20220520/ Javier Calvelo - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ 27 edición de la Marcha del Silencio, convocada por Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos del Uruguay bajo la consigna: “Dónde están? La verdad sigue secuestrada: Es responsabilidad del Estado” Tras dos años sin marchar, por la pandemia, se realiza una nueva edición en la que miles de personas salen a la calle a reclamar por los desaparecidos en la última dictadura militar. En la foto: 27 edición de la Marcha del Silencio por la Av. 18 de Julio en Montevideo. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

“El modelo económico de la dictadura fue profundamente antipopular y antinacional”

Mayo es el mes de la memoria, en que recordamos y marchamos en homenaje a nuestros desaparecidos. Ellos lucharon por las libertades públicas, por la democracia y también contra un modelo económico concentrador de la riqueza y entreguista de nuestra soberanía. En estas líneas vamos a sintetizar algunos de los principales componentes de este modelo que fue impuesto a sangre y fuego por la dictadura.

La concentración del ingreso y la riqueza

Durante el período transcurrido entre 1973 y 1984 se produjo una gigantesca transferencia de ingresos desde el trabajo hacia el capital. Este hecho puede sintetizarse en los siguientes datos. En 1984 el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita era un 15% superior al existente en 1972 pero en igual período el Salario Real medio cayó a la mitad. Según la estimación de Jorge Notaro, esto implicó una transferencia de 5.000 millones de dólares desde los trabajadores asalariados hacia el capital.

Si dividimos el período de la dictadura en dos partes podemos avanzar más en la comprensión de lo sucedido en el plano económico. Entre 1973 y 1981 el PBI per cápita creció aproximadamente 40% mientras que en el mismo período el Salario Real medio perdió el 30% de su valor. Es decir, se produjo un importante crecimiento de la economía simultáneamente a una fuerte caída de los ingresos de los trabajadores. De hecho, el crecimiento económico en esta etapa tuvo como uno de sus fundamentos principales la rebaja de los costos laborales. Por su parte, entre 1982 y 1984, etapa en que el modelo entra en crisis, se produce una caída del PBI per cápita del entorno del 17% mientras que el Salario Real cae un 28% respecto al punto de partida de este segundo sub período.

En conclusión, la dictadura llevó adelante una redistribución regresiva del ingreso, en perjuicio de los trabajadores, tanto en la etapa donde el modelo tuvo crecimiento económico como en la etapa de la crisis del modelo.

La profundización de la subordinación al capital financiero internacional

En el año 1973 la deuda externa uruguaya era de 718 millones de dólares, cifra equivalente a un 25% del Producto Bruto Interno de la economía. En el año 1984 la deuda externa había ascendido a 4.664 millones de dólares, equivalente al 90% del PBI. En valores corrientes el endeudamiento del país se multiplicó por más de 6 veces.

El modelo económico de la dictadura se sostuvo en el ingreso masivo de capitales desde el exterior. Los años 70 fueron un período donde el capital tuvo grandes dificultades para valorizarse en las economías desarrolladas, tras la finalización del ciclo económico de crecimiento de posguerra. La apertura y liberalización llevada a cabo por la dictadura uruguaya (al igual que en el resto del Cono Sur) permitió el incremento de las tasas de interés en nuestra economía y la afluencia de capitales en busca de valorización.

Esta llegada de capitales permitió financiar el incremento de las importaciones, tanto para consumo principalmente de los sectores más pudientes, como de insumos para las actividades económicas en auge. Durante 1973-1981 la economía creció, pero aumentaron la dependencia respecto al exterior y sus vulnerabilidades estructurales.

En el período 1982-1984 se produjo una severa crisis que fue “resuelta” por la dictadura a través del salvataje del sector financiero, que incrementó enormemente la deuda externa de una economía que ya venía aumentando su endeudamiento. Fue la tristemente recordada “compra de carteras” que transfirió al Estado uruguayo (es decir, al conjunto de la sociedad) el costo de la crisis, lo que se fue pagando en los años sucesivos con aumentos de impuestos a los sueldos y al consumo.

La crisis del 82 y las medidas en torno a la misma, hicieron que sectores del capital nacional que habían sido beneficiados en la etapa de crecimiento económico del modelo, mediante la rebaja de salarios y la política de estímulo a las exportaciones, retiraran su apoyo al régimen, quedando únicamente el capital financiero y la fuerza como sustento del mismo.

En síntesis, el modelo económico de la dictadura fue profundamente antipopular y antinacional. Contra ello dio batalla nuestro pueblo, en condiciones extremadamente adversas, pagando el costo en exilio, tortura, prisión y desapariciones. En mayo y todo el año, todos los años, Memoria, Verdad, Justicia y Nunca Más Terrorismo de Estado.

Bruno Giometti, Economista, integrante del Instituto Cuesta-Duarte y del equipo de “Valor!!”.

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