Como en anteriores ocasiones, las fuerzas policiales argentinas, bajo las directivas de la ministra de Seguridad, Patricia Bulrich desataron una brutal represión contra jubilados y manifestantes de organizaciones sociales quienes se habían convocado para reafirmar su rechazo al veto del presidente Javier Milei al ajuste jubilatorio.
La acción policial fue definida por el diario Página 12 como un “panic Show del Gobierno contra los jubilados” y derivó en 50 heridos, entre los cuales se encontraban dos menores de edad.
Además de los heridos, se reportaron dos detenciones en medio de un operativo que contó con la participación de casi 900 efectivos policiales, quienes recibieron de Bulrich la orden de «identificar a los referentes de la oposición”.
De acuerdo al medio de prensa argentina, luego de conocerse el resultado de la votación el Congreso, en las afueras del recinto “el aire se llenó de gases lacrimógenos”, al punto de hacer irrespirable el aire.
En su accionar la policía disparó balas de goma “y en menos de cinco minutos desalojó a los manifestantes, que replegaron como pudieron”.
A pesar del repliegue de los manifestantes, reportó Página 12, la cacería de manifestantes “siguió durante horas”.
Adentro del recinto del Congreso, resume el medio de prensa, se celebró “el ajuste sobre las jubilaciones”, mientras que afuera el gobierno libertario “desplegó otra vez el circo del protocolo del “orden”, tal y como había sido anunciado por la Casa Rosada.