias forzadas y tenencias a largo plazo de letras del Tesoro con interés cero para depreciar el dólar, como señala la analista del Financial Times, Gillian Tett. si no se acepta este camino, la alternativa es la amenaza de perder la protección militar estadounidense.

También manejan como soluciones casi mágicas para retomar el crecimiento precios más bajos de la energía, recortes de impuestos y una desregulación significativa.

Está claro que Trump y sus secuaces nunca leyeron a Gramsci. Si lo hubieran hecho sabrían que la hegemonía es más, mucho más que la coacción gansteril, al estilo del constructor mafioso de Nueva York, sino que debe ir acompañada de una visión del mundo que convenza a quienes van a ser dirigidos. Actualmente se le llama “poder blando”, o sea, el trabajo de persuasión de los dirigidos para obtener su adhesión voluntaria.

Estados Unidos ya no es visto como el líder confiable de Occidente y, lo que es crítico, la política arancelaria propuesta o impuesta será vista como poco más que un gravamen a los aliados para subsidiar los déficits fiscales y los recortes de impuestos a los estadounidenses más ricos, uno de los quid de los planes de Trump. 

Trump erosionó en sus pocos días de gobierno lo que era visto por la corriente dominante como el excepcionalismo estadounidense, que era una de sus “ventajas” importantes y diferenciadoras: la confianza de los inversores a largo plazo en el marco de políticas y la toma de decisiones (12).

Los cálculos más optimistas del impacto que podrían tener en la economía doméstica estadounidense las políticas MAGA “es una preocupación muy real y restarían al menos un 2% del PIB”, analiza Antonio Iruzubieta, un documentado analista de la economía global (13).

Es por lo anterior que no pueden descartarse sucesos que no tienen una fecha definida de desenlace, pero si pueden conectarse de la siguiente manera:

  1. Los ahorros de  los consumidores de Estados Unidos derivados de la pandemia prácticamente se han agotado.
  2. Los consumidores utilizaron esos ahorros para alimentar un auge del consumo y la inversión.
  3. Esto provocó inflación junto con las políticas de estímulo de la era Biden.
  4. Y ahora, Trump está alimentando aún más la inflación con sus aranceles y persecución de inmigrantes que encarecerá la fuerza de trabajo.
  5. Por lo tanto, el consumidor tendrá menos ingresos disponibles. Eso significa generalmente que el gasto y la inversión se verán afectados.
  6. Por lo tanto, la recesión (14) y los mercados sobrevaluados se desploman.
  7. Sin llegar a una recesión, un escenario menos pesimista, que tenga en cuenta las demoras en la implementación de políticas de estímulo en Alemania y la continua lucha de China para equilibrar el estímulo y las reformas, podría ser una desaceleración de la economía estadounidense hacia una velocidad de estancamiento en un contexto de baja confianza de los consumidores, inseguridad laboral, una actitud de espera y observación por parte de las empresas en materia de inversión y las presiones estanflacionarias de los aranceles (15).

En este panorama de incertidumbre global deberá navegar nuestro gobierno en los próximos meses. Esta es una historia en desarrollo…

Citas bibliográficas:

(1)  MECW, volumen 16, 489.

(2) El articulo llevaba por título: “The Economist: ‘Si estalla la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, peligra la economía del mundo entero…’”.

(3)  Katz, Claudio, ¿Qué anticipa DeepSek?, 20/02/24, Rebelión.

(4) Gramsci, Antonio: Maquiavelo y Lenin, México, 1972, 22.

(5) Katz, Claudio, opus cit.

(6) Se trata de un megaproyecto para impulsar la inteligencia artificial, que exige un gigantesco servidor de datos. Dicha estructura les permitiría conseguir el control completo de las comunicaciones. Trump ya declaró la “emergencia energética” para proveer la descomunal masa de combustibles que exigen esos servidores. También apuntala el acaparamiento internacional de los nuevos materiales que necesitan las empresas y que Trump exige colocar bajo custodia norteamericana.

(7)  “DeepSek introdujo un buscador interactivo (RI) que realiza las mismas acciones que su competidor, a un costo significativamente inferior. Desenvuelve el mismo entrenamiento con una erogación equivalente al 10% de lo invertido por su contendiente. Esa diferencia se traduce en una brecha semejante en el cobro del servicio. Lo que ChatGPT ofrece por 15 dólares, DeepSek lo comercializa a tan sólo 0,14 dólares”, nos dice Claudio Katz.

(8) Criptomoneda es un término general para las monedas digitales o virtuales que utilizan criptografía para su seguridad. Bitcoin es una criptomoneda específica y pionera.

(9) Una moneda meme es una criptomoneda que se originó a partir de un meme de Internet o que tiene alguna otra característica humorística.

(10) El Rust Belt se extiende hacia el oeste desde el centro del Estado de Nueva York a través de Pennsylvania Ohio, Virginia Occidental, Kentucky, etc. El óxido (rust), se refiere a la contracción de su otrora poderoso sector industrial, como la producción de acero, la industria automotriz y la minería de carbón.

(11)  La deuda actual de Estados Unidos asciende a la astronómica cifra de 36,56 billones de dólares al 7 de marzo de 2025, según las cifras publicadas por el Departamento del Tesoro. Significa algo más del 121% del PIB del país. El déficit fiscal anual, por su parte, es de más del 6,5% del PIB.

(12)  La política estadounidense también es responsable del repentino cambio de opinión de los mercados sobre Europa, que ahora ve la posibilidad de un drástico cambio de política económica. Se trata de que, sacudida por el trato que Estados Unidos da a las antiguas alianzas de seguridad y el cambio en su política hacia Ucrania, Alemania de repente está contemplando una relajación de sus antiguas restricciones fiscales, lo que podría traducirse en un aumento del gasto en defensa, mayores inversiones en infraestructura y mayor financiación regional.

(13)  https.//www.antonioiruzubieta.com/trump-anima-al-mercado…

(14) El mismo Trump ha admitido la posibilidad de que las medidas que esta implementando conduzcan a una recesión.

(15) Esta perspectiva la maneja el analista Mohamed El Erian, en un artículo del Financial Times titulado ¿Qué hay detrás del dramático cambio en los mercados?, del 11/02/25. 

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