Por Rony Corbo
La Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenó este martes la detención domiciliaria del expresidente y senador Álvaro Uribe, dentro de un proceso que se le sigue por presunto fraude procesal y soborno de testigos, informó el propio acusado. Si bien la prisión es domiciliaria, significa un gran avance en la cuestionada democracia colombiana.
Álvaro Uribe, fue presidente entre 2002 y 2010, acumula un récord de más de 300 denuncias. Esta sentencia convierte a Álvaro Uribe en el primer presidente en la historia moderna de Colombia en enfrentar una detención judicial.
Álvaro Uribe es uno de los principales impulsores del paramilitarismo en Colombia, del terrorismo de estado, matando guerrilleros y militante sociales lo que devino en el caso conocido como los “falso positivo”. Su financiación provino del narcotráfico. Sus lazos con Pablo Escobar hoy están probados, desde su época de gobernador de Antioquia desde donde con el apoyo del narcotráfico y bajo su protección se convirtió en presidente de Colombia.
Durante sus presidencias se terminó de afianzar el Plan Colombia y se amplió fuertemente la presencia militar estadounidense en ese país, incluyendo acuerdos por estratégicas bases militares como “El Palenquero”.
Al conocerse la medida de prisión, en un discurso televisado, el actual presidente, Iván Duque defendió a su mentor, diciendo: «Soy y siempre seré un creyente en la inocencia y el honor de alguien que, por ejemplo, se ha ganado un lugar en la historia de Colombia».
El motivo del procesamiento
Uribe y el congresista Álvaro Hernán Prada son acusados de soborno y fraude, delitos para los que la legislación colombiana establece prisión de hasta 12 años.
El expresidente acusó en 2012 al senador izquierdista Iván Cepeda de organizar un complot para vincularlo falsamente con escuadrones paramilitares durante visitas a exintegrantes de esos grupos paramilitares en las cárceles de Colombia. Esa acusación se demostró falsa y se volvió un boomerang contra Uribe.
Para el senador Iván Cepeda, el martes 4 de agosto debe ser recordado como «un día importante porque se ha tomado una decisión judicial inédita en nuestra historia, y es contra un hombre poderoso, tal vez el político que ha tenido la mayor influencia en las últimas dos décadas”.
«Creo que estamos viviendo tiempos de cambios que tienen un sentido de cambio de época. Y creo que el hecho que ha cumplido el papel de detonador es el acuerdo de paz de 2016 que ha liberado una serie de fuerzas políticas y generado una reconfiguración del mapa político», indicó.
Este 9 de agosto se cumplen los 26 años de la ejecución del senador Manuel Cepeda (padre de Iván) y Secretario General del Partido Comunista Colombiano, a manos de agentes del Estado y paramilitares. Lo balearon en la localidad de Kennedy, al suroeste de Bogotá, cuando se dirigía al Congreso para un debate acerca de la adhesión de Colombia al Protocolo de Ginebra, con el que se buscaba una mayor protección de la población civil en el marco del conflicto armado colombiano.
Poner fin a los privilegios y la impunidad
El Partido Comunista Colombiano en un comunicado señaló que “ la orden de detención domiciliara de la Corte Suprema de Justicia contra Álvaro Uribe Vélez es una decisión judicial muy importante, que rompe una prolongada fase de indecisiones y despierta la esperanza que nuevos hechos de justicia que confronten la impunidad reinante.
El caso en proceso de investigación tiene que ver con la manipulación de testigos, el intento de soborno, las amenazas coactivas contra ciudadanos declarantes en contra del ex presidente. La Corte Suprema ya había exonerado de responsabilidad al senador Iván Cepeda acusado por Uribe con falsas pruebas que revirtieron en contra de sus propósitos.
El paso dado en términos de la justicia tiene a su vez un sentido político. Este proceso –apenas uno entre una infinidad de causas denunciadas- que muestran la relaciones del ex presidente y de su entorno inmediato con el paramilitarismo, el narcotráfico, el espionaje a la cortes y hostigamiento a la oposición política, los falsos positivos, así como distintas formas de abusos de poder.
El Gobierno de Duque ha mostrado parcialidad y complicidad para ganar tiempo, aprovechar cambios en la composición de las cortes y desconocer los aportes del Acuerdo de Paz a los derechos de las víctimas. El pronunciamiento conjunto de las cortes es una reafirmación de independencia y una respuesta a los apetitos de violar la separación de poderes.
Es necesario destacar el empeño del senador Iván Cepeda, del colectivo José Alvear Restrepo, de la banca alternativa del Congreso y el equipo jurídico de las organizaciones de Derechos Humanos que han contribuido a esta reclamación de justicia. Es importante subrayar la presión de la comunidad internacional, en cabeza del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que han reclamado respeto por el acuerdo final de paz y su implementación, el restablecimiento de una política de dialogo para la paz y la necesidad de que el estado garantice el derecho a la vida, el fin del extermiño de líderes y lideresas sociales, ex combatientes, sindicalistas y militantes de la izquierda. En tal sentido ha tenido un papel el pronunciamiento de casi un centenar de parlamentarios estadounidenses cuya influencia condiciona el cumplimento de obligaciones del Estado con los Derecho Humanos.
Hacemos un llamado a todas las expresiones democráticas y populares de la sociedad colombiana, a las organizaciones del movimiento obrero, la academia, las organizaciones étnicas, regionales, de la mujer, de los jóvenes, del estudiantado, de la cultura, para que redoblemos la denuncia y la movilización contra la impunidad, la corrupción y el fin de los privilegios que atentan contra la dignidad de las y los colombianos”.
Maduro: El “Matarife” a prisión domiciliaria
Álvaro Uribe es uno de los principales peones del imperialismo norteamericano en la región. Su enemistad con Chávez y Maduro son conocidas públicamente.
Uribe ha atacado permanentemente a Venezuela, ha organizado o apoyado decenas de acciones de hostigamiento y ha reclamado golpes de Estado.
Al conocerse la prisión domiciliaria de Uribe, el presidente de la República Boliviariana de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó: “Hoy la Corte Suprema de Colombia dictó privación de libertad y le dio casa por cárcel al expresidente Álvaro Uribe Vélez, alias ‘El Matarife’” (…) “Como en el caso de Al Capone, lo están agarrando por un delito menor”.
Señaló que el Gobierno de Colombia está en manos de la mafia del narcotráfico, y destacó: “¡cuántos años, cuántas denuncias, cuántas pruebas contra Álvaro Uribe Vélez de haber sido la pieza clave de Pablo Escobar Gaviria!”.
Maduro también recordó que el piloto de la campaña de Uribe y Duque, Samuel David Niño Cataño, se accidentó al comenzar el presente año, en límites entre los países de Guatemala y México, transportando cocaína con destino al país azteca. Dicho piloto fue invitado de “honor” a la toma de posesión del presidente Iván Duque.
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