La reformulación del proyecto original, intenta acercar posiciones y permitir avanzar en las negociaciones que, actualmente se llevan a cabo.
La nueva propuesta fue difundida el pasado 21 de mayo y constituye un esfuerzo conciliatorio de posiciones, luego del estancamiento de los debates y negociaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Todo el proceso de debate y negociación ha sido fuertemente obstaculizado por las posiciones de bloqueo a la iniciativa de la India y Sudáfrica, por parte de los países ricos, quienes no acompañaron el posicionamiento de los Estados Unidos al dar su apoyo a la suspensión temporal de las protecciones de propiedad intelectual de las vacunas.
La información disponible señala que la nueva propuesta fue debatida, por primera vez, en una reunión informal en la OMC este próximo 31 de mayo.
A pesar de su reformulación, se señala por diversos medios de prensa europeos, que “el texto mantiene en gran medida el espíritu del original, pero añade algunas especificaciones en respuesta a quienes habían expresado que era demasiado amplio. El objetivo explícito es avanzar en las discusiones teniendo en cuenta los debates y los comentarios recibidos”.
En este sentido, es importante recordar que las medidas en la OMC se suelen adoptar por consenso de todos los miembros, por lo que el nuevo documento a discutir considera esta condición.
El nuevo documento incorpora las preocupaciones actuales “por las nuevas mutaciones del virus y, como el anterior, reafirma su alcance más allá de las vacunas”.
La propuesta, está centrada en “los productos y tecnologías sanitarios”, donde se incluyen, “diagnósticos, terapias, vacunas, dispositivos médicos, equipos de protección personal, sus materiales o componentes, y sus métodos y medios de fabricación”, necesarios para la prevención, el tratamiento o la contención de la COVID-19.
Con relación a la temporalidad de las suspensiones que se demandan, la nueva propuesta propone una duración de las suspensiones de patentes por tres años.
“La duración tiene que ser práctica para que la fabricación sea factible y viable. Estas complejidades sugieren la necesidad de una duración práctica y flexible”, se señala en el nuevo proyecto presentado.
Para su seguimiento y control, proponen que el Consejo General, órgano de toma de decisiones de más alto nivel de la OMC, revise la existencia de las circunstancias excepcionales que justifican la exención, para que, “si estas dejan de existir”, el Consejo General determine la fecha de finalización de la misma.
“La comunidad internacional se enfrenta a un nuevo patógeno, con muchas incertidumbres. Por ejemplo, todavía se está investigando una terapéutica eficaz, y todavía hay muchas incógnitas con respecto a las vacunas que tendrán que ver con la fabricación y el suministro a escala que se necesitará para controlar la pandemia, como la duración de la inmunidad conferida, la eficacia de las vacunas contra las nuevas variantes y el efecto de las vacunas en los niños”, argumentan en su propuesta los países copatrocinadores del nuevo proyecto.
Hasta el momento actual, 62 miembros de la OMC, copatrocinan la propuesta, además de India y Sudáfrica, están, por ejemplo, las delegaciones del grupo africano, así como, el grupo conocido como los países menos adelantados, Bolivia, Egipto, Eswatini, Fiji, Indonesia, Kenia, Maldivas, Mozambique, Mongolia, Namibia, Pakistán, Vanuatu, Venezuela y Zimbabue.
Los opositores a la propuesta están encabezados por aquellos países miembros que tienen industrias farmacéuticas y biotecnológicas importantes, entre los que sobresalen, Australia, Brasil, Reino Unido, Japón y la Unión Europea.