20220614/ Javier Calvelo - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ Palacio Legislativo/ La Asamblea General se reunió en sesión especial a fin de recibir y escuchar el informe anual de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH). En la foto: Juan Faroppa, Mariana Mota y Wilder Tayler durante la presentación del informe anual de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo en Asamblea General del Poder Legislativo en Montevideo. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

Otro zarpazo multicolor

En las próximas semanas el Parlamento deberá elegir nuevas autoridades para integrar el Consejo Directivo de la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del pueblo (INDDHH). De acuerdo a la Ley 18.446 que la creó en el año 2008, la renovación de autoridades debería ser parcial para asegurar la continuidad de las políticas desplegadas.

A pesar de ello, voceros parlamentarios oficialistas ya anunciaron que aplicarán el bisturí a fondo y designarán a los nuevos integrantes mediante cuota política como si fuera un ente o un ministerio: habrá dos representantes del Partido Nacional, uno del Partido Colorado y otro de Cabildo Abierto. Dejarán un cargo a disposición del Frente Amplio. Fue informado por el matutino El País, medio de prensa cercano al poder conservador y reaccionario.

Un avance institucional

La creación y puesta en marcha de la INDDHH y defensoría del pueblo fue un gran logro. En su momento, su concreción significó un enorme progreso institucional en el camino de profundizar la democracia y la calidad de ella misma.

La existencia de órganos como la INDDHH, aunque no la cambian radicalmente, mejoran la calidad de la democracia más allá de los resultados concretos que ella pueda ofrecer. Pone de manifiesto que las normas de Derechos Humanos son un ideal social a seguir, un conjunto de normas de convivencia social importantes, que orientan la labor de los gobernantes y de sus funcionarios.

Las normas de DDHH, tan controvertidas por los cabildantes y los sectores adictos al terrorismo de Estado, son una gran conquista de la humanidad. Se orientan a humanizar la labor de los gobernantes y a dignificar la vida en sociedad.

Controlar y vigilar al Estado

La INDDHH fue creada por la Ley 18.446 de diciembre de 2008. Es una unidad dependiente del Parlamento, pero autónoma con el cometido específico de defender y promover los DDHH. Su tarea central es proteger los derechos humanos, controlar a los funcionarios del Estado: es un ámbito no jurisdiccional de protección de los derechos humanos.

Posteriormente, mediante reformas legislativas se le adicionaron nuevas tareas y responsabilidades, algunas de ellas referidas al período conocido como de actuación ilegítima y del terrorismo de Estado (1968 -1985).

Escudo protector de los más vulnerables

Si bien la existencia de un órgano como la INDDHH favorece al conjunto de la sociedad, su mayor beneficio lo obtienen aquellos sectores más desprotegidos en una sociedad dividida en clases sociales. Es un instrumento fundamental y decisivo para aquellos ciudadanos más vulnerables, más desprotegidos, que no tienen acceso a tener su propia organización, a conocer sus derechos, a reclamar y a demandar su implementación. De ahí la importancia de ella como instrumento.

La tortura: un flagelo a erradicar

La tortura, infligir dolor y sufrimiento, físico, psicológico o mental a una persona detenida e indefensa por funcionarios del Estado, de manera intencional y deliberada,  es un acto cruel y repudiable, tanto desde el punto de vista legal, político o ético, cualquiera sea el fin que se invoque.

Desde el retorno a la institucionalidad democrática su uso se ha reducido. Ha habido políticas claramente establecidas. Ello no ha impedido que se hayan producido muertes por malos tratos en comisarías y se hayan detectado casos similares en diferentes ámbitos, tanto policiales como carcelarios, incluso con menores y adolescentes.

La actuación de la INDDHH ha sido muy importante al respecto y le ha generado el malestar gubernamental, tanto en los gobiernos del Frente Amplio como del actual que en diferentes ocasiones ha reaccionado de manera airada y notoria sin el más mínimo pudor.

Las organizaciones sociales: rol protagónico

Par evitar la partidización y el reparto de cargos por parte del sistema político, uno de los aspectos positivos de la Ley 18 446 es el reconocimiento que hace a las organizaciones de la sociedad civil, otorgándole el derecho de proponer candidatos. De acuerdo a lo establecido por el Artículo 39 de ella,  corresponde  proponer candidatos a las organizaciones sociales acreditadas ante la INDDHH. Los parlamentarios podrán recepcionar propuestas y elaborar listas si lo consideran conveniente para su tratamiento en la Asamblea General. La INDDHH es una herramienta social para vigilar y controlar a las autoridades de turno desde un ámbito no jurisdiccional.

El zorro en el gallinero a cuidar las gallinas

La integración del próximo Consejo Directivo es un tema trascendente para quienes apuestan a fortalecer la institucionalidad democrática del país para seguir avanzando. El movimiento sindical, el movimiento estudiantil, las organizaciones de DDHH, las cooperativas, la ciudadanía en general, deben estar alertas y hacer sentir su opinión y sus inquietudes al respecto.

Los futuros integrantes de la Comisión Directiva de la INDDHH deben tener un sólido y efectivo conocimiento y compromiso de vida con las normas de DDHH, en lo declarativo y también en su trayectoria vital. Como lo establece la norma vigente, sus candidaturas deben surgir desde las organizaciones de la sociedad civil.

La decisión de la coalición gubernamental de otorgar un lugar a Cabildo Abierto en el próximo Consejo Directivo, partido político que ha justificado y defendido a los principales responsables de las desapariciones y crímenes del terrorismo de Estado, es muy preocupante. No hay justificaciones ni explicaciones para las graves violaciones a los DDHH. Como siempre, el despliegue y la movilización ciudadana serán decisivos. Nunca hay batallas perdidas. En Crysol lo sabemos.

Gastón Grisoni es Presidente de Crysol pero sus opiniones no reflejan ni comprometen, necesariamente, al colectivo como tal.

Compartí este artículo
Temas