Mediante un comunicado, emitido este miércoles 7 de setiembre, el Consejo del Sector Financiero Privado salió al cruce de las declaraciones públicas de la Asociación de Bancos Privados y en particular las realizadas por su director ejecutivo.
El texto señala que “la situación planteada en el sistema financiero local es absoluta responsabilidad del Citibank” y recuerda que “su gerente general Gabriel González Barboni expresó que “el banco tomó una decisión estratégica” por lo que “no tiene mucho más que negociar”.
En consonancia con ello, se añade, “la actitud de la empresa fue el rechazo de toda búsqueda de soluciones laborales, con su negativa a participar de los ámbitos institucionales que intentaron evitar el daño para sus trabajadores”.
Para el Consejo del Sector Financiero privado, tanto Citibank, como González Barboni “decidieron provocar un conflicto y son ejemplo de las peores prácticas empresariales en materia de relaciones laborales”.
Es en este escenario que “la ABPU ha decidido defender a su banco asociado y ha dado aval a dichas prácticas, tanto por acción como por omisión”, por acción al reclamar “su derecho a despedir y respaldando a dicho banco” y por omisión al avalar “implícitamente la violación de nuestras libertades sindicales consagrados en la Constitución”.
El comunicado agrega que “un segundo asociado de ABPU decidió contribuir a profundizar el diferendo” y en ese sentido señalan que “el banco Heritage decidió contratar personal despedido por Citibank, luego de haber rechazado la posibilidad de contribuir a solucionar parcialmente el conflicto, por supuestas limitaciones de su casa matriz. Debemos suponer que la ABPU no promovió esta actitud, pero queda claro que no impulsó ninguna contribución a la solución”.
Para el Consejo, “la ABPU intenta eximirse de aportar soluciones y se basa en los cambios de requerimientos de habilidades y perfiles de los trabajadores” y grafica lo anterior con lo señalado por su director ejecutivo quien afirmó que “del lado de los bancos no hay en este momento requerimiento de personal con esas habilidades.”
“Partiendo del supuesto de que la ABPU se haya interesado sobre los perfiles de los trabajadores despedidos”, añade la respuesta del Consejo de la Banca privada, la organización empresarial “parece no haber sido informada por sus asociados sobre la contratación de personal realizada durante el presente año”.
“En los hechos”, se describe en el texto, “de las 184 personas contratadas por los bancos privados, 133 correspondieron a cargos y calificaciones básicas, las cuales serían ampliamente cubiertas por nuestros compañeros despedidos”.
Por lo que, si fuera “verdaderamente cierto que “los bancos no tendrían inconveniente en tomar a esas personas si necesitaran esos perfiles”, según afirmó el director Roberto De Luca, estaríamos en condiciones de llegar a una solución en un muy breve plazo”.
En lo referido a la afirmación realizada por ABPU de que “la ley dice que las empresas en Uruguay pueden despedir”, no cabe ninguna duda”, se señala y añaden que “lo que hace honorables a las personas y organizaciones no es lo que pueden hacer sino cómo contribuyen a articular sus intenciones y necesidades provocando el menor daño posible. Y esto tiene aún más valor cuando nos referimos a relaciones laborales”.
“Provocar perjuicios previsibles y evitables fue la decisión de Citibank. Profundizar el enfrentamiento fue la decisión de Heritage. Y hasta el momento la ABPU no ha contribuido ni a la solución ni a mitigar los daños”, enfatiza la respuesta del Consejo que ratifica que, “en el marco de nuestros derechos y libertades, continuaremos ejerciendo la solidaridad con los trabajadores despedidos. No tenemos la más mínima duda de que las empresas financieras locales tienen necesidad y posibilidades de contratar a estos excelentes trabajadores”.
“El sindicato”, finaliza expresando el comunicado, “ha sido puesto de rehén de las decisiones y actitudes del Citibank y ha respondido con la menor afectación posible a clientes y usuarios del sistema” y como ejemplo de ello informan que se definió “una pausa en las movilizaciones para evitar distorsiones a los pagos de salarios y jubilaciones”, considerando además que de la responsabilidad y equilibrio que los caracteriza han “dado sobradas pruebas a lo largo de toda nuestra historia”.
“Como sindicato seguimos confiando en el diálogo, y solo apelamos a la movilización cuando los caminos de la negociación son cerrados por la soberbia patronal. Esperamos que la ABPU pueda asumir una actitud constructiva, de búsqueda de soluciones, en sintonía con nuestras tradiciones de buen relacionamiento y respeto por la negociación colectiva”, finaliza expresando el texto del Consejo del Sector Financiero Privado.