Los resultados del plebiscito realizado este domingo en Chile para definir el apoyo o el rechazo al nuevo proyecto de Constitución fueron calificados “como una bocanada de aire fresco para un tiempo político que ha estado marcado por la discordia y la polarización”.
La afirmación fue realizada en una declaración pública por parte de “los partidos políticos que integran las dos coaliciones oficialistas, más la Democracia Cristiana”.
Según consignó el diario local El Siglo, la derrota del proyecto constitucional de la derecha chilena, pone, “una vez más en el centro de las preocupaciones nacionales, la necesidad de construir un gran acuerdo que modifique estructuralmente estas dos sentidas demandas”.
Las colectividades políticas subrayaron que “quedó de manifiesto que la mirada de país y sociedad que ofrecía (José Antonio) Kast, los republicanos y la mayoría circunstancial que se generó al inicio del proceso, no son la aspiración de las familias chilenas, y menos las bases de la construcción de un país en la que todos y todas nos sintamos parte para seguir avanzando”.
En la declaración se advirtió que no habrá por parte de las colectividades “revanchismo alguno”, enfatizándose que lo que sí habrá es “claridad completa respecto de los desafíos políticos, sociales y económicos del ciclo que viene”.
“Tal como declaramos en su momento, nuestros votos no estarán disponibles para un tercer proceso tal como lo hemos sostenido con anterioridad”, se lee en la declaración donde se fija posición ante la posibilidad de una eventual repetición de presentación de un nuevo proyecto.
Para estas organizaciones políticas las prioridades del país pasan por “sintonizar la agenda del Chile real con las prioridades del sistema político, esto es: seguridad, crecimiento económico, empleo, pensiones, salud y educación”.
La declaración de los partidos oficialistas se produjo tras conocerse el resultado del plebiscito donde el voto en Contra obtuvo más del 55%, frente al 45% de los votantes A Favor.
Al comentar los resultados del proceso el jefe de bancada legislativa del Partido Comunista, Luis Cuello, afirmó que la derrota del proyecto revelaba que quienes fracasaron fueron “los que querían joder a Chile”.
Para el dirigente comunista la votación resultante representó “un estrepitoso fracaso de la Constitución de los evasores dispuestos y el Partido Republicano. Fracasaron los que querían joder a Chile. Representa la caída de un proyecto radical, extremo, que pretendía desmantelar al Estado para ponerlo al servicio de grupos económicos con nombre y apellido. Representa también el fracaso de una propuesta que terminaba con toda esperanza de contar con derechos sociales y económicos para las personas, que significaba un severo retroceso y una amenaza a los derechos de las personas”.