Informe asegura que migrantes albergados en la Base Naval de Guantánamo viven en «condiciones inhumanas»

Hace décadas, los migrantes interceptados por unidades costeras estadounidenses en el mar cuando intentan llegar a territorio continental de Estados Unidos “han sido enviados a un centro en la bahía de Guantánamo, Cuba (…) lugar más conocido por ser el campo de prisioneros (…) para sospechosos de terrorismo”.

En el lugar, de acuerdo a la información del diario The New York Times “los migrantes permanecen en un espacio separado”, viviendo en una suerte de limbo legal, que se encuentra al margen de las leyes de inmigración estándar estadounidenses, lo que determina que su situación haya sido siempre “opaca” y “con escasa información pública sobre lo que allí ocurre”.

De acuerdo a un informe producido por el Proyecto de Ayuda Internacional de Refugiados (IRAP), los migrantes allí confinados son mantenidos “en condiciones inhumanas”.

De acuerdo al grupo de ayuda legal y apoyo, que representa a los migrantes que viven en el centro han denunciado que los mismos no reciben un cuidado de salud adecuado, “viven en barracas deterioradas con moho y problemas de alcantarillado”, negándoseles “las llamadas confidenciales con abogados”.

Los testimonios recopilados, tanto de migrantes, como de antiguos empleados ha conducido a que se pida el cierre de la instalación.

“Se trata de una flagrante violación de los compromisos legales de EEUU y de una violación de los valores fundamentales que cualquier persona debería tener y que Estados Unidos afirma que tiene”, declaró José Miranda, abogado de la organización.

La veracidad del reporte fue puesta en duda por un portavoz del Departamento de Estado, dedicado a supervisar el procesamiento y el cuidado de los migrantes junto con el Departamento de Seguridad Territorial y la Organización Internacional para Emigración.

“La afirmación de que los migrantes que viven en el Centro de Operaciones de Migrantes están ‘detenidos’ y viven allí bajo condiciones parecidas a las de una prisión y se les violan sus derechos es falsa”, dijo el portavoz, quien añadió que “las operaciones del centro son consistentes con la política doméstica del Departamento de Seguridad Territorial”.

En función de estas, aseguró, “los emigrantes reciben alimentos y cuidado de la salud, así como acceso al aprendizaje, a actividades recreacionales al igual que a lavandería, gimnasio y la cocina”, pudiendo además, “trabajar, comprar víveres en la tienda de la base y participar en actividades sociales y religiosas”.

La instalación, insistió el portavoz, “es de naturaleza humanitaria” y “las personas pueden regresar a sus países en cualquier momento”.

A pesar de estas afirmaciones, “informes internos del gobierno obtenidos por The New York Times, junto con entrevistas con migrantes y grupos de defensa, han arrojado más luz sobre las condiciones en Guantánamo”.

En estos testimonios se asegura que las llamadas con sus abogados están vigiladas “y que algunas zonas no son aptas para ser habitadas, por ratas y retretes desbordados”.

En esas condiciones, denuncia la organización, “los niños viven en los mismos lugares que los adultos”, lo que es “contrario a las normas de detención de Estados Unidos”.

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