Celebración de la unidad y la lucha

El sábado pasado se realizó el acto central por el 102 aniversario del PCU. Fue un gran acto, por su forma, por su contenido, y, muy especialmente, por la respuesta multitudinaria que desbordó las instalaciones del Platense hasta la calle, aunque llovía y mucho.

Como dijimos en el editorial de nuestra edición 606 (https://elpopular.uy/102-anos-del-pcu/) el PCU se propuso que su aniversario fuera una contribución a las luchas de nuestro pueblo. El acto central del sábado no es un hecho aislado, forma parte de una campaña que se inició el 21 de setiembre, con intensa presencia en redes sociales, cientos de muros y pasacalles en todo el país, más de 300 asambleas abiertas y actos y la entrega de 50 mil volantes en ferias, esquinas y movilizaciones populares. Incluye una campaña de crecimiento del PCU que ya lleva decenas de afiliaciones en todo el territorio nacional. Está encabezada por dos consignas que se complementan: “No mires para el costado. Es tiempo de tomar Partido”. Junto con esa campaña la UJC realiza la suya propia, con la consigna: “No te conformes”.

En realidad, entonces, el acto del sábado fue un momento de síntesis de un enorme esfuerzo militante de más de un mes que tiene como componente fundamental el diálogo directo, mano a mano, con miles de hombres y mujeres de nuestro pueblo. Ese acumulado de movilización, organización y debate político con miles, vale por sí mismo, y mucho, pero el desafío era que tuviera un salto en calidad en el acto central. Había que lograr un acto que estuviera a la altura del esfuerzo militante realizado en la campaña política lanzada para el 102 aniversario.

Y se logró con creces. El clima jugó en contra, ante los pronósticos de lluvia hubo que cambiar de lugar e ir un espacio cerrado. Llovió el jueves, el viernes y todo el sábado. Sin embargo, una verdadera multitud desbordó las instalaciones del Platense, hasta la calle. No quedó un solo espacio libre. Junto a ello fue muy grande la repercusión de la transmisión por redes sociales, el video con la transmisión completa del acto lleva ya más de 4 mil visitas, solo en YouTube, y suma miles más en las otras redes.

Lo primero a señalar es, entonces, que el acto del 102 aniversario del PCU se constituyó en un hecho político relevante por la decisión de miles de participar, de una u otra manera, en él.

Se había planteado el objetivo de que el acto fuera para abrazar todas las luchas, para expresar solidaridad con ellas. Eso fue así de muchas maneras. Una de ellas fue la recolección de un importante volumen de alimentos para apoyar a las ollas populares. Solidaridad concreta, material, de la que más vale. Fue así por la presencia de organizaciones sociales y porque quienes llenaron las tribunas fueron y son protagonistas de las luchas populares. Y también porque en los discursos se reivindicó y respaldó a las movilizaciones de nuestro pueblo. El acto del 102 aniversario fue caja de resonancia de todos los reclamos populares.

Se había planteado que el acto fuera de reafirmación de la unidad frenteamplista. Esto fue así. El PCU hizo de su acto aniversario una tribuna para el Frente Amplio (FA). Hablaron el presidente del FA, Fernando Pereira, la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse y los intendentes de Canelones, Yamandú Orsi y Salto, Andrés Lima. Estuvieron presentes legisladores, dirigentes y militantes de prácticamente de todos los sectores del FA, se recibieron saludos de sectores y de más de 30 Comité de Base. Fue un acto de contenido unitario y frenteamplista.

Y, con un fuerte anclaje en los dos componentes anteriores, fue un acto comunista. En los discursos de Camila Fernández, por la UJC y Oscar Andrade, por el PCU, se expresó, fuerte y claro, la visión y la posición de las y los comunistas sobre su historia, sobre el presente y sobre el futuro.

En un discurso combativo y de una gran densidad conceptual, Oscar Andrade, repasó la historia del PCU, su compromiso con la lucha de las y los trabajadores, pero con todas las luchas populares; su internacionalismo, por definición y por práctica política, con la Revolución de Octubre, su presencia solidaria con la República Española, Cuba, Nicaragua, Angola, y la definición antimperialista que implica; junto con ello su raigambre nacional, recogiendo las mejores tradiciones, en particular el artiguismo y su contenido revolucionario; su propuesta de articular las luchas sociales y políticas, con un programa que le de cauce a las luchas populares; su línea y su práctica unitaria, su esfuerzo histórico por construir la unidad política y social del pueblo, el aporte al Congreso del Pueblo, a la central única de las y los trabajadores, a la unidad obrero-estudiantil, a la unidad de la izquierda sin exclusiones, primero con el FIDEL y luego con el FA; su identidad revolucionaria, de contribuir a la emancipación humana construyendo una síntesis social superadora del capitalismo. Y también abordó la situación actual: la denuncia de la desigualdad que provoca la aplicación de la restauración conservadora y su ajuste neoliberal; la entrega del Puerto; la entrega de un pasaporte a un narcotraficante; la conformación de una banda criminal en Presidencia de la República. Planteó la necesidad de apoyar y rodear las movilizaciones sociales, darles expresión política y programática, con el Congreso del Pueblo, impulsado por el PIT-CNT y la Intersocial y con la construcción de un programa del FA que “debe ser un hervidero en los barrios”.

Fue un acto de profundo contenido político.

Además, tuvo momentos, detalles, que contribuyeron, y no poco, a que el mensaje que se quería transmitir se expresara en toda su magnitud. El video de homenaje a los mártires del PCU, realizado por la Comisión de DDHH, aplaudido de pie por todo el acto. La interpretación con lenguaje de señas del Himno Nacional y La Internacional, organizada por la Comisión de Discapacidad, muy aplaudido. La imagen de José Machado, sobreviviente de la masacre de la 20 en 1972, recientemente fallecido. El espacio de cuidados para niñas y niños. La venta de comida, material de propaganda, libros y remeras, con la consigna del acto, que se agotaron. Todo contribuyó a que el acto fuera lo que fue.

Y, como si todo lo anterior fuera poco, el acto se constituyó en una verdadera fiesta de la cultura y la música, el aporte de El Alemán y su banda, Milongas Extremas y Pa´Entrar en Calor, terminó de cerrar una gran noche. Y así la vivieron las y los compañeros presentes y quienes lo pudieron seguir a través de la transmisión en vivo.

Todo eso pasó en el acto del sábado. Mostró a un PCU movilizado, en crecimiento, rodeado social y políticamente, construyendo cada vez más lazos de vinculación con nuestro pueblo.

Estamos en un período de acumulación de fuerzas, de fortalecimiento de las herramientas populares, sociales y políticas, de organización de la lucha para enfrentar el modelo de desigualdad que implementa la derecha en el gobierno y dar respuesta a las urgencias de nuestro pueblo, de construcción de síntesis programática de esas luchas y de levantar perspectiva revolucionaria.

Y la revolución, como decíamos en el citado editorial, es una obra histórica, sintetiza el pasado y lo supera, responde al presente y se proyecta desde él, pero supone un futuro, distinto, diferente, con una sociedad de libertad e igualdad plenas, que termine con todas las formas de explotación y opresión. En este mundo de hoy, tan prisionero del ahora y ya, donde las clases dominantes imponen un presente perpetuo y ahistórico, es necesario un esfuerzo titánico, teórico y político, práctico, militante, por rescatar la utopía. Reivindicar el futuro como una construcción posible con el pueblo organizado como protagonista.

El sábado, el acto central del 102 aniversario del PCU, por su forma y su contenido, por el compromiso militante, por el mensaje de unidad y amplitud, pero, sobre todo, por la emoción, la combatividad y el estado de ánimo que expresó, fue todo eso.

Una celebración de la unidad y de la lucha. Un abrazo a la historia y una expresión colectiva de asumir los desafíos del presente. Pero también fue un momento de renovar el compromiso con un futuro que será de libertad e igualdad. Es tiempo de tomar Partido. El sábado, una multitud, tomó partido por la esperanza. Un actazo.

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