Victoria Alfaro
EL POPULAR entrevistó a Rodrigo Alonso, economista y docente de la Universidad de la República, quien participó de la comisión de Desarrollo Productivo del III Congreso del Pueblo que se inaugura este domingo.
– ¿Cuál es tu visión del Congreso del Pueblo y cuál es el aporte que puede hacer la academia?
El Congreso del Pueblo es fundamental porque implica profundizar en un debate programático y esto nos permite lograr una mirada en la totalidad en el marco del campo popular uruguayo que es muy diverso. La necesidad de transitar hacia la unidad programática como un componente previo de la unidad estratégica me parece importante y creo que el Congreso del Pueblo se propone eso. Además, se propone superar las luchas de carácter más inmediato más particulares en un sentido de lucha más estratégica y general y creo que es un termómetro de madurez política. La academia ahí creo que tiene varios aportes para hacer, de hecho, ya lo está haciendo, uno es favorecer el proceso de sistematización de los aportes, de los debates y otro es poner el saber en sí mismo para darle más basamento a lo que es la caracterización y el diagnostico a lo que son las propuestas. Un programa como este no emerge de la doctrina, sino de la realidad concreta, de los problemas concretos en su complejidad, de la situación histórica, de la situación de fuerzas políticas también. Y sobre todo lo que tiene que ver con el diagnostico el papel de la academia es fundamental.
– ¿cuáles serían los temas más urgentes que deberían tratarse en este congreso?
Hay como varios niveles, en primer lugar, aparece todo el problema de la emergencia social que se ha agravado en los últimos años. Hay un primer campo de problemas que necesita un tratamiento urgente porque trata sobre emergencias humanas. Hay un segundo nivel de problemas, el de la desigualdad estructural que tiene Uruguay, vinculada a la cuestión económica, ingresos y riqueza, pero también con la desigualdad más en el plano social y político de un montón de colectivos relegados que son parte del proceso del congreso del pueblo. Una desigualdad más simbólica, social. El tercer nivel que creo importante abordar en el marco de esta discusión programática es el proyecto de desarrollo del país. No basta con atacar la emergencia ni con trabajar en clave igualitaria, sino que hay que darle basamento a eso y eso te lo da un proyecto de desarrollo.
-Esa sería la mirada a futuro del proyecto de país…
Sí y ahí hay componentes importantes asociados a recuperar las capacidades de planificación estratégica que puede tener el Estado sobre el desarrollo económico de Uruguay. Solo con el equilibrio o desequilibrio del mercado, no se conduce hacia un proyecto de desarrollo y tampoco lo constituye un manejo macroeconómico adecuado, es una condición adecuada pero no suficiente para estar hablando de un proyecto de desarrollo. Es clave que se ponga el énfasis en ese sentido. Es clave particularmente hoy y me interesa ubicar el Congreso del Pueblo en un contexto más general, hemos transitado del 2004 al 2015-2019 aproximadamente, un proceso de expansión sostenido en la economía uruguaya con un correlato en la región, pero eso llego a un nivel de cierta meseta, enlentecimiento que empieza a dejar sin una agenda muy clara a todos los procesos progresistas y de izquierda en la región. Entonces, en el momento que estamos saliendo se plantea con más fuerza esta interrogante sobre que lineamientos programáticos tenemos para esta nueva etapa de la región. Incluso en una coyuntura latinoamericana donde los relevos de los ciclos progresistas, en muchos casos, están siendo por derecha, incluso por la ultraderecha como en el caso de Milei. En ese contexto el Congreso del Pueblo tiene un papel muy importante para cumplir.
– ¿Estamos hablando de un desarrollo productivo o vamos más allá?
El asunto es en varios niveles, porque el Congreso del Pueblo articula la rica diversidad del campo popular. Hay planteos de diferente índole, vinculado con el Medio Ambiente, con los Derechos de la población afro, la lucha feminista, el trabajo de las cooperativas, el de las comunidades indígenas y también aparece esta discusión del desarrollo productivo. El ¿cómo superar los cuellos de botella propios de las economías primaria exportadora como la uruguaya? Cómo hacemos para superar ese círculo vicioso, donde tenemos cierta prosperidad cuando los precios de las materias primas son altos, pero, cuando eso se retrae empieza a apretar el cinturón y lo que queda es la discusión de cómo se distribuye el ajuste. La gran pregunta acá es como superamos ese cuello de botella y ahí aparece el problema de la planificación estrategia del Estado y sobre todo una cuestión más específica, que es como utilizamos las ganancias extraordinarias de los periodos de bonanza, justamente, para que sea sostenible una transformación de la matriz productiva vinculado con el aumento de la productividad del trabajo que garantice empleo de calidad, mejores salarios y una base material capaz de sostener los procesos de integración social. Que no se desarme una vez que termina ese periodo de expansión.
-Ahí tenemos otro tema que es el de los impuestos al capital.
Exacto, ese es un tema clave, el gran problema del Uruguay es como hace para distribuir los beneficios extraordinarios que le reporta el agro, sobre todo en la parte de expansión económica. Hoy en día eso se ha estado distribuyendo por la vía del abaratamiento del dólar, la baja del tipo de cambio, pero esa es una manera muy ineficiente de distribuir los beneficios del agro. Entonces hay que pensar formas más eficientes y más racionales de distribuir y utilizar los beneficios extraordinarios del sector agropecuario. Es un debate impositivo, pero también es político, porque imagínate lo que va a implicar eso.
-Es un debate para realizar a nivel país porque ahí también se implica a las políticas públicas, por eso también es importante que no se quede en una discusión técnica.
Sin lugar a duda es una discusión que nos compete a todos y no solo a la gente del agro, ni solo a los sindicatos, es una discusión de todos donde se juega el desarrollo del país.
-El domingo es la primera instancia del congreso del pueblo ¿cómo lo ves?
Es fundamental, porque además también se recogieron insumos de una serie de plenarios territoriales del interior del país, eso es muy importante en este proceso, garantizar la participación del conjunto del territorio nacional que garantice a su vez el equilibrio territorial del proyecto país. Eso es lo que se recoge en una serie de propuestas que van a ser presentadas el domingo, con lineamientos de todos los espacios donde participaron decenas de organizaciones y centenares de personas, pero que está en una fase vinculada a los insumos. Lo que se presenta este domingo no son elementos resolutivos, sino que son insumos que se lanzan a una nueva fase que será de discusión y síntesis.
Foto de portada:
Movimiento de contenedores en el Puerto de Montevideo. Foto: Daniel Rodríguez /adhocFOTOS.