Virgen de la Caridad del Cobre. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.

Contrarrevolución de los Girasoles en Cuba

Por Rony Corbo

El 8 de septiembre, desde hace décadas, millones de cubanos en toda la isla se visten de amarillo y llevan girasoles en honor a la Virgen de la Caridad del Cobre, la Santa Patrona de Cuba, sincretizada como Oshún.

Creyentes y no creyentes las veneran por igual, formando parte de la identidad cultural de los cubanos, más allá de credos. Por cierto, y no es un detalle menor, con el triunfo de la revolución las diferentes religiones en la Isla tuvieron un desarrollo significativo, jamás censuradas por sus actividades.

Este día, producto de la pandemia del Covid19 la tradicional “fiesta” masiva no se pudo celebrar presencialmente (al igual que el 1 de mayo por ejemplo). Esto fue aprovechado desde el exilio contrarrevolucionario de Miami y por la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y Cuba Decide, para incitar a ciudadanos cubanos y al exilio a sumarse a acciones contra la Revolución Cubana, dentro y fuera del país.

Intentan canalizar así la difícil situación que los cubanos viven, por las restricciones impuestas por el Covid19, la caída del turismo (principal rubro cubano para la obtención de divisas) y el incremento del bloqueo por parte del imperialismo, que es el mayor causante de las condiciones en la vida diaria de los cubanos.

La revolución de colores: Un paradigma de anticomunismo

Las llamadas “revoluciones de colores”, tienen su origen en los países de Europa del Este y posteriormente se repicaron en las llamadas “primaveras árabes”.

La primera de estas experiencias fue en Polonia promoviendo el grupo Solidaridad, liderado por Lech Walesa, que con su accionar anticomunista fue factor principal en la caída del bloque socialista de Europa del Este, obteniendo por ello el premio Nobel de la Paz.

Le siguió luego en 1989 la antigua Checoslovaquia, cuando los disidentes y opositores sustituyeron el gobierno existente mediante una maniobra que denominaron la “revolución de terciopelo”, convirtiendo la Republica Checa en un país incondicional a los intereses de Washington y al capitalismo, y la consiguiente implementación de un gobierno neoliberal y privatizador, con participación militar en las guerras imperialistas en el oriente medio.

En 2003 le tocó el turno a Georgia, la Revolución Naranja en Ucrania en el 2004 y la Revolución de los Tulipanes en Kirguistán en el 2005, todas siguiendo el conocido manual de Gene Sharp.

Pero no son todas ganadas por el imperialismo norteamericano y sus agencias financiadoras, la USAID, la NED, el IRI o el NDI, por solo mencionar las más importantes, las que vuelcan los fondos al financiamiento de la disidencia interna de los gobiernos no alineados.

Entre los fracasos se encuentras la de Moldavia, la revolución verde en Irán y la revolución blanca en Bielorrusia en 2006, reiterada ahora.

Detrás del financiamiento de estas movidas y reconocido por él mismo, se encuentra el multimillonario George Soros de origen húngaro y residente en EEUU que manifestó: “yo pongo y saco gobiernos donde quiero”

Los girasoles mercenarios

Las acciones promovidas en Cuba en esta primera etapa se resumen en lo siguiente:

1) colocar frente a las casas un girasol o un lazo de color amarillo, 2) salir a las calles y otros lugares públicos con dichos girasoles –naturales o impresos–, o vistiendo el color amarillo, así como colocarse lazos amarillos en los brazos o muñecas; 3) difundir en las calles y en las redes sociales la convocatoria, así como videos y fotos de las actividades que realicen, con la etiqueta #RevoluciónDeLosGirasoles, acompañada de las etiquetas #CubaEnCrisis, #LiberenLaAyuda, #CubaDecide, #CambioDeSistema, o aquella etiqueta que mejor exprese» una demanda particular sobre un cambio político en Cuba; 4) colocar propaganda contrarrevolucionaria en forma de carteles y grafitis en muros y paredes de propiedades estatales, incluyendo paredes, vidrieras, muros y autos oficiales; 5) distribuir volantes con incitación a la desobediencia social en las colas en que los ciudadanos compran sus artículos de primera necesidad, en franca violación del distanciamiento social exigido; y 6) provocaciones frente a embajadas cubanas en el exterior.
Todo esto apoyado filmado por los canales en Facebook, Twitter y YouTube, y los famosos bloggeros, liderados por Rosa María Paya, desde Miami.

La Unión Patriótica de Cuba (que de tan patriótica es financiada por los EEUU) llama a poner fin al “régimen dictatorial de Raúl Castro y Miguel Diaz Canel”, con volantes que llaman a la desobediencia contra el gobierno y dicen: “Hoy, más que nunca, las cubanas y los cubanos que vivimos dentro y fuera de Cuba, debemos aunar y redoblar esfuerzos para poner fin a la opresión que coarta libertades y genera miseria material-espiritual, y para ayudar a los más necesitados a enfrentar el hambre y la pobreza que crecen de día en día”.

“Evitemos y combatamos todo cuanto nos impida avanzar en aras de la libertad y la salvación de la Nación. Necesitamos y nos merecemos una Cuba libre, democrática, justa, fraterna y próspera” termina el volante.

Es de destacar que esta es una nueva generación de contrarrevolucionarios cubanos, son hijos directos de Oswaldo Payá (cuya hija es una de las líderes contrarrevolucionarias más visibles) Huber Matos, Gloria Estefan, Wladimiro Roca, Guillermo Fariñas y, por cierto, Luis Posada Carriles. Una nueva generación con nuevas formas y un mismo objetivo: convertir a Cuba en una colonia de los EEUU.

Con la muerte física de Fidel pensaron que Cuba caería rendida a su pies en solo cuestión de tiempo.

Pero “se olvidaron” que en Cuba también hay un nueva a generación de revolucionarios, herederos directos del pensamiento y la acción de Fidel que estarán a la altura de llevar adelante el proyecto socialista y sus logros hacia nuevas y mejores etapas.

En Cuba, con la unidad y cultura alcanzada por el pueblo en 60 años de Revolución, no hay lugar para contra revoluciones de girasoles, de colores o de lo que quieran. Porque el pueblo cubano es un pueblo culto, guiado por las ideas y el magisterio de Martí, la acción revolucionaria y las enseñanzas de Fidel, la visión de pueblo de Camilo y la moral revolucionaria del Che.

Pero por sobre todas las cosas hay un Partido de todo el pueblo que dirige los destinos de la Revolución, que fomenta el poder popular, la defensa de la soberanía y el socialismo cubano que no es “ni calco ni copia, sino creación heroica”.

 

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