El negocio de la guerra

Rony Corbo

El gasto militar global total alcanzó los 244.000 millones de dólares en 2023, lo que representa un aumento del 6,8% en términos reales con respecto a 2022, situándose como el más alto de la historia.

El presupuesto de EEUU en Defensa del año 2023, fue de 857.900 millones de dólares para mantener las Fuerzas Armadas e impulsar su proceso de modernización. Y se anuncia su ampliación.

China por su parte, anunció este año un incremento del 7,2% en su presupuesto de defensa — que ya era el segundo más alto del mundo, solo por detrás de Estados Unidos — a 1, 6 billones de yuanes (222.000 millones de dólares).

En el 2023 el presupuesto en defensa de los 31 miembros de la OTAN, representaron 131.411 millones de dólares, lo que equivale al 55% de los gastos militares del mundo. En 2024 la mayoría de los miembros europeos de la OTAN aumentaron sus gastos militares.

Los gastos militares estimados en el Oriente Medio aumentaron un 9%, hasta 200.000 millones de dólares en 2023. Esta fue la tasa de crecimiento anual más alta de la región vista en la última década. 

Israel, el segundo más grande de la región después de Arabia Saudita aumentó en un 24%, llegó a alcanzar los 27 mil 500 millones de dólares en el 2023. El aumento del gasto fue impulsado principalmente por la ofensiva a gran escala de Israel contra Gaza.

El gasto militar de Rusia aumentó un 24%, hasta unos 109.000 millones de dólares en 2023, lo que supone un aumento del 57% desde el 2014, año en que Rusia se anexó Crimea. En el 2023 el gasto militar de Rusia representaba el 16% del gasto total del gobierno y su carga militar (gasto militar como proporción del producto interno bruto, PIB) era del 5,9%. 

Ucrania fue el octavo mayor gastador en 2023, después de un aumento del 51% en el gasto hasta alcanzar los 64.800 millones de dólares. Esto dio a Ucrania una carga militar del 37% y representó el 58% del gasto público total.

Las ventas de armas estadounidenses al exterior aumentaron el año pasado, alcanzando un récord histórico de 223 mil millones de dólares, un 56% más que en 2022, según datos del Departamento de Estado.

Los accionistas del complejo militar industrial

Cuando se analiza cuáles son los principales fabricantes de armas y de servicios militares del mundo que más se benefician de la guerra, las 5 empresas más grandes son de Estados Unidos. Casi un tercio de las ventas totales de armas corresponden a las cinco primeras de la lista, todas ellas estadounidenses: Lockheed Martin, Raytheon Technologies, Boeing, Northrop Grumman y General Dynamics.

En EEUU se destacan en la industria armamentística la participación de los fondos de inversiones y especulación liderados por Black Rock con 10 billones de dólares. Otros fondos importantes son Vanguard y State Street. También aparecen los bancos Morgan Stanely y Bank of America.

La empresa Lockheed Martin, situada primera en el ranking, va ganando en Wall Street en el último año un 24% en el precio de sus acciones, y en los últimos 5 años, 46%. Tiene 114 mil empleados. Lockheed Martin fundó el Comité para la Ampliación de la OTAN, indispensable para el aumento de tensiones con Rusia, que terminó en la guerra actual en Ucrania.

Northrop Grumman, cuarto contratista de armas de EE. UU, que también tiene entre sus dueños accionistas a Black Rock. En un año ya lleva ganado en la Bolsa de Comercio de Nueva York más del 9% y en los últimos cinco años, 45%.

Según una investigación del profesor Jeffrey Sachs de la Universidad de  Columbia «La guerra de Ucrania es la culminación de un proyecto de 30 años de duración del movimiento neoconservador estadounidense. La Administración Biden está repleta de los mismos neoconservadores que defendieron las guerras de EE.UU. en Serbia (1999), Afganistán (2001), Irak (2003), Siria (2011) y Libia (2011). Esto aparte de los 600 lobbystas que las empresas de la “guerra” tienen en el Congreso de los EEUU y su fuerte apoyo a las campañas de Trump y Harris. 

Trump y la proyección de la industria armamentística

Una de las consecuencias internacionales que se prevén como consecuencia del ascenso a la presidencia estadounidense por parte del republicano el próximo mes de enero, es un aumento en el gasto militar en todo el mundo. Una tendencia que puede afectar especialmente a Europa es que, en su anterior mandato, el magnate ya advirtió que el ejército de EEUU no daría cobertura de seguridad a los miembros de la OTAN que no incrementasen su gasto en defensa.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al Pentágono y al mundo esta semana, al nombrar al presentador de Fox News, Pete Hegseth, como su próximo secretario de Defensa. Hegseth, de 44 años, es un conservador acérrimo que abraza las políticas de “Estados Unidos primero” de Trump, y ha presionado para hacer al ejército más letal. 

Para ello por supuesto se requiere una gran inversión, por lo que el incremento del presupuesto para Defensa está asegurado. Los primeros en festejar la noticia, fueros los fondos de inversión del complejo militar industrial de los EEUU.

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