“Es fundamental reivindicar que tenemos derecho a vivir sin ser violentadas por el hecho de ser mujeres”

En el programa de ayer de Voces de Montevideo se realizaron varias entrevistas en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, una de ellas fue a Andrea Andina, quien trabaja en la Construcción e integra el SUNCA.

Andina señaló que tiene 45 años y es obrera de la construcción desde hace 22 años.

“¿Qué significa el 8 de marzo para mí? Es un día de reivindicación internacional de las mujeres trabajadoras, que recuerda a 129 mujeres trabajadoras textiles que murieron en un incendio, mientras realizaban una huelga en la que pedían la reducción de la jornada laboral a diez horas, los patrones en ese entonces cerraron las puertas de la fábrica y estas mujeres murieron en un incendio. Esa es nuestra historia, el color violeta que identifica este día estaba en las telas que estas mujeres hilaban, en 1908”, indicó.

“Más adelante, las mujeres que peleaban por el voto universal, proclamaban este día como un homenaje universal a las caídas, más de 60 años antes que la ONU.

Si hay un feminismo que me representa es el de clase, es el de las mujeres al frente de la resistencia contra el fascismo, es en el que voy con mis compañeras que han luchado toda la vida por mejorar las condiciones de trabajo, como Julia Arévalo, trabajando, luchando, resistiendo”, enfatizó Andina.

“Las mujeres hilamos y tejemos a diario el entramado social en el territorio, somos militantes sociales y políticas, sostenemos la vida con ollas populares en pandemia, crisis económica, guerras, así somos las mujeres, militando a diario la vida”, afirmó.

“Hace mucho que trabajo en la construcción y sé bien qué pasa con las mujeres en la industria, sé bien cuál es la política de empresa que hace que las mujeres no entremos a trabajar a la industria, sé también de la pelea de mi sindicato por la incorporación de obreras a las empresas. Hace más de 20 años que trabajo en la construcción y si bien estudié en la Utu, fueron todos obreros los que me enseñaron el oficio, me tendieron la mano, y si bien puedo contar 1001 expresiones de machismo, acoso y violencia, también puedo contar 2001 expresiones de generosidad, solidaridad y esfuerzo a mi favor”, destacó Andina.

A su vez, remarcó que está “llena de orgullo por mi sindicato y por su enorme paro general para este 8 de marzo, como siempre con algo violeta que nos recuerde el luto y el homenaje a nuestras caídas, con la perspectiva de lucha que nos marca el referéndum por el sí, y que en los territorios nos tiene a las mujeres como protagonistas. También somos esas mujeres. Hay conquistas que celebro en mi sindicato, porque me toca: celebro que las bolsas pesen 25 kg y no 50 kg, la campaña contra el acoso que se hizo hace unos años, la ley de Responsabilidad Penal Empresarial, que nos trajo años sin accidentes laborales, porque son mujeres y niñes que sufren la muerte de mis compañeros”.


“Celebro que exista la hora solidaria que apoya a las familias que quedan víctimas de las muertes en accidentes laborales y las acciones de la brigada Agustín Pedroza que brinda su solidaridad y empeño, aporta las viviendas cuando mujeres y niñes quedan solas y cada asamblea general multitudinaria de mi sindicato, cuando me encuentro con todas las mujeres que forman parte de la familia de la construcción, en obra y fuera de obra”, indicó.

“Este 8 de marzo vamos todas, las que trabajamos, resistimos y luchamos”, finalizó.

Camila Fernández, militante de la UJC y geógrafa, consideró que “ser mujer y trabajar en la actividad científica es primero que nada una responsabilidad, al ser mujer se refuerza por doble partida, porque cargamos con una historia de invisibilización de la tarea, el rol, los descubrimientos y el trabajo de muchas mujeres científicas a lo largo de la historia, muchas veces perseguidas y que no pudieron desarrollar su actividad plenamente”.

Asimismo, señaló que “la responsabilidad implica contribuir a abrirle la puerta a esta actividad a muchas otras mujeres, hay una responsabilidad en poder difundir y acercar a muchas más personas de lo elaborado por la ciencia, la generación de preguntas y resolución de problemas que atañen a la sociedad en su conjunto.

Siempre está esa sensación de que reivindicamos cosas que deberían ser inherentes al ser humano, el respeto a nuestras vidas,a  nuestra integridad y las decisiones sobre nuestros destinos vitales”.

“Debería ser algo dado que tengamos el mismo acceso a oportunidades, no retrasarnos por desarrollar tareas de cuidados o maternidad en nuestras carreras, ni percibir menos remuneración salarial, y deberían tenernos en cuenta en los espacios de decisión en torno a las políticas científicas. Creo que es fundamental reivindicar que tenemos derecho a vivir sin ser violentadas por el hecho de ser mujeres, ha habido una ola de discursos conservadores que volvieron a tomar protagonismo preocupante en nuestra sociedad, validados desde las personas que representan hoy el Estado, lo que fomenta o promueva que haya personas ejerciendo violencia y el poder indebido sobre nosotras y nuestros cuerpos en particular”, enfatizó.

“Este 8 M nos carga de sensibilidad y dolor, pero también de espíritu combativo y de unidad. Unidas y organizadas para defender nuestra emancipación, la historia nos llama a seguir luchando por nuestros derechos y los de las mujeres que vienen”, remarcó.

Verónica Mato, diputada por el Espacio 1001, destacó “la importancia de este día para todas las mujeres y la sociedad es estar cada vez más juntas, unidas y fuertes, tenemos que estar en el territorio, en los espacios más complicados es donde hay que estar estos días con más fuerza, por eso participamos y ponemos el cuerpo”.

Por su parte, Lilián Abrascinkas, activista feminista, comunicadora y docente, fundadora del colectivo Cotidiano Mujer, directora de Mujer y Salud en Uruguay, indicó que “desde 1984 mujeres que resistimos la dictadura, organizadas en partidos políticos, organizaciones sindicales y sociales de mujeres y feministas trabajamos para la reconstrucción democrática y para que la sociedad entienda la deuda histórica que tiene con las mujeres. Hemos pasado por todas las situaciones, la comercialización del 8M e intentos de convertirlo en día de consumo e institucionalización. Sin embargo, es y sigue siendo un día de lucha, movilización y resistencia”.

“En este año, este día está en los preámbulos de un referéndum, donde definimos qué modelo de país y sociedad queremos, como mujeres, los 135 artículos propuestos a derogar son un obstáculo para avanzar hacia ese mundo de igualdad de oportunidades y derechos, para que nadie viva en situación de opresión y discriminación, por eso, muchas convocamos a votar por el SÍ el próximo 27 de marzo”, afirmó.

Ana Olivera, diputada por el Espacio 1001 mostró compromiso con el 8M, Día Internacional de la Mujer Trabajadora y recordó que “el reconocimiento a las mujeres en la batalla por la igualdad que no se agota en la igualdad de género pero la implica”.

Moriana Alberro

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