Los estudiantes del CeRP del Norte hicieron público un comunicado donde dan cuenta de las posiciones que asumen ante “los hechos ocurridos en los últimos días” en los centros educativos del país, los cuales son entendidos como un ejemplo de “la falta de atención por parte de las autoridades, a los diversos planteos propuestos por docentes y estudiantes a nivel nacional”.
En consonancia con ello, afirma el comunicado, “desde el orden estudiantil del CeRP del Norte entendemos esencial la necesidad unirnos a nuestros compañeros y futuros colegas de profesión de otros centros del país, para posicionarnos frente a los atropellos que se pretenden institucionalizar por medio del nuevo marco curricular que atenta en contra del desarrollo intelectual y profesional, de docentes y estudiantes, precarizando las condiciones de trabajo, desprofesionalizando a futuros docentes y violando el principio de libertad de cátedra”.
Para los estudiantes, “las transformaciones educativas deben ser construidas escuchando las voces y actuando en conformidad con quienes son los actores de la educación: el orden estudiantil y docente, quienes ya se han pronunciado en contra de estas acciones en instancias como las ATD a nivel nacional, que no fueron tomadas en consideración”.
Con relación a los desalojos “y medidas represivas por parte de las autoridades en la noche de ayer”, el documento señala que ello “confirma que el diálogo no existe”, por lo que, “una vez más, docentes y estudiantes de diversos centros de formación en educación de todo el país, se han pronunciado a favor de la educación y en contra de este tipo de transformaciones, sin obtener respuestas”.
En consonancia con lo detallado, los estudiantes del CeRP del Norte se declararon en conflicto, al tiempo que manifiestan su rechazo a:
“- Las medidas represivas tomadas por el CFE en busca del desalojo de los centros educativos
– La eliminación de la libertad de expresión y de organización del estudiantado. La deslegitimación de la acción gremial y la censura.
– La reforma de la malla curricular que apunta a un perfil competencial y mercantil que afecta directamente nuestra situación como estudiantes, generando una desprofesionalización de los y las futuras docentes.
– La nula atención a los reclamos presentados por docentes y estudiantes, que se pretende disimular a partir de instancias, que no proporcionan una participación real.
– La falta de medidas con respecto al plagio en el nuevo marco curricular, en comparación a las sanciones que pueden recibir los estudiantes por faltar a la honestidad intelectual.
– A los recortes presupuestales y reducción de becas, que limita el acceso popular, afectando la democratización de la educación pública.
– Una educación que limita las oportunidades del estudiantado, aumentando la brecha social ya existente”.
El gremio exige, además, que se sustituyan “las medidas de represión por instancias de diálogo” y demandan que se anule “el documento de la reforma curricular planteada sin intervención previa de docentes y estudiantes”.
Exigen también que se creen “espacios de participación real en la construcción de planes educativos” y que se reconozca a la organización y “las reivindicaciones del estudiantado, erradicando toda actividad de censura”.
El documento refiere, con relación al presupuesto educativo que el mismo debe incrementarse y exigen más “inversión en becas de transporte, alimentación y mejores condiciones edilicias”.
Al igual que lo demandaron los docentes, el gremio de estudiantes exige “la renuncia del Sr Victor Pizzichillo por su demostración de intolerancia, incapacidad y autoritarismo en la gestión del Consejo de Formación en Educación”.
Finalmente, el comunicado reivindica se creen mejores condiciones que permitan un mejor desarrollo como profesionales, tanto para los que hoy se encuentran en formación como para los que lo hagan en el futuro, “porque nuestro trabajo no puede ser pensado como algo administrativo o neutral. Somos futuros formadores de seres humanos, provenientes de distintas condiciones y contextos, que rechazamos el enfoque competencial como paradigma hegemónico, entendiendo que estas prácticas legitiman la reproducción de la desigualdad estructural”.
Foto de archivo: Javier Calvelo / adhocFOTOS