Elecciones en Venezuela en clave geopolítica

Rony Corbo
En el documento de situación Internacional titulado “La Conformación del mundo multipolar” el XXXII Congreso del PCU, estableció que el imperialismo norteamericano en su pérdida de hegemonía intentaría impedir la conformación de un mundo multipolar, en un escenario de agresividad creciente contra los pueblos que luchan por su soberanía y autodeterminación.

En el punto 14 definimos “la guerra se libra en el campo de batalla con armas de todo tipo (…) y con una virulencia extrema de los medios de comunicación.

En el punto 85 sobre América Latina y el Caribe decimos “América Latina y el Caribe viven bajo los efectos de una multifacética ofensiva contrarrevolucionaria, entre las elites regionales del capitalismo trasnacional, con el gobierno de EEUU como su núcleo hegemónico con las fracciones oligárquicas y las burguesías dependientes de nuestra región como sus aliados (…) aplican la Doctrina Monroe en lo que denominan su patio trasero” y complementábamos “Instituciones como la Fundación para la Democracia (NED) la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) entre otras, inciden sin tapujos en el curso de acción de los procesos latinoamericanos. La última acción de mercenarios pagos por la CIA en Venezuela Bolivariana, es solo una expresión de esto”.
En el punto 111 afirmamos “El PCU reafirma su respaldo a la Revolución Bolivariana, que desde el triunfo de Hugo Chávez en 1998 cambió el mapa y la correlación de fuerzas a nivel continental”.

Las elecciones en Venezuela

Como en cada proceso electoral, las elecciones del 28 de julio en Venezuela estuvieron determinadas por el enfrentamiento del gobierno bolivariano y la oligarquía aliada al imperialismo, que se quiere apropiar de la enorme riqueza en petróleo, oro, minerales y todo tipo de recursos naturales, adquiriendo una dimensión geopolítica indudable.

Inmediatamente de que el CNE (organismo electoral) de Venezuela declarará ganador de las elecciones a Nicolás Maduro, EEUU reconoció a Edmundo González. Fue en la voz nada menos que del secretario de Estado, Antony Blinken, quien dijo “Dadas las abrumadoras pruebas, está claro para Estados Unidos y, lo que es más importante, para el pueblo venezolano, que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio”.

La derecha latinoamericana liderada por el argentino Milei y seguida por Chile, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay, se sumaron a la voz imperial, como acostumbran a hacer, cuando suena el teléfono desde Washington o la embajada yanqui respectiva; nada nuevo.

La respuesta de Maduro no se hizo esperar diciéndole al secretario imperial “si EEUU comete el error de desconocer los resultados oficiales y reconocer a Edmundo González como ganador, podría conceder los derechos de explotación de petróleo y gas a los países de los BRICS” y “si esta gente de allá del norte y sus asociados en el mundo cometen el error de su vida, entonces, esos bloques de petróleo y esos bloques de gas que ya estaban firmados (con empresas estadounidenses) pasarán a nuestros aliados de los BRICS”.

Al día siguiente Matthew Miller, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores estadounidense, a la pregunta en rueda de prensa de si el gobierno de Estados Unidos reconoce a Edmundo González como presidente electo, (como había ocurrido en 2019 con Juan Guaido), respondió: “de momento no vamos a dar ese paso. Hoy estamos en estrecho contacto con nuestros socios de la región, especialmente Brasil, México y Colombia, para encontrar una salida a la crisis venezolana”.

Venezuela y los BRICS

Rusia -junto con reconocer el triunfo del mandatario venezolano- lo invitó a ser parte de la Cumbre de los BRICS, que se realizará en la ciudad rusa de Kazán, en octubre próximo, en donde se anunciará la creación de un nuevo sistema financiero similar al SWIFT (gobernado por EEUU) para negociar en moneda local, sustituyendo al dólar y dándole un duro golpe a la hegemonía financiera norteamericana.

China e Irán fueron de los primeros países en reconocer el nuevo gobierno de Maduro. Xi Jinping dijo “China apoyará a Venezuela a salvaguardar la soberanía nacional, la dignidad nacional y la estabilidad social oponiéndose a la injerencia externa”.

Rusia, en particular, ha sido un proveedor clave de petróleo y apoyo militar, mientras que China ha invertido significativamente en infraestructura y recursos naturales en Venezuela.

Venezuela mantiene relaciones estrechas con varios países del Medio Oriente, especialmente Irán, socio petrolero y nuclear, con quien comparte además una postura antiimperialista muy fuerte.

En el caso de Rusia y producto de la sanción internacional ya comercializa en monedas locales el 85% de su comercio, mientras que China alcanza el 92% calculado en 250.000 millones.

A partir de este año, Arabia Saudita, Irán, Etiopía, Egipto, y Emiratos Árabes son miembros de los BRICS, Argentina se bajó con el gobierno de Milei. Se rumorea a nivel internacional, que su lugar sería ocupado por Venezuela, lo que se concretaría en la Cumbre de Rusia en octubre.

En el caso de Venezuela a la movida internacional y los BRICS, hay que reconocer que desde Chávez (cuyo canciller era Maduro), una decidida acción a favor de la integración continental no subordinada a Estados Unidos. La creación del ALBA, del Petrocaribe, su decidida acción en la construcción de la CELAC y fundamentalmente su rico patrimonio a favor de la integración continental, la transforman en el enemigo más importante a destruir para el imperialismo norteamericano en crisis. Quizás su propia hegemonía o lo que queda de ella, esté en juego en esta batalla.

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