El próximo 30 de octubre serán las elecciones docentes de donde saldrán los representantes docentes que ocuparán los dos cargos, que aún no se ocuparon, para el consejo de la ANEP.
Fruto de la Ley de Urgente Consideración (LUC), las representaciones docentes en dicho consejo fueron transformadas, reduciéndose así la histórica participación de los docentes en los procesos de evaluación y toma de decisiones del Consejo de la ANEP.
Formalmente, las elecciones tienen en disputa a siete candidatos quienes se alinean de acuerdo a dos lemas.
El escenario de ambos lemas dibuja una perspectiva oficialista y otra opositora.
En el ala oficialista se presentan 4 listas, integradas por docentes militantes del partido Nacional y Colorado.
Lo común en ellos durante todo el proceso que concluirá el 30 de octubre, ha sido el acuerdo para no mencionar nada que tenga que ver con la LUC y los efectos de esta en el ámbito educativo.
Es curioso cómo esta decisión que es política, se contrapone a la presentación de sí mismos que hacen los aspirantes del ala oficialista, quienes han remarcado que en sus listas “no hay sesgo político”.
El otro denominador común de los oficialistas, es el silencio que mantienen sobre las formas en que se procesan las decisiones, como las elecciones de horas y los concursos, en este sentido, aunque aparecen expresiones que se suponen cercanas a los problemas que existen, lo que han afirmado se parece más a un balbuceo que a una posición clara y contundente.
Por ejemplo, hace pocos días Oscar Pedroso quien lidera la lista 4, identificada con el partido Colorado, declaró al diario El País, “que uno de los pilares de su propuesta está en la participación de los docentes”.
Lo llamativo de esta afirmación y que no es la única entre los restantes representantes del oficialismo, es que no avanza hacia un análisis de los efectos que produjo la LUC, en la disminución de la representación de los docentes.
En su lugar, asumen la misma “cantinela” del Ejecutivo: la crítica sistemática y lapidaria a los 15 años de gobierno frenteamplista y su gestión en el campo educativo.
El escenario se completa con las listas que apoya la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza (CSEU).
Allí, salvo Fredy Amaro, que se niega a incluir o evaluar, en su propuesta los efectos de la LUC, los restantes si incluyen como eje central de sus posiciones, no solo la defensa de la educación pública, sino, una crítica directa a los efectos de la LUC en la educación y no dudan en afirmar y ratificar su acuerdo con la anulación de los 135 artículos de la misma.
Tanto Limber Santos, Julián Mazzoni y Daysi Iglesias, quienes han recorrido intensamente el país, no dudan en criticar, además, las formas en que se procesan las actuales decisiones y alertan sobre los efectos negativos de estos procedimientos para la calidad de la educación pública y las condiciones de trabajo de los docentes.
Santos en particular, además de recorrer el país como los restantes docentes, ha desarrollado una fuerte campaña en redes sociales.
“No es admisible que se pretenda hacer reformas curriculares sin nuestra participación en todas las etapas”, afirmó en un posteo en la red social de Facebook, en referencia a los cambios que desde el desconcentrado se vienen anunciando.
“Ante la omisión”, agrega Santos, “de la mayoría actual del CODICEN, una vez allí impulsaremos la convocatoria de las ATD cuanto antes para tratar estas modificaciones”.
Dentro de la plataforma de los que componen la oposición a la actual gestión de la política educativa, uno de los puntos centrales es el de proponer se convoque a todas las ATD de educación inicial, primaria y secundaria para el primer semestre de 2022, con el objetivo expreso de discutir las reformas curriculares del mensaje presupuestal de la ANEP.
“El CODICEN impulsa una modificación integral de los planes y programas de todo el sistema. Sin embargo, no ha convocado a los organismos asesores docentes para discutir cambios, salvo en el Consejo de Formación Educativa (CFE)”, señalan y para ello agregan, “las y los docentes deben ser los primeros en ser consultados”.
Si se atiende al escenario nacional, estas elecciones del próximo 30 de octubre, serán sin dudas, unas elecciones con un marcado contenido político, en tanto se discute si se trabaja para frenar o no, el actual proceso de desmantelamiento de la enseñanza pública que tiene en la LUC su punta de lanza.
Rolando Arbesún