Rechaza Honduras declaraciones injerencistas del representante de Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos (OEA)

Las declaraciones del representante estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Frank O. Mora, respecto a la elección del Fiscal General interino de Honduras fueron rechazadas por el canciller del país centroamericano, Eduardo Enrique Reyna.

Para Reyna los dichos del embajador estadounidense constituyen “una intromisión del Gobierno estadounidense en asuntos que solo competen a la nación centroamericana”.

El rechazo a las declaraciones fue manifestado por Reyna a través de un mensaje difundido en la red social X, en el mismo el Canciller escribió que su país rechazaba “la intromisión sobre un tema soberano interno, ya que la decisión de la Comisión Permanente del CN (Congreso Nacional) de nombrar al fiscal y fiscal adjunto ‘interinos’, se hizo legalmente, conforme a los artículos 207 y 208 de la Constitución».

De acuerdo a teleSur, Mora había manifestado sentirse “preocupado por actos de violencia ocurridos en Honduras luego de la elección del Fiscal General interino y su adjunto” y afirmó “que la elección socava la confianza en la democracia representativa».

Los comentarios de Mora fueron respondidos por Mora que dijo de forma enfática que «la democracia en Honduras la menoscabaron la impunidad y la corrupción del esquema que creó la narco-dictadura y los que lo querían sostener».

Para el Canciller resulta “inaceptable tener una visión parcial promovida por los que abusaron del poder y violaron la Constitución en el pasado» y ratificó que el gobierno hondureño condenaba «toda forma de violencia y el intento de manipular los hechos por la oposición».

Luego de la designación por parte de la Comisión Permanente del CN de Johel Zelaya como fiscal general y de Mario Morazán como fiscal adjunto, el gobierno de la presidenta Xiomara Castro y el Partido Libre (Libertad y Refundación) denunciaron “que bajo los intentos de la oposición para torpedear la elección de los fiscales” se encontraba “el interés de defender los privilegios de una minoría que dirigió el país durante décadas y que ahora se siente amenazada por un Ejecutivo determinado a hacer frente a la corrupción y la impunidad”.

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