Como parte de las estrategias usadas para impedir la aprobación de un posible Tratado de Libre Comercio (TLC) el director general de Carrefour, Alexandre Bompard, anunció que su empresa no venderá carne importada del Mercado Común del Sur (Mercosur).
La prohibición de venta en el mayor supermercado de Francia afectaría las importaciones y venta “de carne de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, en solidaridad con el sector agrícola”, consignó la agencia MercoPress.
De acuerdo al director general de Carrefour, con esa medida se espera que otros actores del sector agroalimentario se inspiren para apoyar a los sindicatos franceses del agro.
“Carrefour quiere actuar al lado del sector agrícola y hoy se compromete a no vender carne del Mercosur (…) esperamos inspirar a otros actores del sector agroalimentario y fomentar un movimiento de solidaridad más amplio”, se lee en una carta enviada al líder del sindicato francés de agricultores Arnaud Rousseau, por parte de Bompard.
Francia lidera el movimiento europeo de oposición a un Tratado de Libre Comercio con el bloque sudamericano, proyecto que cuenta con apoyos procedentes de Alemania donde se demanda la eliminación del consenso entre los miembros para aprobar la iniciativa.
La medida lanzada por Bompard se dirige además al sector gastronómico, quienes “representan más del 30% del consumo de carne en Francia, pero de la que se importa el 60%, para que se unan a este llamada prohibicionista.
Al definir su postura ante la posibilidad del TLC con el bloque regional del Cono Sur, el gobierno francés dijo que el mismo “suponía un riesgo” ya que “podría inundar el mercado francés con carne que no cumple sus requisitos y normas.”
La iniciativa del empresario francés fue calificada por la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil) como “lamentables”,al tiempo que recordó que “el Mercosur es uno de los principales proveedores mundiales de carne”.
En su comunicado de respuesta la Agencia brasileña consideró “que no hay motivos razonables para imponer restricciones a la carne producida en el Mercosur. Seguimos las más rígidas normas sanitarias y ambientales, que garantizan su calidad en todas las operaciones de venta de proteína brasileña en el exterior, calidad reconocida por más de 160 países, incluyendo la Unión Europea”.