“Este 5 de febrero no es solamente una conmemoración más, es una ratificación de un compromiso político”, dijo la diputada de la 1001 y secretaria de Unidad Política del PCU, Ana Olivera a EL POPULAR.
“Ya desde el XVI Congreso del Partido Comunista de Uruguay (PCU), venimos con el tema de la construcción de la unidad política sin exclusiones. Esa larga batalla se dio, esas discusiones entre sectores políticos de izquierda y figuras independientes en articulación con el movimiento social (porque el movimiento sindical llegó primero a la unidad), para así encarar las transformaciones y llegar tan lejos como juntos se puede con aquellos que tenemos una comunidad de ideas”, recordó Olivera.
“En ese sentido, el 5 de febrero de 1971 es una fecha síntesis de una tarea de construcción que duró años y fue el inicio de un proceso que permanentemente se recrea, que ha pasado por diversas etapas. Una fuerza política que ha pasado por muchas pruebas, como la de una dictadura, donde su principal dirigente Líber Seregni estuvo preso, donde los principales dirigentes de su fuerza política estuvieron presos. Una fuerza política que ha pasado por momentos de grandes tensiones, donde algunos sectores pensaron que eran más que el colectivo y se fueron”, recordó.
“Hemos pasado por demostrar que podíamos gobernar, primero Montevideo y después el país, así como otras intendencias. Y también sufrimos una derrota que nos obligo a pensar y repensar en donde estábamos parados para la construcción de la pública felicidad, que es el objetivo que tiene esta fuerza política”, afirmó la legisladora.
“En este relato (tan apretado), que hago se refleja, primero, uno de los aspectos centrales del Frente Amplio: la construcción de una fuerza política de carácter permanente. No es solamente de carácter electoral, sino que nace como un acuerdo de partidos y de personalidades independientes, con lo que en esos momentos se llamaban núcleos de base, resultando en la unidad de la izquierda sin exclusiones. El FA nace fruto de una necesidad y construida en la lucha. No es una burbuja, es el fruto de una construcción colectiva entre los sectores políticos que firmaron el acuerdo junto a las luchas populares que se desarrollaban en ese momento y creo que esto es uno de los aspectos centrales”, opinó Olivera.
“Me gusta decir que el 5 de febrero se pautan tres aspectos, que como partido (en otros sectores también), está claramente reflejado en el XX Congreso del PCU, elementos centrales para sellar la unidad de la izquierda. El primero, unirnos en torno a un programa, ese es el primer compromiso que dice: ‘constituir un frente político unitario, Frente Amplio, mediante la conjunción de la fuerza política y de la ciudadanía independiente que firman este documento para plantear la lucha de inmediato en todos los campos, tanto en la oposición a la actual tiranía o a quienes pretendan continuarla como en el gobierno’”
“¿Cuál es el punto dos de esta declaración constitutiva?”, se pregunta Olivera y cita “contraer en este mismo acto el formal compromiso de establecer un programa común, ceñirnos a él en la lucha fraternal y solidaria colaboración, así como actuar coordinadamente en todos los campos de la acción política, sobre la base de que atribuimos al pueblo organizado democráticamente el papel protagónico en el proceso histórico”.
“Mantener el tema de la identidad, sin lugar a dudas, es el tercer aspecto y aquí el cuarto aspecto está basado en lo que señalaba sobre la acción política permanente. Después de esto vendrá el 9 de febrero del mismo año con avances en lo que es el compromiso político. Pensamos que este ha sido un tema central en toda la vida del FA y está en la base del porqué el FA llega a sus 53 años a pesar de todos los obstáculos que tuvo que sortear y a su participación permanente en la lucha junto al pueblo uruguayo”, agregó.
“Siempre estuvimos unidos en torno a un programa, es más, el programa fue anterior, por eso somos una fuerza política de carácter permanente. Nos une un programa que tenemos que ir refrescando en forma permanente, en función de las transformaciones de la sociedad y estamos yendo por ahí, mucho más en esta última etapa donde estuvimos 15 años gobernando. Lo hicimos en función de nuestro programa, ahora para esta nueva etapa estuvimos dos años trabajando antes del propio congreso que lo aprobó rumbo al quinquenio que se avecina”, recordó.
“No es más de lo mismo, no es agregar algo a los programas anteriores, sino pensar el programa con mayores transformaciones y en la búsqueda de una mayor profundidad. Al mismo tiempo elegimos quienes son aquellos candidatos y candidata que irán a una elección interna para después en el mes de octubre representarnos. Junto con eso y previo a la definición en el congreso del programa y a la definición de las candidaturas, hubo un compromiso político, que es el que tienen que hacer aquellos que van a ser quienes nos van a representar en las elecciones internas”, agregó la legisladora.
“Es decir los tres candidatos y la candidata, nuestra compañera Carolina Cosse, saben cuales son las reglas de juego, cual es la importancia del programa. Además, agregamos la ratificación de un documento que es fundamental: aquel que establece cual es el relacionamiento entre la fuerza política, las organizaciones sociales y quienes representan a la fuerza política en los distintas responsabilidades de gobierno”, explicó.
“Este 5 de febrero no es solamente una conmemoración más, es una ratificación de ese compromiso político, primero que nada con el pueblo uruguayo, y en segundo lugar, con aquello que hace a nuestra identidad como fuerza política, que es lo que escribimos aquel 5 de febrero del 71. En ese punto dos está condensada la lucha fraternal y solidaria colaboración, la actuación coordinada en todos los campos de la acción política”, recalcó.
“Y eso tiene que ver con la campaña electoral, acá no se trata de la lucha entre los tres candidatos y la candidata, sino que se trata de la lucha del Frente Amplio por un proyecto de país contra otro proyecto de país. Hay una confrontación de dos proyectos de país y no tenemos que tenerle miedo a las palabras”, afirmó Olivera.
“Ahora estamos discutiendo el plan de trabajo del Frente Amplio para esta primera etapa que es por las internas, pensando en la segunda etapa hacia la elección nacional con una profunda campaña frenteamplista donde se confronte nuestro proyecto con el de la derecha. Donde no podemos permitir que alguien diga que no tenemos programa, porque no solo tenemos programa, sino que estamos orgullosos y orgullosas de como fue elaborado ese programa”, ratificó.
“Sin embargo, hay frases que se repiten: que este es el peor Frente Amplio, que no tienen programa, y si no saben o hay algo que les sale mal toda la culpa es del FA”, agregó.
“Tenemos que defender nuestro proyecto y la acción política permanente que desarrolla la fuerza política y sobre todo hacer una férrea defensa de la acción política permanente. ¿A qué me refiero? A la militancia política, el Frente Amplio está compuesto por militantes, tengamos la responsabilidad que tengamos, estemos en el comité de base, en la coordinadora, en la departamental, en la capital, en la localidad, somos el Frente Amplio y esta reivindicación de la militancia política es fundamental, porque nacimos desde ahí, desde el pie. Es lo que tenemos que sostener frente a aquellos que rebajan la acción política, como si los políticos fueran todos iguales y solo fueran a pedir el voto una vez cada cuatro años: ese no es el Frente Amplio ya que está presente en forma permanente”, añadió.
“Y si alguna vez estuvo más alejado de la gente, lo hemos analizado y hemos realizado una autocrítica, porque eso va en contra de nuestra identidad política. ¡Salud Frente Amplio este 5 de febrero cargado de contenido, de futuro y esperanza!”, finalizó.
Foto de portada
Ana Olivera durante el Plenario Nacional del FA en la Huella de Seregni en septiembre pasado. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.