La portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajarova advirtió a la OTAN que “se está acercando a una peligrosa línea de confrontación militar directa con Rusia”.
En rueda de prensa consignada por Sputnik, Zajarova afirmó que “los países de la OTAN (…) continúan bombeando al régimen de Kiev con armas, municiones, le suministran inteligencia, entrenan a los soldados de Kiev, proporcionan orientación sobre la conducción de las hostilidades, acercándose así a la peligrosa línea de la confrontación militar directa con Rusia».
E ese sentido detalló que la ayuda militar total de Occidente a Ucrania ascendía a 42.300 millones de dólares, procediendo “más de la mitad de esa cifra (…) de Estados Unidos.
En sus declaraciones la portavoz de la Cancillería rusa denunció que los países «que proporcionan esas enormes cantidades de dinero y armas al régimen de Kiev, son los donantes, los patrocinadores de esta actividad tan extremista».
Pese a ello, agregó, “los países de la OTAN intentan culpar a cualquiera para desviar las sospechas de ellos mismos».
Aclaró, además que tanto “el despliegue de una misión de adiestramiento para los militares ucranianos, como el suministro de armas letales a Kiev por parte de la Unión Europea (UE)”, son acciones que “convierten al bloque comunitario en parte del conflicto”.
Zajarova informó que Rusia pidió a Portugal “que se abstenga de entregar helicópteros de extinción de incendios rusos a Ucrania”.
«Exhortamos a nuestros colegas para que cambien de opinión, se abstengan de tomar medidas que desacrediten por completo a Portugal como socio negociable y pongan fin a nuestra cooperación mutuamente beneficiosa y anteriormente mutuamente respetuosa», señaló y aclaró que su gobierno había dado su consentimiento para dicha entrega», al tiempo que enfatizó que el objetivo de la entrega no era “la lucha contra los incendios”.
Zajárova recordó que la intención de Portugal “de transferir seis helicópteros de extinción de incendios rusos a Ucrania”, viola el compromiso asumido por dicho gobierno al momento de su compra, donde quedó claro que no se realizarían entregas de los mismos sin el consentimiento de Rusia.
