Una Misión investigadora de naciones unidas en Libia, concluyó que habían “motivos suficientes para decir que las fuerzas gubernamentales y los grupos armados han cometido una amplia gama de crímenes de guerra y de lesa humanidad” en el correr de los últimos años.
De acuerdo al informe de los expertos “las fuerzas de seguridad estatales han violado gravemente los derechos humanos de los disidentes y los migrantes más vulnerables”, acciones estas que se acompañan de la más absoluta impunidad.
En su reporte se da cuenta de la práctica sistemática de “detenciones arbitrarias, asesinatos, tortura, violaciones, esclavitud y desapariciones forzadas”, añadiéndose a ello acciones que generan “la esclavitud sexual contra personas migrantes”.
Según consigna el portal del organismo internacional, el presidente de la Misión, Mohamed Auajjar, realizó un llamado “a las autoridades libias a elaborar un plan de acción de derechos humanos y una hoja de ruta integral y centrada en las víctimas”.
El país se encuentra en conflicto armado luego del derrocamiento de Muammar al-Qaddafi en 2011, lo que derivó en la división del mismo “entre administraciones rivales y milicias enfrentadas”, recuerda el portal de la ONU.
Todos estos atropellos, denuncia la Misión, gozan de total impunidad, por lo que la mayoría de las víctimas viven con miedo y desconfianza del accionar del sistema de justicia.
Como consecuencia de ello, las violaciones de derechos y atropellos continúan.
En atención a ello, el grupo de expertos pidió “la creación de nuevos mecanismos de investigación y monitoreo de derechos humanos, para “apoyar los esfuerzos de reconciliación de Libia”, permitiendo así “ayudar a las autoridades a lograr la justicia de transición y la rendición de cuentas”.
De acuerdo al informe “de julio de 2022 a la fecha más de 670.000 migrantes de más de 41 países” se encontraban en Libia y durante las entrevistas realizadas por los expertos “con más de un centenar de ellos”, se pudo documentar con pruebas “abrumadoras” la prácica sistemática de torturas y esclavitud sexual, entre otras atrocidades.
La Misión Investigadora había sido creada por el Consejo de Derechos Humanos en 2020 con el objetivo expreso de “indagar las violaciones de los derechos humanos cometidas por todas las partes desde principios de 2016”.
El próximo 4 de abril concluirá el mandato de la Misión lo que ocurre en un momento en que “la situación de los derechos humanos en Libia se está deteriorando”,al tiempo que emergen “autoridades estatales paralelas (…) y las reformas legislativas, ejecutivas y del sector de la seguridad necesarias para defender el estado de derecho y unificar el país están lejos de realizarse”, se lee en el informe de la Misión.
Considerando esta alarmante situación, la Misión instó al Consejo de Derechos Humanos a que establezca un “mecanismo de investigación internacional independiente y con recursos suficientes”, al tiempo que, “conminó a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a crear otro mecanismo con un mandato continuo para monitorear e informar las violaciones graves de derechos humanos en Libia”.