“Tu ves este silencio? Pues hay una tormenta en cada cuarto. El día que estalle nos barrerá a todas.” (La Casa de Bernarda Alba. F. García Lorca)
Ximena González, Rossana Méndez (*)
Un día como hoy 25 de noviembre, pero del año 1960 las hermanas Mirabal fueron brutalmente asesinadas por ser mujeres y activistas revolucionarias que lucharon por los derechos de todos y todas contra una dictadura terrorista. La Asamblea General de la ONU por Resolución de 1999 proclamó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Como cada año, el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer prende el altavoz para gritar al mundo ese desgarro que nos lisia el alma.
El crimen no para
30 feminicidios en el 2022, fueron solo una pasarela inevitable para un 2023 que al onceavo mes del año, lleva 25 mujeres muertas. Ello poniendo el foco, únicamente en lo que suele tocar el botón del despabilo social: la muerte y lo impávido de un sistema que se avoca a blindar este engranaje (heteropatriarcal, acumulativo, empobrecedor y excluyente), mientras maquilla las máscaras de la violencia contra las mujeres, con indeleble impunidad.
Los últimos feminicidios en Maldonado, Valentina Cáceres (17), asesinada por su ex novio también de 17 años, convirtiéndose en el feminicida más joven en Uruguay y más recientemente Katherine Martínez (29) ultimada por su ex pareja con más de 10 puñaladas, son la muestra fatal de que la escalada de violencia marcada por el ánimo y la idea de poseer y dominar, no son objetivos fáciles de erradicar sino subvertimos radicalmente el orden imperante. Porque no podemos disociar la lucha contra la violencia sin al mismo tiempo pensar en la lucha por el cambio social.
La Secretaría de Género de Maldonado, desde su fase embrionaria y con un cuerpo orgánico que avanza en cometidos y responsabilidades, viene desarrollando acciones que apuntan a desorganizar los mandatos y estereotipos para forjar una nueva conciencia de género, -ejemplo de ello fue la realización de un ciclo de talleres de Masculinidades realizadas durante el año 2021.- También se han instalado ámbitos de participación y talleres de discusión sobre perspectivas de género, y políticas transversales que cooperan en los cambios de visión hegemónicos. En el sistema de producción capitalista como el que vivimos, las mujeres somos grandes productoras de la riqueza social por lo que es importante hacer notar que la cadena de montaje es mucho más amplia que la que se ha concebido históricamente.
Ya sin hablar de las muertes, el hacinamiento en las cárceles sin aportar la mirada de género al proceso de humanización de las personas privadas de libertad, la falta de acceso a las oportunidades y a la reinserción social y laboral incrementando la brecha salarial entre hombres y mujeres, la explotación sexual infantil y trata de personas que han quedado dolorosamente manifiestas, la violencia obstétrica, las continuas y recurrentes situaciones de acoso sexual laboral, la discriminación étnico, racial, religiosa o de género, todo ello sin que aún se haya asignado el presupuesto para la implementación efectiva de las medidas de la Ley de Violencia hacia las Mujeres basada en Género.
La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones a los derechos humanos más sistemáticas y extendidas, arraigada en estructuras sociales construidas en base al género más que en acciones individuales o acciones al azar. Trasciende límites de edad, socio económicos, educacionales y geográficos, afecta a todas las sociedades y es un obstáculo importante para eliminar la inequidad de género y la discriminación a nivel global. (Asamblea General de las Naciones Unidas, 2006).
En nuestro país, la situación de violencia en la que se encuentran las mujeres es gravísima. “Uruguay, país feminicida” da cuenta de que cerca de 8 de cada 10 mujeres de 15 años o más (76,7%) han experimentado algún tipo de violencia por razones de género a lo largo de su vida, y casi 5 de cada 10 mujeres (47%) han atravesado situaciones de violencia por razones de género por parte de una pareja o expareja según datos recogidos de la Segunda Encuesta sobre violencia basada en género y generaciones realizada en 2019 (CNCLVD 2020) (1).
Según datos de Fiscalía General de la Nación para el año 2022 se identificaron 3.373 mujeres víctimas en denuncias por distintos delitos vinculados a la violencia sexual, 2.299 de ellas por abuso sexual y 197 por el delito de violación. Esto implica que según las denuncias realizadas, en el año 2022 se registra un promedio de nueve mujeres víctimas de delitos sexuales por día. (2)
Según informa CEPAL en base a una comparación de las cifras de países Latinoamericanos, para el año 2021 Uruguay se ubicaba entre el grupo de países con tasas altas de femicidio, al ser superior a una víctima de feminicidio cada 100.000 mujeres. Se ubica en el onceavo lugar a nivel latinoamericano, pero en el tercer lugar si consideramos a los países de América del Sur, luego de Bolivia (1,8) y Brasil (1,7) (CEPAL ONU 2021).
Pero no son cifras. Son mujeres
Cada 25 de noviembre es un día para tomar la trinchera en repulsa contra la violencia que se ejerce contra las mujeres en todo el mundo, abonar la tierra para seguir trabajando coordinadamente con todas las instituciones y la sociedad en su conjunto y exigir a los Estados medidas contracíclicas que corten de raíz a la violencia en todas sus manifestaciones, comenzando por la discriminación como motor de reproducción de las desigualdades. “La igualdad, como significado jurídico y democrático, exige entenderla en honor a las diferencias entre las personas. Las diferencias nunca deben traducirse en desigualdad, y la forma más visible de desigualdad es la discriminación” (3)
Este 25 de noviembre, debemos estar en la calle y en lucha, pero procreando la conciencia de que todos son 25 de noviembre. Junto a las mujeres de nuestro pasado y con las mujeres de nuestro futuro, somos parte de algo mucho más grande que debemos abrazar. Por ello son tremendamente importantes todos los espacios para la acción, y el fortalecimiento de este sujeto colectivo social que crea formas solidaridad que nos den la capacidad de resistir y transformar con medidas efectivas.
Porque, como Carol Hanisch decía (4) solo hay acción colectiva para una solución colectiva y he allí nuestra furia revolucionaria: revelándonos a los órdenes violentos, a los despojos impuestos y al discurso hegemónico que vertebra las dominaciones.
Por un mundo sin violencia, exclusiones, discriminaciones contra las Mujeres, este 25 de noviembre, copemos las calles y abracemos nuestro grito de dolor a los confines del mundo.
(1) El feminicidio en Uruguay: datos que nos ayudan a dimensionar el problema. Experiencia de monitoreo y análisis de datos sobre feminicidios de los últimos 20 años. Montevideo, Uruguay, junio de 2023. Documento elaborado por: Tamara Samudio, Helena Suarez Val y Dahyana Suarez Lucián).
(2) Femicidios en Uruguay Análisis para la homogeneización de criterios y su categorización. (Equipo de investigación conformado por División Políticas de Género del Ministerio del Interior Observatorio de Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior División Violencia Basada en Género del Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social).
(3) ¿Por qué hablamos de violencia basada en género cuando hablamos de violación de los derechos humanos? Femicidios en Uruguay Análisis para la homogeneización de criterios y su categorización. (ibídem 1)
(4) Hanisch, Carol “ Lo personal es político.1969” (feminista radical estadounidenseperteneciente a la segunda ola del feminismo, durante la década del 1970)
(*) Comisión Nacional de Género del Partido Comunista de Uruguay.
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Marcha por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer el año pasado. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.