“Sigue siendo válido el objetivo de una sociedad sin explotación”
Este jueves 7 de noviembre se cumplieron 107 años del triunfo de la Revolución de Octubre, en la que el pueblo ruso, encabezado el Partido Bolchevique y Lenin, triunfó sobre las fuerzas de la reacción y puso en marcha la primera experiencia de la humanidad de un estado de obreros y campesinos.
En conmemoración de una fecha histórica para la humanidad toda reproducimos el editorial de nuestra edición 408, dedicada íntegramente a los 100 años de la Revolución de Octubre, por entender que mantiene plena vigencia.
Un siglo de Revolución
“Este 7 de noviembre, se cumplieron 100 años de la Revolución de Octubre. El más importante movimiento revolucionario, la principal revolución social, la más universal, de la historia de la humanidad.
Nosotros la valoramos desde la pertenencia. Somos parte de ese caudal humano formidable que se propuso en la práctica transformar el mundo. La Revolución de Octubre es parte fundante de nuestra identidad. Por eso este balance no es objetivo, es hecho desde las entrañas mismas de nuestras esperanzas, sueños, alegrías, dolores, decisión de lucha, compromiso, desde nuestra vida misma.
Es imprescindible colocar a la Revolución de Octubre en una perspectiva histórica larga. La historia escrita de la humanidad tiene alrededor de 6 mil años. El capitalismo tiene alrededor de 600 años como experiencia de organización social y política, hegemonizada por una clase, la burguesía. El imperialismo, como fase superior de desarrollo del capitalismo, tiene alrededor de 200 años. Hablar de la Revolución de Octubre, entonces, es hablar de una experiencia que ocurrió hace 100 años y que abrió el período de transformación social para romper esa hegemonía y construir, por primera vez en la historia humana, una sociedad sin explotación.
Hace un siglo por primera vez los trabajadores, los campesinos, los soldados, los pobres, los olvidados, intentaron, y lograron, gobernarse a sí mismos. Tomaron el cielo por asalto. Tenían los antecedentes milenarios de la lucha de la humanidad por la libertad. Tenían el antecedente heroico de la “Comuna de París”, esa a la que Marx caracterizó como “el primer asalto al cielo”.
“Paz, pan y tierra” fueron las consignas que los unieron y los hicieron luchar. “Todo el poder a los Soviet”, la manera de lograrlo. Pero lo principal es que millones asumieron el camino como propio y lo materializaron. Le dieron potencialidad revolucionaria.
Fue el triunfo más importante y de mayor impacto en la lucha por la emancipación humana. Definido esto así, hay que asumir, con el mismo rigor, que la posterior implosión de las experiencias de construcción socialista nacidas a su influjo, constituye la más importante derrota sufrida en ese camino. Por lo que despejar sus causas, y encontrarles caminos superadores, es también una tarea revolucionaria.
Este aniversario está muy unido a los 150 años de la publicación de “El Capital”, con él, Carlos Marx demostró, teóricamente, que el capitalismo no era el fin de la historia humana, sus contradicciones y la necesidad de la revolución para superarlas. Apenas 50 años después, Lenin y los bolcheviques, demostraron, prácticamente, que era posible una alternativa al capitalismo.
Ese es el mayor mérito de la Revolución de Octubre: demostró que es posible construir un mundo diferente, que no esté basado en la explotación.
Cualquier valoración de la Revolución de Octubre debe incorporar que se dio, desde el primer día hasta el último de la experiencia soviética, en medio de la agresión más feroz que haya sufrido régimen social alguno. El gobierno soviético tuvo que levantar un país destrozado por el horror del Zarismo, por la bestialidad de la Primera Guerra Mundial. Luego por la guerra civil interna. Luego la invasión simultánea de 14 países. Luego la agresión nazi y la Segunda Guerra Mundial. Tuvo que resistir y reconstruirse una y otra vez. ¿Esto es disculpa de los errores, horrores o insuficiencias? No. Pero no se puede omitir como alegremente lo hacen algunos que pretenden analizar las experiencias humanas como si fueran fórmulas de laboratorios.
Cinco logros de Octubre
Se pueden destacar muchos logros y aportes de la Revolución de Octubre, intentaremos seleccionar algunos.
A)La libertad para el pueblo ruso. Provocó la caída del Zarismo y construyó la primera democracia real en ese país. Fue el primer Estado que alfabetizó a toda la población, que hizo ley las 8 horas, que dio voto a la mujer, que legalizó el aborto, que dio la propiedad social de los medios de producción, que democratizó la propiedad y el acceso a la tierra. B) Dio una contribución a la paz y al internacionalismo. Tuvo un papel fundamental en el fin de la colonización y el logro de la existencia soberana de decenas de países y pueblos en Africa, Asia y América Latina. C) Fue fundamental en la derrota del nazismo, y pagó esa lucha con la devastación y con 20 millones de muertos. D) La existencia de la URSS y el influjo de la Revolución de Octubre incidieron, junto con la lucha de los pueblos, en los avances en derechos y justicia social en los países capitalistas, Estado de Bienestar, derechos laborales, derechos de las mujeres, etc. E) El valor del Ejemplo: otra sociedad es posible, estímulo a la lucha y la organización de los revolucionarios en todo el mundo.
Siete desafíos hacia el futuro
Está pendiente un balance riguroso de la experiencia de la construcción del socialismo, es imprescindible hacerlo, en primer lugar, para nosotros los comunistas, pero también para todos los revolucionarios y militantes populares del mundo, para transformarlo en acervo teórico y en instrumento de lucha para derrotar al capitalismo y seguir alumbrando los caminos del socialismo y del comunismo.
Somos revolucionarios, analizamos la realidad, para comprenderla y trazar mejor los caminos para transformarla. Para encontrar los caminos concretos que permitan hacer avanzar las luchas populares y la perspectiva de liberación que alimentan.
1)No pensamos ni aceptamos un balance de capitulación. No promovemos la rendición ante el capitalismo. Saludamos la Revolución de Octubre, y hacemos un balance crítico de su legado, para luchar mejor.
2)Nos proponemos el rescate del método marxista leninista para analizar la realidad de hoy, y haciéndolo, recrearlo. La Revolución de Octubre demostró que no hay práctica revolucionaria sin teoría revolucionaria. La construcción crítica que le de actualidad, y por lo tanto sentido práctico, a ese legado teórico, es uno de los desafíos.
3)El análisis a fondo del estado actual del capitalismo, de sus fortalezas y debilidades, de su conformación material, de su desarrollo en el terreno de las formas de hegemonía materiales y subjetivas que lo sostienen, es un requisito indispensable para luchar y avanzar una perspectiva revolucionaria.
4)El papel de la democracia en la revolución, en todo su desarrollo, antes, durante y luego de la toma del poder político por las fuerzas revolucionarias. Mucho se ha tergiversado el pensamiento y la práctica de Lenin y los bolcheviques, en torno a la democracia. En “Dos tácticas” decía: “Quien quiera ir al socialismo por otro camino que no sea el de la democracia política, llegará infaliblemente a conclusiones absurdas y reaccionarias, tanto en el sentido económico como en el político”. La Comuna parisina y los Soviet en Rusia fueron las formas concretas de canalizar la participación popular y generar un salto democrático inédito en la historia de la humanidad. Fueron los caminos concretos para trasladar poder al pueblo, para democratizar a niveles desconocidos hasta entonces el ejercicio del poder. Encontrar esas formas en la actualidad, potenciarlas y luchar porque se vuelvan hegemónicas en la sociedad es la tarea.
5)El papel de las masas en la revolución. Es el pueblo organizado el sujeto revolucionario. Lenin uno de los principales constructores de la teoría del Partido, y defensor a ultranza de su papel insustituible, deslindaba a la vez con cualquier visión “elitista” del proceso revolucionario y decía: “El régimen existente solo se podrá modificar con el esfuerzo de millones de hombres organizados”. La Revolución de Octubre no fue un hábil golpe de mano de un grupo heroico de conspiradores. Fue el resultado de un largo proceso histórico de acumulación de fuerzas, de la aplicación práctica de una teoría, que implicó una estrategia y una táctica concreta, y, por supuesto, de la acción decidida y organizada de un Partido revolucionario para llevarla adelante. Pero el protagonista de la Revolución de Octubre fue el pueblo ruso y fue su decisión de lucha la que condujo al triunfo.
6)El papel del Partido, su elaboración teórica, su organización, su construcción política, la formación y el papel de sus cuadros y militantes, su relación con las organizaciones populares y con el pueblo todo, sus vínculos con la sociedad toda.
7)Incorporar a ese balance critico las experiencias de todas las revoluciones en todos los rincones del planeta. No hubo lugar del mundo donde el capitalismo, y su forma actual real de existencia el imperialismo, no fuera desafiado.
Un camino abierto
Hacemos el balance desde una posición de principios. Nada cambia que la Revolución de Octubre fue un inmenso grito de libertad, irredento, formidable. El impulso de gigante de la esperanza. La conjunción política de millones que expresaron su decisión de ser libres y de no rendirse. La Revolución de Octubre dio un salto en la historia de la humanidad.
Hoy la Revolución sigue siendo un mandato ético y una necesidad material de la humanidad, objetiva.
Hay que construir la ruta teórica, el camino estratégico, la táctica que lo concrete y la fuerza social y política que la conduzca.
El camino abierto por Lenin, los bolcheviques y el pueblo ruso, sigue estando allí para transitar. No es un camino cerrado, al contrario, por eso hablamos de un siglo de Revolución, porque no terminó.
Sigue siendo válido el objetivo de una sociedad sin explotación, conquistar la libertad para los seres humanos y llevarla hasta las últimas consecuencias.
En esa lucha, aún en desarrollo, nos siguen acompañando las heroicas banderas rojas de Octubre”.