La Asociación de Víctimas del crimen en Bolivia pidió al ministerio Público boliviano que investigue la responsabilidad de jerarcas de la Iglesia católica, como “autores mediatos” de las masacres de Sacaba, en Cochabamba, y Senkata, en El Alto, en el año 2019.
La masacre, como se recordará tuvo saldo 10 muertos y 60 heridos y fue realizada, recuerda Telesur, “al amparo del Decreto Supremo (DS) 4078, también conocido como de la Muerte”.
Dicha normativa del gobierno de facto, consigna el medio de prensa, “exoneraba de responsabilidad penal a policías y militares en la represión contra quienes defendían en protestas el orden constitucional”.
De acuerdo a declaraciones de David Inca, la Asociación de Víctimas “pedirá a la Fiscalía que investigue a la jerarquía de la Iglesia católica en calidad de autor mediato”.
El pedido no supone encaminar la indagación de las jerarquías de la Iglesia como simples autores intelectuales, materiales o cómplice, por encubrimiento, sino “como autor mediato”.
De acuerdo a Inca los integrantes de la Conferencia Episcopal participaron en diferentes reuniones “donde se ha decidido la vida o la muerte de ciudadanos, de hermanos en Cristo”.
En una entrevista realizada por Wara Tv, el portavoz de los familiares de las víctimas señaló que “esos jerarcas religiosos no solo propiciaron las negociaciones “extra legislativas” para que Jeanine Áñez asumiera la presidencia de Bolivia al frente de un gobierno de facto, sino que actuaron en contra de la “Gaudium et Spes” o Constitución Pastoral”.
En sus declaraciones insistió “en que los obispos implicados utilizaron la legislación para justificar que el gobierno de facto violara algo fundamental de los 10 mandamientos: “no matarás”, procediendo,a demás a proporcionar todo el respaldo al régimen de Áñez, que fue el que emitió el llamado “Decreto de la Muerte, cuyo contenido esencial va en contra de la doctrina social de la iglesia, al expresar: “puedes matar”.
Aunque el mencionado decreto fue derogado el 28 de noviembre de 2019, para esa fecha “las masacres estaban consumadas con más de una veintena de muertos a balazos, cientos de heridos y de detenidos”, sin que lello haya dado lugar a pronunciamientos condenatorios por parte de los jerarcas del clero, subrayó el activista boliviano.